26.- Noche

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En cuanto SeungHyun escuchó la voz de JiYong en el piso de abajo todo su cuerpo se llenó de terror, pero no por sí mismo sino por él, ¿en qué diablos estaba pensando como para presentarse así?

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En cuanto SeungHyun escuchó la voz de JiYong en el piso de abajo todo su cuerpo se llenó de terror, pero no por sí mismo sino por él, ¿en qué diablos estaba pensando como para presentarse así?

Cuando tocó la puerta el maldito traficante también lo había escuchado y salió de la habitación, SeungHyun quería rogarle que no le hiciera nada pero estaba completamente inmóvil.

No pasó mucho tiempo antes de que dos nuevas presencias se sintieran en el cuarto y le quitaron la venda de los ojos. Sintió una breve alegría al ver allí a su amigo, pero la preocupación por su JiYong era aún mayor.

Podía escuchar cómo hablaba con su captor y, de pronto, éste dio muestras de descubrir la verdadera relación entre JiYong y SeungHyun. Una simple mirada bastó para que ambas criaturas se entendieran, luego de esta Taeyang desapareció por la puerta, D-Lite le siguió corriendo pero SeungHyun apenas le prestó atención.

Escuchó los golpes que recibió el maldito humano, disfrutó oler la sangre que salió de él y no solo por el hambre que ya lo atormentaba hasta casi volverlo loco. Por algunos momentos se sorprendió de la decisión tomada por su JiYong al dejar escapar a aquel infame traficante, aunque después se alegró que no se manchara las manos, no quería que más adelante su consciencia sufriera algún arrepentimiento.

Sin embargo, cualquier pensamiento coherente se borró de su mente en cuanto los tres entraron de nuevo a donde él yacía prisionero, pues de inmediato el dulce aroma de su JiYong lo llenó por completo, el aroma de aquella sangre tan dulce que podría aliviar el hambre que lo estaba torturando.

Incluso soltó un gruñido que detuvo el movimiento de los tres, aunque su presa ya se había acercado hasta casi estar a su alcance, sin tan solo la maldita plata no lo retuviera, podría tomarlo y beber toda aquella deliciosa sangre.

—¿Qué ocurre? ¿SeungHyun?

Su presa volvió a acercarse pero el otro vampiro lo detuvo, ocasionando que SeungHyun de nuevo gruñera, al parecer él tenía a su propia presa ¿por qué no dejaba a la suya en paz?

—Ten cuidado G-Dragón, la sed ha nublado su juicio, está demasiado hambriento como para reconocer a nadie.

—Pobre, ¿qué podemos hacer? —preguntó el otro peliblanco, el que ya estaba marcado.

—Eso es obvio ¿no? voy a darle mi sangre hasta que se recupere.

—¿Oíste lo que acabo de decir GD? Eso sería demasiado peligroso, él no tendría la capacidad de controlarse y podría matarte.

—Lo escuché, pero no por eso voy a dejar que siga sufriendo.

Se dio la vuelta para desconectar las pequeñas mangueras conectadas a sus brazos, otorgando a SeungHyun un poco de alivio. Pero si le daba su sangre eso le daría un alivio completo, y eso era justamente lo que quería.

—Debe haber otra forma...

—Es la más inmediata, y es lo que voy a hacer. En todo caso, Taeyang, no voy a quitarle las cadenas hasta que recupere el dominio de sí mismo. Si llego a sobrepasarme, podrás separarnos con facilidad ¿de acuerdo?

El otro vampiro no parecía muy convencido pero asintió, ¿por qué no solo lo dejaban con su presa y se marchaban? En cuanto lo tuviera a su merced no lo soltaría por nada del mundo.

Por fin se subió a la cama, el movimiento y la presión en las cadenas le causó aún más dolor, pero no era nada bajo la promesa de la satisfacción que traería consigo su sangre. Su presa se acercó un poco, recargando las manos en sus hombros lo miró directamente a los ojos

—¿Te crees muy listo? Eh ¿crees conocerme? No sabes jodidamente nada sobre mí, no sabes nada, —dijo de pronto, dejando confundidos a todos.

Sin embargo, aquellas palabras parecieron hacer alguna especie de click en la mente de SeungHyun de manera que se quedó simplemente mirándolo a los ojos, sin moverse ni parpadear siquiera.

—Si tanto crees saber sobre mí, dime ¿qué es lo que deseo ahora? ¿Lo sabes, sabes qué voy a hacer?

Y antes de darle tiempo a reaccionar se inclinó hasta posar sus labios sobre los suyos, aún el hambre quedó en segundo plano ante la sensación de aquella tibia suavidad. Solo fueron un par de segundos, y la tensión de la otra criatura no ayudaba a tranquilizarlo; aún así no se movió, descubrió que no quería moverse, simplemente quería que aquellos dulces labios siguieran tocándolo.

—Eres igual a ellos. Me querían sólo por mi apariencia, tú me quieres sólo por mi sangre.

Volvió a besarlo en la misma manera rápida, dejándolo ansioso de más, pero había otra cosas en sus palabras que seguía presionando el pecho de SeungHyun

—Entonces no te moverás, me dejarás hacer lo que yo quiera sin moverte. De lo contrario me levantaré y me marcharé para no volver a verte.

En cuanto terminó aquella frase volvió a inclinarse sobre él hasta que sus labios volvieron a calentarlo, pero esta vez en el cuello, quedando en la posición exacta. Para ese momento SeungHyun solo tuvo que girar un poco la cabeza y allí estaba su ambrosía prometida.

Así lo hizo y en cuanto sus colmillos perforaron la suave piel un gemido de placer se escapó de la garganta de ambos, el delicioso sabor llenó su boca.

Un sabor dulce.

Un sabor conocido.

Ese sabor que sólo podía pertenecer a su dulce JiYong.

Justo cuando aquel reconocimiento llegaba a su mente Taeyang apareció para jalar un poco a GD, en cuanto se dio dio cuenta SeungHyun retrajo los colmillos para no lastimarlo más, aun así cuando se enderezó a GD le caía un hilillo de sangre por el cuello.

SeungHyun se estiró mientras mordía su propia lengua, al final lamió la herida con aquella mezcla de sangre y saliva que de inmediato la cerró.

—¿Eres tú de nuevo? —preguntó JiYong dudoso.

—Lo suficiente como para reñirte por haber hecho algo tan peligroso —dijo con la voz ronca.

Taeyang ayudó a GD a levantarse para que entre él y Daesung pudieran quitar las cadenas con cuidado. Pudo darse cuenta del dolor que esto ocasionaba a SeungHyun y aún así éste intentaba no hacer ruido o movimiento que lo delatara, para no alterarlos más.

En cuanto estuvo libre y pudo levantarse JiYong se apresuró a abrazarlo con fuerza, luego del estrés y la pérdida de sangre se sentía agotado y hasta mareado, pero el saber que SeungHyun ahora estaba a salvo lo hacía sentir mejor. Para ese momento lo único que quería era sentirse entre sus brazos.

Levantó la cabeza para poder fundirse en el beso que ambos anhelaban tanto como necesitaban.

Adicción feérica (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora