No es fácil ocultar lo que uno siente, menos por tantos años, después de todo, ¿Quién podría ser capaz de aguantar tanto?
Es fácil realmente la respuesta. Ellos saben a la perfección lo que es eso, lo que es tener cerca a esa persona especial y siq...
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•Al inició todo iba bien realmente; Jinyoung y Jungkook se iban volviendo más cercanos, no solo en la universidad, sino fuera de esta también.
A pesar que tenían poco de conocerse ambos congeniaban y tenían algunas cosas en común que ayudaba bastante a su convivencia.
Pero del otro lado de la historia estaba Taehyung, que al verles así, tan apegaditos, estaba peor que una pava hirviendo apunto de secarse toda el agua, o peor, como un volcán apunto de dar erupción. Él simplemente parecía un sol apunto apunto de tragarse la tierra de un bocado.
Quizá sea una comparación exagerada, pero al fin y al cabo era así. Él se sentía así.
Taehyung, se sentía totalmente imponente, el hecho de no poder hacer nada lo estaba matando por dentro, provocando que se enoje con si mismo y re reproche lo que siente.
Pero de todo había algo "bueno" en esto, por así decirlo, y era que Yugyeom era el que menos trabajo tenía. Como ahora JK casi no estaba al pendiente de TH no tenía mucho que hacer. Solo vigilar bien al nuevo.
Y lo "malo" se lo estaba cargando Jimin, quien hacia todo lo posible para ayudar y tranquilizar a su querido amigo. No era fácil para él, claro que no: tenía que proteger a su mejor amigo, tenía el estrés de su carrera en la universidad, y más encina sus problemas personales. Él estaba cargando la parte más pesada.
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•De un momento para otro y después de arreglar varios papeles, el Sr. Kim le propuso a su hijo, después de la universidad, trabajar con él, ya que este era y es el único sucesor de todo el imperio que había creado.
Taehyung, en un inició lo vio como una escapatoria. Su mente estaría ocupada en solo dos cosas, sus estudios y el trabajo.
–Sr. Kim: Entonces, ¿Qué dices?
–TH: Sí. Acepto trabajar contigo padre. -Sonrió sutilmente y sin ánimos.-
–Sr. Kim: Está bien. Estoy muy feliz que hayas aceptado. Hoy comeremos tu comida favorita. -Sonrió felizmente mientras daba pequeñas palmadas al hombro de su hijo.-
