TAEHYUNG
—Mi hermana menor, Lisa, solo tenía cuatro años cuando mi padre pegó por primera vez a mi madre. Yo tenía unos ocho, así que era responsable de mi hermana. Me la llevé a mi cuarto y la escondí debajo de la cama. Yo volví al comedor para ver qué había pasado. Me encontré a mi madre llorando con la mejilla roja e hinchada, y mi padre furioso, todavía con la mano levantada hacia mi madre. Grité. Estaba asustado. Nunca podré quitarme esa imagen de la cabeza. Fue entonces cuando mis padres se dieron cuenta de mi presencia, y mi padre estaba asustado. Tenía miedo de que llegara a decirle a alguien sobre lo que había pasado, así que me amenazó. Me dijo que si decía algo, volvería a pegar a mi madre y también a mi hermana. Obviamente le prometí que me mantendría callado. Volví a mi habitación y lloré. Lloré más que en toda mi vida, y mi hermana también lo hizo, abrazada a mí.
—Tae, no lo sabía, yo... lo siento mucho.
—No es culpa tuya. Espera, todavía no he acabado —le dije—. A partir de entonces, lo de pegar a mi madre fue volviéndose una rutina para mi padre. Cada tarde, mi hermana y yo nos escondíamos para no tener que soportar los gritos. Cuando mi padre no estaba en casa, yo intentaba hablar con mi madre. Imagínate, un niño de ocho años intentando hacer entrar en razón a su madre. Le decía que tenía que divorciarse, que tenía que empezar desde cero y dejar a ese hijo de puta. Por ella, por mi hermana, por mí. Pero nuestra conversación siempre terminaba igual: ella volvía a llorar y a lamentarse, pero sin hacer nada para solucionarlo, y yo enfadado precisamente por eso. Así durante años. Más tarde te conocí a ti, Kookie. Fuiste mi mejor y único amigo entonces, y ahora sigue siendo igual. Cuando estaba en casa era como estar en un infierno, pero cuando pasaba el rato contigo, me olvidaba de todo lo malo. —Tuve que parar un momento para retener las lágrimas.
—Hyung, no tenía ni idea, si lo hubiera sabido te habría ayudado.
—Por eso mismo no quería que lo supieras. No quería involucrarte en todo esto. —Me miró apenado—. Bueno, y así fue mi vida durante bastante tiempo. Pero un día, el maldito de mi padre perdió su trabajo, como era de esperar, siempre borracho, llegando tarde, teniendo un mal comportamiento... Así que decidió que nos mudaríamos a Daegu. Fue entonces cuando no te dije nada, Jungkook. Porque decírtelo implicaba explicarte la razón, y no quería. Todo ese tiempo en Daegu, estar en casa fue lo mismo que antes, solo que esta vez en un piso todavía más pequeño y con falta de dinero. Luego... bueno, ya sabes el resto de la historia. Estaba harto de vivir allí, así que nada más cumplir dieciocho me independicé con el dinero que había estado ganando en diferentes trabajos y por la empresa en la que trabajo. Quería llevarme a Lisa conmigo, pero legalmente no podía. La custodia es de mis padres, y ella es una menor. Así que mi intención es que de una vez por todas pueda quitársela de alguna forma. De esta manera podría traerla aquí, para que viviera conmigo y dejara a ese par de capullos. Mi padre lo es, pero mi madre también, por dejar que él nos tratara así.
—No es para justificar a tu madre, pero ella no te ha hecho nada...
—Precisamente por eso —le interrumpí—. Porque no ha hecho nada. Aunque mi padre le pegara, ella jamás ha intentado arreglar su vida, y en consecuencia ha arrastrado a sus hijos con ella. Mi madre pudo sacarnos de ahí, para salvarnos los tres. Pero no lo hizo, simplemente le daba la razón a mi padre. ¿Que por qué? Supongo que porque es una cobarde.
—¿Y tu hermana está bien?
—Dentro de lo que cabe, sí. Cada día la llamo, y la he hecho prometerme que si mi padre le pusiera una mano encima me lo contaría. También la voy a ver de vez en cuando, eso sí, sin ver a mis padres.
—Lo siento, Tae. Me gustaría ayudarte, pero no sé qué puedo hacer.
—No se puede hacer nada, Kookie. Hasta que mi hermana no esté aquí conmigo, no estaré bien. —Suspiré hondo—. ¿Sabes? Hay algo que nunca te he contado.
—Dime.
—¿Te acuerdas que hace años, cuando mi hermana te veía se iba corriendo? —Él asintió con la cabeza—. Era porque le gustabas.
Jungkook se quedó atónito.
—¡¿Qué?!
Solté una suave carcajada.
—Sí, no te miento. A ella siempre le has gustado. Siempre te ha admirado, mucho más que a mí, que soy su hermano mayor —dije con una sonrisa—. Yo no quería tampoco decirte nada porque a ella también le gustabas, y me sabía mal si te contaba sobre mis sentimientos. Así que ya lo sabes, Jeon Jungkook, los hermanos Kim están enamorados de ti.
Lo miré intensamente, esperando una respuesta.
—Yo... no sé qué decir. Casi no veía a tu hermana.
—Es cierto, perdón que no te invitara a mi casa, pero supongo que después de lo que te acabo de contar ya sabrás la razón.
—Sí, y te entiendo Tae. Siento mucho por lo que tuviste que pasar, y también por el hecho de que yo ni siquiera me había enterado.
Tenía los ojos vidriosos. Kookie siempre era tan sensible.
—Jungkook, puedes enfadarte conmigo, dejar de hablarme, insultarme... pero nunca me pidas perdón por eso. Nunca.
—Oh, Taetae... —Empezó a llorar.
—No digas nada, Kookie. Solo abrázame fuerte.
Necesitaba un contacto suyo. Necesitaba que me abrazara, que me diera esa sensación de estar a salvo al menos por un momento.
Sin decir una palabra, me rodeó con sus brazos y me abrazó muy fuerte. Notaba cómo sus lágrimas mojaban poco a poco mi camiseta, y sin darme cuenta, yo también acabé llorando. Acababa de romper mi promesa de no volver a llorar, aquella que me hice el primer día que mi padre pegó a mi madre.
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Frase de la canción: "Abrázame fuerte".
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Love Maze (BTS FANFIC) [✓]
Fanfic"Siete vidas distintas, siete chicos a prueba de balas." Hay una leyenda japonesa que dice que todos aquellos que están predestinados a amarse, están atados con un hilo rojo invisible, sin importar el tiempo ni el espacio. Este hilo puede estirarse...