Lo único que cambio entre mi yo como asistenta y mi yo como jefa, fue la firma de mi mail. Sin haberme dado cuenta Matthew me estuvo entrenando para el puesto, por lo que el cambio fue mínimo. Todos los viernes nos reuníamos en la sala de reuniones con mi equipo (como amo decir mi equipo), para discutir pendientes y nuevas ideas para la próxima semana:
- Chicas tienen que tener extremo cuidado al cargar los paquetes, por suerte nos dimos cuenta a tiempo que el precio estaba mal publicado en la web, si hubiéramos salido con el news hubiésemos perdido bastante plata – dije yo tratando de no sonar agresiva, quería ser una jefa a la cual respetaran pero que no le tuvieran miedo – de todas formas por suerte ustedes mismas se dieron cuenta y lo corregimos a tiempo, ¡Es super importante revisar todo unos días después de subirlo como hicieron! , muchas gracias
- ¡Si!, estamos trabajando con mucha plata, me da un poco de miedo que por un error de tipeo podamos generar tantos problemas – dijo Selina.
- No se preocupen, es normal errarle, a mi me paso mil veces cuando estaba en su puesto, es necesario equivocarse un par de veces para luego poder hacerlo excelente
Al medio día siempre almorzábamos juntas con Natalia, tratábamos de no hacerlo en la oficina para no cruzarnos con los indeseables, era el nuevo apodo que les habíamos encontrado a los dos amigos. Ellos en la oficina nos ignoraban, se dirigían a nosotras por nuestros apellidos, lo que era extraño, ya que éramos a las únicas a las que se referían así.
Con Matthew era así, un día me decía las cosas más lindas y al otro me trataba como una simple empleada que recién conoce. Me vuelve loca.
Miro a Nati comer su sushi, y aunque intento no hacerlo se me escapa una mueca de asco, siempre tengo arcadas cuando tengo delante de mí esas piezas desagradables ¡No puedo entender como alguien puede disfrutar de comer pescado envuelto en algas! WACALA! Natalia se ríe ante mis expresiones faciales, ya lo sé, parezco poseída.
- ¡Sos una exagerada! – dice Natalia
- No soy exagerada, a parte no entiendo porque siempre pedís lo mismo cuando estás conmigo, sabes que me hace mal, mal físico.
- EX A GE RA DA, imagínate que lo escribí con mayúsculas, aparte el sushi ni tiene olor.
- Lo tiene querida, lo tiene
- ¿Hablamos del sushi para evitar hablar de lo que realmente tenemos que hablar? – me dice mi amiga trayendo a la mesa un tema que yo tenía de lado y no tiene nada que ver con los hombres que nos están volviendo locas últimamente, para nada, tiene que ver con el hombre que me vuelve loca desde que nací.
Hoy es el cumpleaños de mi padre, cumple 55 años y hace una fiesta multitudinaria, el tipo de evento social que yo detesto. Desde que tengo 5 años me llevaban a cada fiesta para mostrar a su linda nena de ojos azules. Por suerte en mi adolescencia tuve un momento de rebeldía y dejaron de llevarme, ya que sabían que yo iba a buscar la forma de dejarlos en ridículo. Era una badass. Luego conocí a mi queridísimo Charles y volví a frecuentar esos círculos que tanto odiaba, solo que en vez de exhibirme mis padres, lo hacia mi novio, pero Marie Ann nunca opinaba, siempre estaba callada e inmaculada. Esa era mi función en esas fiestas, aparentar una sonrisa para las fotos. Todos esos recuerdos me hacían mostrarme tan evasiva en ir al cumpleaños de mi padre.
- Naty, ya te dije... prefiero pasarme la noche mirando unas pelis de terror que ser la protagonista de mi propia película de terror – le dije yo con mi aire de drama queen.
- ¿No ves que sos una exagerada?, es lo que necesitamos amiga, unos vestidos despampanantes para dos diosas bajadas del mismísimo cielo, es más me imagino que bajamos por las escaleras de la casa de tu padre, con nuestros antifaces y que todos se preguntan ¿Quiénes son esas bellezas?, después obviooo dos hombres bellísimos se nos van a acercar y pedirnos una pieza, como si fuera un baile victoriano y vamos a tener tanta química con estos muchachos que nos vamos a pasar todas la noche bailando con ellos y cuando llegue la hora de sacarnos las máscaras, a la 01 am, vamos a salir las dos corriendo tomadas de la mano, para que nunca nadie sepa nuestra identidad ¿NO TE PARECE QUE NECEITAMOS UNA NOCHE ASI?
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Un error para no olvidar. (Terminada)
Chick-LitMarie Ann está segura de haber tomado la mejor decisión de su vida ; acostándose con un desconocido, luego de que Charles, su novio de hace siete años rompiera su compromiso dias antes de celebrarse la boda. Confundir a Matthew con el chico de los h...