JiYong sabía que había sonado demasiado melodramático, sabía también que estaba jugando con algo que no podía controlar; pero le había molestado tanto que, con solo algunas palabras, Top lograra vislumbrar aquello que durante tanto tiempo se había ocultado incluso a sí mismo.
No quería ser débil, no quería de nuevo salir lastimado así que instintivamente tomó el control de la situación. Volvió a besarlo en la boca mientras sus manos intentaban deshacerse de la suave bata que él llevaba.
Top se mantenía con las manos a los lados, justo donde él las había dejado. Por algunos momentos sus ojos cambiantes lo habían asustado, pero el enojo era mayor y no quería detenerse.
Terminó de quitar la tela y se dedicó algunos instantes a observar la piel blanquecina de su "víctima". Se sorprendió al notar que Top cerraba los ojos y giraba la cabeza hacia un lado, ¿en verdad se estaba conteniendo para no morderlo?
JiYong quería probar que sus temores eran ciertos, que todos querían algo de él más allá de quererlo a él mismo, así que se decidió por llevar al extremo su prueba. Volvió a inclinarse sobre él, dejando que sus labios se posaran sobre la primera línea que tenía sobre el cuerpo, la cual viajaba desde su hombro a su pecho; siguió el mismo trazo con la lengua y con gratificación lo escuchó jadear gravemente.
Sin embargo Top seguía sin moverse más allá de los pequeños espasmos de su cuerpo, así que volvió al ataque, lamiendo cada una de las cicatrices que podía ver. Su piel era dura y fría, podía sentir los férreos músculos tensándose debajo de ella, su respiración tan agitada como la suya y los latidos de su corazón que reverberaban contra sus labios.
Había planeado tentarlo a él, pero ahora se estaban volteando los papeles, para ese momento él mismo se sentía bastante encendido y no podía dejar de pensar en lo que le había hecho con su mordida. Pensando en eso añadió sus dientes a su juego, mordisqueando aquí y allá del blanco cuerpo a su merced.
—G-Dragon... —advirtió Top con voz ronca.
JiYong se enderezó un poco entonces para observarlo, seguía en la misma posición con la cabeza ladeada y los puños tan fuertemente cerrados como sus ojos. JiYong utilizó la punta de los dedos para que volteara a verlo de nuevo.
De nuevo aquellos ojos violeta de sus pesadillas, sin embargo en ese momento no eran amenazantes, por el contrario sólo reflejaban una sed insaciable. De igual manera su ceño fruncido indicaba una ansiosa preocupación; solo su respiración agitada en leves jadeos denotaba la misma excitación que en JiYong.
—¿Por qué no lo haces? Lo deseas ¿no es así? ¿Por qué no vuelves a morderme como ayer? —preguntó, trabando su mirada en la contraria.
—Esa vez, me costó trabajo contenerme, aún no sé si podré volver a hacerlo, eres demasiado delicioso, —su voz era un espeso jarabe que solo acrecentaba el deseo en JiYong.
—Pero ahora soy yo quien quiere, quiero darte mi sangre y volver a sentir lo mismo que aquella vez.
—Es peligroso... —su susurro demostraba que no quería decirlo.
—Hasta ahora te has contenido muy bien, te dije que no te movieras y no lo hiciste.
—Esto es diferente, yo no...
—Solo sigue como hasta ahora.
JiYong se ocultó en su cuello y utilizó ahí sus dientes, sabía que estos no harían daño real contra aquella dura piel sin embargo supo que estaban dando los frutos correctos cuando escuchó el gemido grave contra su propio odio.
—Hazlo, no es necesario que muevas más que un poco tu cabeza y me tomes. Me alejaré cuando sienta que es demasiado, —prometió JiYong desde su escondite.
Supo que había ganado cuando sintió los labios fríos posarse sobre su cuello, el aliento igual de helado enchinando su piel. Sólo tuvo un par de segundos para preguntarse qué era lo que realmente "había ganado" antes de que los dos colmillos pincharan su piel desencadenando de nuevo la explosión incontrolable de placer.
—Soy SeungHyun, usa mi nombre para detenerme si llega a pasar algo más, —dijo en un susurro casi imperceptible, sus labios moviéndose sobre la suave piel aumentaban las oleadas de placer.
Igual de extático que en la ocasión anterior, JiYong solo pudo gemir con fuerza mientras todo su cuerpo era dominado por aquella placentera sensación. Fue medianamente consciente de que Top sí se movió, lo rodeó con los brazos y lo giró hasta quedar sobre él, estrujándolo con fuerza contra su cuerpo, pero todo aquello sólo potenciaba el placer.
Sin embargo esa vez no se entregó al cien por ciento, esa vez sabía lo que estaba ocurriendo y, aunque se permitió disfrutar de aquel arrebato tan intenso, mantuvo una parte de su consciencia al pendiente de sí mismo. En cuanto percibió de nuevo la debilidad apareciendo en su cuerpo hizo un esfuerzo por empujar al otro.
—Top... SeungHyun, es suficiente... —jadeó, empujando contra su pecho.
Pasaron algunos segundos de incertidumbre antes de que Top se alejara un poco, con la respiración aún más agitada si cabe, los ojos brillando con intensidad y un hilillo de sangre aún cayendo por su boca.
Volvió a inclinarse pero esa vez solo pasó la lengua un par de veces por las pequeñas heridas hasta que la sangre dejó de salir. Se movió entonces para poder acomodarse de lado aún con JiYong entre sus brazos, acurrucado contra su pecho mientras ambos se recuperaban.
—El amanecer está muy cerca... GD, no quiero perderte.
JiYong rió sin levantar la cabeza, se sentía bastante a gusto allí arrebujado y no quería moverse, quería disfrutar de aquella relajación postorgásmica. Pues aquella sensación que le ocasionaba Top con su mordida era más intensa que todos los encuentros sexuales que había tenido juntos.
—Te dije que durante el día iría a mi casa, no puedes retenerme prisionero aquí... o bueno, no debes. Como sea, volveré a verte por la noche ¿no es así?
—Sí, te encontraré tan pronto caiga la noche.
Aquello sonaba a amenaza pero a JiYong en realidad le dio gracia. En lugar de contestar se acomodó mejor contra él para dormitar lo que quedaba de la noche.
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Adicción feérica (Gtop)
FanficDespués de vivir durante varios siglos, SeungHyun desdeña la moralidad de la humanidad actual, extraña la elegancia de antaño. Vive su existencia aburrido hasta que un aroma más dulce de lo usual llama su atención y lo guía hasta JiYong, quien repr...