No es fácil ocultar lo que uno siente, menos por tantos años, después de todo, ¿Quién podría ser capaz de aguantar tanto?
Es fácil realmente la respuesta. Ellos saben a la perfección lo que es eso, lo que es tener cerca a esa persona especial y siq...
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•Los días transcurrieron con total normalidad, a excepción de una cosa; en primer lugar, la convivencia entre Mingyu y Jungkook había cambiado totalmente, es mas, él parecía ser casi otra persona, ¿La razón? Entendió que debía hacer las cosas bien, aunque en el fondo bien sabía que aún haciéndolas no iba a conseguir nada. Aún sabiendolo decidió inténtalo, y a decir verdad ya comenzaba a lograrlo. Entre ambos ya no había tanta incómodidad o presión.
En segundo lugar, Taehyung y Jimin, a medida que los días pasaban, ni siquiera se dirigían la palabra. Ambos bien sabían que se pasaron de la raya y que no tendrían que haber dicho todo aquello, pero eran y son tan orgullosos ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso. Claro está que ambos no se sentían nada bien, pero, ¿Cómo hacerlo sí ninguno daba el paso fundamental para ello?
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•En clases•
•Jimin y Taehyung estaban a mitad de su clase cuando al fin, después de casi una hora y media, llego la hora del receso, aunque aún faltaba media hora más, todos aspiraron de alivio. Esa clase era la más densa.
Jimin, por un lado todo suspiro hondo, sacudió su cabeza un poco y antes de que Taehyung se vaya se armo de valor y se acercó a él deteniendo su paso.
–JM: Taehyung, ¿Podemos hablar? -Esté solo lo ignoro.- Será solo un momento. -Él suspiró y asintio a lo pedido. Ambos salieron de su salón.- ¿Taehyung?
–TH: ¿Qué es lo que quieres? Tengo cosas que hac...
–JM: Perdóname... -Salió de sus labios, con la cabeza gacha y sollozo lo abrazo.- De verdad... No fue mi intención decirte lo que te dije. Sabes bien que no soy así, mucho menos contigo...
–TH: Eres un tonto, enano. -Murmuró sobando en cabello del contrario.- Está bien. Yo también debo pedirte perdón por lo que dije. No pude controlarme y dije cosas sin pensarlo.
–JM: Ambos somos unos tontos. -Rió.- Te perdono. -Alzo su mirada y sonrió sutilmente.-
–TH: Yo también te perdono, enano. -Sonrió y con sus pulgares seco sus mejillas.- No sé qué sería mi vida son ti.
