Mysterium (Wigetta)

Capítulo 11: Pasado

Narra Guillermo

En alguna parte hay alguien riéndose de mí en este momento, ahora estaba denigrado a ser el chofer de este chico, que para colmo se había dormido, no podía haber algo más patético en mi vida que esto. -Pero si lo hay -pensé.

Diciembre, 1943. La guerra parecía no tener fin, los seres humanos morían a manos de los de su misma especie por miles cada día, Alemania se preparaba para la inminente llegada del ejército soviético, Hitler estaba entre la espada y la pared en aquel momento por el avance de Stalin en tierras alemanas, ¿mi objetivo? Detener el ejército ruso para evitar la toma de Berlín, todo estaba preparado, me había adentrado al ejército como un desertor francés con grandes habilidades para la mecánica con el único objetivo de asesinar al general a cargo. Dentro de las filas del ejército había un joven soldado obligado a luchar por los ideales de los más poderosos, él estaba aquí para ayudar a su pobre familia. Su nombre era Dmitri Ivanov, era corpulento como la mayoría de los rusos que trabajaban en granjas y luego obligados a prestar servicio en la guerra. Su cabello era negro como el azabache, sus ojos tan azules como el cielo y su piel era blanca como la nieve que nos rodeaba, poco más y sería confundido por un nazi.

En esos tiempos mi ruso no era del todo bueno así que él me ayudaba a hablar un poco mejor para que no hubiera mal entendidos entre las líneas. Había descubierto que era un chico con una educación muy amplia, su padrastro había sido profesor durante años antes de casarse con su madre que tenía una granja. Cuando él se estableció en su casa se dedicó día y noche a educarlo de la mejor manera posible, era muy habilidoso con las matemáticas y sabía tres idiomas aparte del su natal ruso. Sin su ayuda tal vez mi misión hubiera fracasado, pero fue su presencia lo que también arruinó todo. Hablando con Dmitri día tras día en la tundra helada que es Rusia, me gané su confianza y él la mía, no podría decir que en ese punto no sentía algo por el más que una amistad porque sería una mentira. En esos tiempos ser así era mal visto, incluso podría llevarnos a ambos a un fusilamiento, a mí por ser lo que soy, y a él por ocultarlo o consentirlo. Pero no fui yo quien se quitó la sotana primero y mostro lo que cargaba debajo.

Habíamos tenido un viaje largo de catorce días donde la comida estaba muy racionada y el agua era escasa. En esos lugares un pierde la cordura, algunos incluso hacen cosas de las que luego se arrepienten, y ahí todos éramos hombres, todos tenían deseos carnales que saciar, algunos se lanzaban a la masturbación, otros se reprimían las ganas y eso no era agradable, un hombre en ese sitio sin muchas maneras de satisfacerse podía volverse una bomba de tiempo. Muchos incluso llegaron a violar a otros soldados, entre varios lo hacían, turnándose. Eso después quedaba en el olvido por la vergüenza que dejaba.

Dmitri siempre parecía estar muy alejado de ese grupo de hombres que necesitaba un agujero donde meter su polla, siempre se lo veía relajado, incluso cuando murió estaba tranquilo. Pero la verdad era que él tenía el mismo secreto que yo, y me lo había confesado porque según sus palabras, "no hay duda de que somos iguales en nuestras preferencias" yo a ese punto de nuestra relación ya no podía contener las ganas. Soy un demonio, pero al igual que los humanos, y los ángeles, tenemos deseos. La gran diferencia entre el uno o el otro es como manejamos esas emociones para no llevarnos a un punto de quiebre, y siempre hay un punto de quiebre.

Aquella noche donde ambos sacamos nuestros trapos al sol, había una alta tensión sexual entre nosotros al saber que éramos iguales en cierto aspecto. Tensión a la que por supuesto ambos cedimos. Esa misma noche, nuestros cuerpos encontraron calor juntos de una manera muy explosiva, yo ya había tenido relaciones sexuales antes, pero esta vez había sido muy diferente, me había tomado mi tiempo en conocer a Dmitri, estaba incluso enamorado de él y quería esto a cualquier costo. Eso me logró hacerlo más que una simple noche de aventura, sino algo apasionado y excitante.