Adicción feérica (Gtop)

19.- Día

JiYong despertó sobresaltado ante el tono de llamada de su celular. Manoteó en su búsqueda, dispuesto a decirle varias cosas a su madre por volver a despertarlo, sin embargo en la pantalla no apareció su nombre, en su lugar estaba otro contacto:

Seungri 🐼

Contestó aún malhumorado, aunque no fuera su madre aún así era molesto que lo despertaran.

—¿Qué?

~Hola, soy Seungri ~JiYong contestó sólo con un bufido~. Huy, lo siento, ¿te desperté?

En favor del castaño, había que aceptar que ya era casi mediodía, JiYong estaba desvelado y acostumbrado a ese horario nocturno, pero no era probable que el resto de personas lo estuvieran.

—¿Pasa algo?

~Bueno, te iba a preguntar si querías ir por ese café que dijimos ayer, pero si gustas te llamo más tarde para ponernos de acuerdo ¿quieres?

JiYong suspiró, por un momento se alejó el celular del oído para poder ver la pantalla, eran las 12:16 p.m.

—De acuerdo, ¿Te parece si nos vemos a las cuatro en el café central?

~Perfecto ¡Me encantaría! Allá nos vemos entonces.

Por un momento JiYong casi lo pudo imaginar emocionado y dando brinquitos por el lugar. No podía terminar de decidir la personalidad del castaño ni mucho menos su opinión sobre él, sin embargo esa tarde tendría la oportunidad de analizarlo.

Se quedó acostado algunos minutos más, recordando la noche que había pasado con SeungHyun, en ningún momento él se había molestado o burlado porque usara su suéter, y lo agradecía pues era cómodo y olía a él, lo ayudaba a dormir mejor.

En su lugar le había propuesto salir la noche siguiente, Taeyang y D-Lite permanecerían algunos días en la ciudad y Top quería llevarlos a un buen restaurante para comer. Al inicio JiYong no estaba muy seguro, no era asiduo a ese tipo de lugares snob, sin embargo luego de que Top prometiera volver a dejarlo conducir, aceptó.

Con pereza se levantó para ir al baño y comenzar a acicalarse; mientras la mascarilla de su rostro hacía efecto fue a prepararse una gran taza de café con leche, y tostadas con mucha mermelada.

Hizo también algo de limpieza en su hogar antes de comenzar a arreglarse:

Una playera blanca de estampado británico, unos jeans negros con algunas cadenas y zapatos negros fue la ropa que se puso al final, completando con su típico maquillaje ahumado y cabello alborotado.

Puso especial cuidado en cubrir con maquillaje las marcas que Top había dejado en su cuello. En el último minuto y como una muestra de rebeldía, volvió a dibujar la pequeña cruz negra en el borde inferior de su ojo derecho. El día era demasiado soleado como para usar chamarra, así que salió sin más de su hogar rumbo al lugar pactado.

Llegó con algunos minutos de retraso, nada grave sin embargo se percató de que Seungri ya lo esperaba en una de las mesas exteriores del café. Llevaba una playera blanca igual estampada, pero en su casa estampada, chaleco y jeans de mezclilla clara, se veía bastante joven aún con sus tenis de bota blancos.

Saludó a JiYong alegremente y lo invitó a sentarse a la misma mesa.

—Pide lo que quieras, como era el trato yo invito.

JiYong sonrió y pidió un café mediano y un sándwich, orden que Seungri dobló para comer los dos. Por algunos momentos JiYong se relajó, sintiendo la familiar esencia juvenil del lugar, había un montón de jóvenes en grupos o parejas, bromeando y platicando entre sí, incluso algunos solitarios que bebían su café con la única compañía de un libro.

Cuando trajeron sus pedido JiYong dio un largo sorbo a su dulce café, exclamando con satisfacción al terminar.

—Ah, esto es delicioso.

—Entonces... ¿Queda todo perdonado? —tanteó Seungri con inseguridad.

JiYong lo miró por algunos instantes antes de sonreír y asentir, lo cual alegró visiblemente al menor.

—¡Que bueno! Soy nuevo en la ciudad ¿sabes? Y no me gustaba sentir que empecé con el pie derecho.

Así estuvieron platicando mientras terminaban su comida, poco a poco JiYong comenzó a sentirse de verdad cómodo en su compañía, Seungri era un chico vivaracho y alegre, se había mudado del campo para seguir estudiando en la universidad de la ciudad.

El tiempo pasó bastante rápido, luego de una segunda ronda de café el tono anaranjado del anochecer sorprendió a JiYong,

—Lo siento, debo irme, —se disculpó al notarlo—. Debo verme con alguien más.

—¿Con tu amigo de aquella vez? —preguntó Seungri dubitativo.

—Pues sí, en realidad sí. Vamos a salir a cenar.

—Ya, entonces no te entretendré más, supongo que ustedes deben ser muy amigos.

—No hace mucho que lo conozco en realidad, —ante ese comentario Seungri sonrió, pero había algo en esa sonrisa que JiYong no pudo discernir.

—Ya veo, bueno veámonos de nuevo después ¿de acuerdo? —JiYong asintió—, esta vez esperaré tu llamada, para no despertare.

—Vale, vale. Te llamo después entonces, ¡Gracias!

Luego de un abrazo breve se apresuró para volver a su domicilio.