Esta es una versión romántica de Mujercitas protagonizada por Jo March y su mejor amigo, el chico de al lado, Theodore "Laurie" Laurence.
¿Qué hubiera pasado si Laurie y Amy hubieran regresado comprometidos y no casados? ¿Qué hubiera pasado si la...
Estaba tocando el piano con Beth cuando noté que Jo se fue a la habitación de al lado. Debo aprovechar que está sola para concluir lo que empecé a decirle al llegar, se comportó algo extraña, pero Jo es Jo, impredecible, y es lo que me gusta de ella.
Espero cinco minutos, para no parecer desesperado, luego me disculpo con Beth que parece entender la situación.
Cuando entro en la habitación la encuentro con la mirada pérdida en el fuego. Y ahí está disponible el asiento más codiciado, al lado de Jo, en el rincón del sofá.
Camino despacio para no parecer tan ansioso y me siento al lado de ella con ambos brazos extendidos sobre el respaldo del sofá, aprovechando para poner uno de mis brazos sobre sus hombros.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Bueno, esto sí que es estupendo!-digo
-El lugar estaba ocupado-dice
-¡Demasiado tarde!-digo-¡Vamos, Jo, no te pongas espinosa! Después de estudiar toda la semana hasta convertirse en un esqueleto, un tipo necesita mimos, los merece y debiera recibirlos.
-Beth te hará mimos. Yo estoy ocupada.-responde algo seca
-Yo quiero mimos tuyos- me atrevo a decir- y a ti te gusta hacerlos. Dime la verdad: ¿Odias a tu muchacho y quieres arrojarle almohadones a la cabeza?
-Venga Laurie, no quieres mimos míos. Desde que entraste a la universidad te enamoras una vez por mes.
-Culpable- digo- Pero esas pasiones eran tan ardientes como breves. Ahora quiero tener una pasión única y arrobadora.
-¡No me salgas con ese cuento Laurie! Las cartas que me escribías estaban tan llenas de amor, estabas enamorado de verdad.
-No soy más que un joven enamorado, pero lo estoy de verdad.
-¿Cuántos ramos has mandado a la señorita Randall esta semana?
-Ni uno, te doy mi palabra. Se ha comprometido. ¿Qué tienes que decir ahora?
-Me alegro de saberlo; ese es uno de tus tontos derroches: mandar flores y otras cosas a chicas que en realidad no te importan ni un alfiler...
-Las chicas sensatas, de quienes me importan cajas enteras de alfileres, no me permiten que les mande flores y "otras cosas", de modo que ¿qué diablos puede hacer uno? Mis sentimientos deben tener una válvula de escape. Sin duda la Señorita Randall era atractiva y muy coqueta...
-A Marmee no le gustan esa clase de chicas...
-Marmee no crió a esa clase de chicas-la interrumpo
-No sabría coquetear aunque me lo permitieran-dice
-Yo lo hago sin pensar, no puedo evitarlo y daría cualquier cosa por poder decirte: "Tú también." -digo mientras acaricio la tela de su vestido- pero me alegro de que no sepas flirtear; es refrescante ver una chica sensata y derecha que sabe ser alegre y amable. Porque lo que de verdad me gusta son las mujeres sensatas, directas y modestas.
Miro a Jo, ella se lo queda pensando, intento acercame a ella, pero ella se aleja continuando la plática justo donde la dejamos.
-Si es verdad que debes encontrar una "salida" para tus sentimientos dedícate a una de las chicas bonitas y recatadas y no pierdas el tiempo con las tontas- dice
-¿De veras me lo aconsejas? -digo mirándola con una expresión inquieta
-Sí, pero sería mejor que esperases a terminar la universidad... Como eres ahora no la mereces... ¡bueno, quienquiera que sea la chica recatada! - dice Jo a mi parecer un poco ¿Nerviosa?
-¡Eso ya lo sé, que no la merezco! -digo con humildad bajando los ojos.
-Anda, Laurie, canta algo; me muero por oír música, y lo que tú tocas siempre me gusta.
-Prefiero quedarme aquí, muchas gracias.
-Bueno, no puedes quedarte, no hay sitio. Ve a hacerte útil en algo, ya que eres demasiado grande para ser decorativo. Yo creía que odiabas estar "atado al delantal de una mujer" -dice Jo, citando unas palabras rebeldes que yo mismo dije en cierta ocasión.
-Eso depende de quien lleve puesto el delantal -contesto
-¿Te vas, sí o no? -dice Jo con la aspereza que tenía al inicio de nuestra plática
Me levanto y voy al piano, cuando voy a la mitad de una canción escocesa ella se va de la sala. Hago tiempo platicando con Marmee, pero Jo no regresa, finalmente como es tarde, me doy por vencido y regreso a casa pensando que al menos ya me ha dado una pista "al terminar la universidad".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.