23.- Noche

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Despertó un par de veces sin saber realmente qué hora era, simplemente se volvía a acomodar para seguir durmiendo

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Despertó un par de veces sin saber realmente qué hora era, simplemente se volvía a acomodar para seguir durmiendo.

A la tercera vez, una alarma interna terminó por despertarlo completamente, la oscuridad indicaba que la noche ya era muy avanzada, el silencio decía lo mismo, y no había ningún rastro de su Top.

Su humor se equilibraba entre la preocupación y el enojo ¿Era posible que SeungHyun lo hubiera dejado plantado? ¿Le podría haber ocurrido algo malo?

Lo segundo le parecía difícil, él era un vampiro de muchos años, con gran fuerza y velocidad por lo que le había dicho, y estaba esa cosa rara que podía hacer con sus ojos y su voz.

No, lo más probable era que lo hubiera dejado plantado, lo cual, a pesar de que tranquilizaba su preocupación, lo hacía enfurecerse aún más. Ya no pudo volver a dormir, se quedó dando vueltas por todo su hogar, incluso salió un par de veces al portal para ver si lo veía llegar, pero nada.

Al final, cuando eran casi las 4 de la mañana y no faltaba mucho por amanecer, terminó por decidirse. Sacó su celular para ir a la aplicación de transporte y poder pedir un vehículo que lo llevara hasta el hogar de SeungHyun.

Ya se ocuparía de cobrarle a SeungHyun aquel "gasto innecesario" una vez que corroborara que estaba bien; después de eso le haría arrepentirse por haberlo dejado plantado sin ningún aviso o mensaje.

Solo cuando iba a medio camino pensó que, en realidad, SeungHyun no tenía su teléfono, ni ningún otro medio de comunicarse con él. Pero eso no era un pretexto, con todas esas habilidades que tenía ¿no podía hallar algún medio para comunicarse?

El viaje se le hizo bastante largo, mucho más dado que no iba manejando el bello coche de SeungHyun, quizá si se lo regalaba lo perdonaría, «pero sólo quizá» pensó con malicia, mirando las calles dormidas de la ciudad.

Luego de casi media hora de viaje por fin llegaron al lugar. Agradeció al conductor y caminó con seguridad hasta el portón, esperando que el coche se fuera pues le daba algo de pena que lo vieran tocando sin recibir respuesta. Sin embargo en cuanto tocó ligeramente la reja esta se abrió sin el menor obstáculo.

Entró y la cerró con cuidado para dirigirse a la puerta de la casa, por alguna razón intentó no hacer demasiado ruido, quizá pensando en sorprender a Top en alguna travesura; pero había otra cosa, el que el portón estuviera abierto le había dado mala espina.

Sensación que se intensificó cuando la pesada puerta de entrada también se abrió solo con un leve empujón.

Maldijo par sus adentros, aquello ya no era normal. Vale que a lo mejor un "vampiro milenario" o lo que fuera que Top era, no necesitaba la protección de una simple puerta, aún así no era una situación normal.

Entró y cerró la puerta intentando no hacer el menor ruido; en la películas que solía ver siempre le molestaba que los protagonistas dijeran "¿Hola?" o cosas por el estilo cuando entraban a un lugar desconocido, era una manera absurda de dar a conocer su presencia y no era como que el villano fuera a salir y decir "hola" también.

Así que en lugar de decir nada se coló silenciosamente por los pasillos oscuros de la gran mansión. A fin de cuentas, si Top estaba allí se daría cuenta de su presencia aún con esos pequeños sonidos que hacía, por no hablar de su olor.

Le extrañó también era que no estuviera ninguno de los trabajadores, Top le había hablado de ellos y él mismo había conocido a dos; por el contrario la casa parecía tétricamente vacía. Continuó avanzando, subiendo las escaleras con cuidado.

Tenía los nervios a flor de piel, temía que algo saliera de entre las sombras para atacarlo, solo esperaba verlo primero o al menos hacerlo a tiempo para poder defenderse. Su enojo para con SeungHyun había ya quedado sepultado por la preocupación y el miedo.

En cuanto llegó al pasillo superior la luz que salía el cuarto de SeungHyun le dio cierta esperanza, a pesar de eso prefirió no confiarse y asomarse con cautela. Luego de hacerlo poco crédito pudo dar a lo que veían sus propios ojos.

En efecto allí estaba SeungHyun recostado en la cama pero algo plateado brillaba sobre él y JiYong tardó sólo un par de segundos en reconocer las cadenas en aquel brillo. No parecían demasiado gruesas ni pesadas, sin embargo daban varias vueltas al cuerpo de SeungHyun y donde fuera que alcanzaban a tocar directamente su piel esta se veía dolorosamente rojiza.

—¿Se... SeungHyun? —preguntó en un susurro entrecortado, entrando por fin al cuarto.

En ese momento el cuerpo de SeungHyun comenzó a moverse, forcejeando contra las cadenas que lo mantenían inmóvil, incluso tenía una de ellas amordazando su boca con el mismo resultado doloroso. También habían puesto una tela suelta sobre sus ojos; el cuarto se estaba llenando del olor a carne quemada.

Al acercarse notó las dos intravenosas que salían de los brazos inmóviles de SeungHyun, aunque en lugar de suministrarle nada estaban colgando hacia dos frascos que, gota a gota, se iban llenando con su sangre.

Asustado JiYong se apresuró a la cama y quitó la tela que lo cubría, topándose con los ojos violetas y adoloridos del contrario, que lo miraba con cierta desesperación. Escuchó los gemidos que intentaban salir de su garganta así que tomó con cuidado la punta de la cadena en su boca.

Se sorprendió de lo caliente que se sentía al tacto, y al primer tirón sintió una escabrosa tensión, como si estuviera pegada a la piel de SeungHyun, pero él asintió, instándole a continuar.

JiYong respiró profundo, juntando el valor necesario antes de por fin halar la cadena lo más rápido que pudo «como si fuera una bandita, mientras más rápido mejor» pensó. A pesar de eso la sensación fue lenta, parecía que estaba arrancando parte de la piel pálida de su Top junto a la cadena. En cuanto logró quitarla SeungHyun comenzó a hablar en susurros apresurados y doloridos.

—¿Qué haces aquí? Vete... —sus palabras salían espaciadas y rasposas, como si el dolor le impidiera hablar mejor—. Busca, a Taeyang...

JiYong estaba a punto de increparle que venía por él, que iba a ayudarlo, también quería preguntarle qué diablos había ocurrido. Sin embargo no alcanzó a hacer ninguna de las tres cosas pues los ojos de SeungHyun se desviaron hacia la puerta, haciendo que él mismo volteara asustado, no vio nada.

—Escóndete, ahora, —susurró SeungHyun, mitad orden y mitad súplica.

Sin saber qué más hacer JiYong hizo lo que le pedía, se encerró en el baño aún con la luz apagado, dejando solo una pequeña rendija para poder ver.

En efecto algunos instantes después la puerta de la habitación se abrió y entró una persona.

Lo primero en lo que JiYong se fijó fue en la gran pistola que el recién llegado portaba en la cintura de su pantalón y que brilló a la luz de la habitación.

Lo segundo fue que su cabello castaño le parecía conocido.

Adicción feérica (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora