JiYong se revolvió hasta que al final despertó, el dolor de cabeza intensificado por la luz solar que entraba, su cuerpo igual de sufrido que su cabeza.
Gruñó molesto, intentando hacerse bola entre las cobijas para recuperar un poco de aquel sueño reparador que tanto necesitaba; sin embargo el estridente timbre de su celular se lo impidió.
Su molestia creció al ver la pequeña pantalla iluminada.
—¿Qué ocurre madre? —preguntó luego de contestar, enterrando la cabeza entre las almohadas.
~Sabía que seguirías dormido, deberías hacer algo mejor con tu vida JiYong, no solo despilfarrar lo que tu padre te dejó.
Como única respuesta Ji bufó, harto como estaba de aquellos sermones, ella debería ya de saber que no serviría para nada, Y por el suspiro que soltó supuso que lo estaba haciendo.
~Deberías ser como tu hermana. Cuando se te acabe el dinero sé que volverás aquí llorando, entonces podré enderezarte ~sentenció la mujer antes de colgar.
JiYong tuvo que contener las ganas de arrojar el teléfono al otro lado de la habitación, era cierto que no debía malgastar el poco dinero que le quedaba y tener que hacerlo en un celular nuevo por un simple arrebato era lo que se definía justamente como "malgastar".
Así que en lugar de arrojarlo lo dejó a un lado de la cama y se levantó perezosamente, no habría mucho más que hacer por el momento. La ducha de agua fría le ayudó a terminar de despertar, y una vez ante el gran espejo del baño pudo revisar su cuerpo con cuidado.
Como muchas otras veces no recordaba en qué había terminado la noche, sin embargo su cuerpo no daba muestras de que nada malo hubiera ocurrido. Las últimas tres noches se había sentido ansioso, su paranoia lo llamaba a que algo lo estaba observando; sí, algo, no alguien, algo lo había estado siguiendo.
—¿El alcohol habrá logrado al fin volverme loco? —preguntó a su reflejo.
Con un suspiro resignado se vistió con lo primero que encontró que fuera holgado y cómodo. Por la luz del sol ya debía pasar del medio día, pero aún era demasiado temprano para salir en búsqueda de fiesta; sus "amigos" aún tardarían un par de horas en ir a buscarlo.
Se preparó una sopa instantánea, su estómago le agradecería algo de comida caliente aunque no fuera lo más nutritivo del mundo. Con el platón entre las piernas se desparramo en el mismo sillón a ver la televisión sin prestar realmente atención. En cuanto terminó la sopa volvió a dormitar.
Despertó de golpe, totalmente asustado y sudoroso debido a un sueño del que sólo podía recordar un par de amenazantes ojos con un extraño color violeta Tuvo que respirar profundo para intentar serenarse, a su alrededor todo eran sombras amenazantes, sólo él era iluminado levemente por la parpadeante luz de la televisión sin sonido.
Intentó ralentizar los latidos frenéticos de su corazón, cosa en la que falló rotundamente cuando los golpes en su puerta volvieron a sobresaltarlo.
—¡Mierda! —masculló, incluso le pareció escuchar que alguien se reía de él.
Se acercó de manera temerosa a la puerta, en su mano llevaba la misma cuchara con la que había comido como arma irrisoria.
—¿Quién? —preguntó tartamudeando.
—¿Cómo que quién? ¿Quién más vendría por ti, enano? —sonó la voz de uno de los chicos.
Con un suspiro de alivio JiYong abrió la puerta.
—¿Aún no estás listo? Hoy es la reapertura del bar Rossblack. —Se quejó el más grande al verlo totalmente desarreglado.
—¡Ya lo sé! Estaré listo en un par de minutos y me veré mucho mejor que ustedes. Pueden empezar la fiesta con las bebidas de la barra, saldré en un instante, —dijo ya dirigiéndose al espacio que fungía como su dormitorio.
En efecto diez minutos después estaba listo, se miró una última vez al espejo para ver los resultados: una camiseta negra de manga corta, jeans oscuros y una chamarra de cuero eran suficientes para que se viera bien, su cuerpo y sus rasgos eran lo que necesitaba.
Se había peinado el cabello blanco hacia arriba y su maquillaje era, igual que siempre, algo exagerado; incluso había probado algo nuevo que había visto hacía poco en una chica, debajo del rabillo de su ojo izquierdo había dibujado una pequeña cruz con el mismo delineador de ojos.
Se alabó por última vez antes de unirse al barullo que creaban el resto en la cocina, ellos también alabaron su imagen aunque no les prestó mayor atención; aunque sabía que lo que decían era cierto, también sabía que sólo lo decían para quedar bien con él así que no tenía sentido prestarles demasiada atención.
Encontró en la mesa un vaso de ron con cola que alguno había dejado abandonado y lo depuró de un solo trago para comenzar a entonarse.
—Entonces, ¿nos vamos ahora? —exigió, a lo cual los otros le siguieron gustosos.
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Adicción feérica (Gtop)
FanfictionDespués de vivir durante varios siglos, SeungHyun desdeña la moralidad de la humanidad actual, extraña la elegancia de antaño. Vive su existencia aburrido hasta que un aroma más dulce de lo usual llama su atención y lo guía hasta JiYong, quien repr...