Jo & Laurie [Terminada]

59. Presente: Navidad

Narrado por Jo:

Regresamos a Concord después de nuestro apasionante viaje, para nuestra sorpresa el invierno a llegado antes de lo esperado a América.

La noche de navidad estamos todos en casa, Marmee, mi padre, Beth, Meg, John, Demi, Daisy, Hanna, el señor Laurence. Todos están ocupados, en algún deber en la cocina o platicando en la sala, estamos esperando a Amy, quien prometió venir, parece que se ha retrasado.

Laurie y yo salimos un momento y comenzamos a caminar en silencio. La nieve cae, pero no hace frío, o tal vez es el calor dentro de nuestros corazones que hace que se sienta así. Llegamos hasta el lago, que está congelado, las luces se reflejan en el hielo.

-Jo, hace tiempo me dijiste que no te querías casar nunca, ¿Has cambiado de opinión?-dice Laurie rompiendo el silencio

-Laurie, claro que he cambiado de opinión, después de ver a la persona con quien me quiero casar a punto de casarse con alguien más me di cuenta de eso-digo

-Ya veo-dice Laurie con una sonrisa mientras acaricia mi mano

-Josephine March, he estado en tantos lugares, he visitado tantos países, y al final del día, anhelaba estar en un sólo lugar, mi hogar, junto a ti. Al final de todos los días de mi vida quiero regresar a casa y saber que eres tú la mujer que estará esperándome. Quiero vivir mi vida contigo, queriéndonos cada día más-hace una pausa y sonríe-o a menos igual. Incluso cuando seamos ancianos, porque es contigo que inicié mi vida, y es contigo con quien la quiero terminar.

Laurie comienza a arrodillarse, intento detenerlo.

-Por favor, Jo. Déjame hacer esto correctamente. He estado esperando esto por tanto tiempo.

Entonces se arrodilla y toma mis manos.

-Jo, mi amada y querida Jo, te amo, siempre lo he hecho ¿Me harías el hombre más feliz del mundo y aceptarías ser mi esposa? ¿Quieres casarte conmigo?

-¡Oh Laurie! Yo también te amo, nunca debí haber dicho lo contrario. Claro que sí, una y un millón de veces sí.

Las lágrimas bañan mis mejillas y mis ojos cristalinos quedan prendidos de los del joven frente a mí. Mi Teddy.

-Te amo Jo

Todo lo que puedo hacer es asentir mientras él desliza el anillo en mi dedo, y me maravillo con la sensación de ello.

-Te amo, Teddy.

Regresamos a casa, Amy ya llegó, en compañía de Fred y Frank, la tía March también se ha unido.

Laurie va a saludar a sus amigos Europeos, al ver a Amy y a Fred juntos se acerca a ella y le dice;

-Estoy tan feliz por ti, Amy. No te mereces nada menos que un verdadero amor.

-Gracias Laurie, lo mismo para ti-dice Amy

No estoy segura si Fred se enteró de los líos en que estuvimos metidos, pero por el momento me conformo con saber que Amy ha encontrado a quién amar.

-Jo, querida, ¿Qué te ha pasado en el dedo? Noto algo a través de esos gruesos guantes-dice la tía March

Todas voltean a verme, como sospechando lo que pasa.

Entonces me quito uno de los guantes, el guante de la mano izquierda.

Meg y Beth ahogan un grito. Y Marmee me abraza, parece que está a punto de llorar.

-Mi dulce hija-me dice Marmee-siempre dijiste que jamás te casarías, pero yo sabía que lo harías, primero fue mi adorada y hermosa Meg y ahora mi diferente y pequeña escritora Jo.

La tía March esta exultante de felicidad porque "el muchacho era el mejor partido posible y que se veía a lo lejos el sincero afecto que sentía"

-Otra de mis pequeñas-dice mi padre acercándome a su pecho-mis temores se hacen realidad, ha llegado el día en que abandonarás la casa-me da un beso en la frente mientras palmea a Teddy en la espalda suavemente.

Beth también está emocionada, pero al igual que mi madre parece querer ocultar sus lágrimas.

-Jo, siempre has estado ahí para mí. Ahora tendré que afrontar mis días sin tus chistes y tu risa, adorada Jo.

-No se precipiten a despedirme, aún no sabemos cuando nos caseremos-digo-además-digo mirando a Beth y a Frank que está muy cerca de ella-no sabemos si alguien de nosotras se pueda ir antes

Beth se ruboriza y baja la mirada, Amy y Meg se ríen.

-Aún no sabemos la fecha-dice Laurie-pero les aseguro que será muy pronto

Su abuelo lo felicita dándole palmadas en el brazo.

Todos sonreímos, Laurie besa mi mano en la que puso el anillo, Beth toca el piano y Laurie la felicita por lo mucho que ha mejorado, luego todos cantamos villancicos, incluso el señor Laurence y la tía March.

Y esta sí que ha sido una feliz navidad.