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Un pasaje secreto se había abierto. Primero entró el hombre sin nombre, detrás suyo iban (t/n), Emma y Ray.

Los tres niños quedaron asombrados con lo que sus ojos veían.

Era un arsenal.

– Wooah, genial! – dijo la de cabellos ceniza tomando una pistola que se encontraba en una caja.

– (t/n), ten cuidado – le reprochó Ray quitándosela de las manos.

– Fue por casualidad que encontramos el mecanismo del piano – comenzó a explicar el hombre mientras seguía avanzando

– Cuando intentamos tocarlo por primera vez, estaba un poquito desafinado. – habló Emma– no hay forma de que me hubiera dado cuenta de eso pero...

– Como sea, el punto es que, si apestas, jamás te darás cuenta de la existencia de este cuarto – prosiguió el hombre

– ¿Cual era el plan de Minerva? – preguntó la pelinaranja

– Ni idea – respondió inmediatamente – Escojan lo que quieran. Los objetos de Minerva me importan una mierda. Estas son armas, este cuarto fue hecho para que lo usaran, no?

Dicho eso, la ojicafe dio un gritito de emoción y comenzó a explorar cada caja.

Cuchillos, pistolas, escudos, bombas.. había de todo como para comenzar una guerra. Y todo a la disposición de unos cuantos niños.

– Estaremos entrando a territorio enemigo. Bueno, ya estamos, ustedes entienden – se trabo con sus palabras el mayor – Estas tierras están a un nivel completamente diferente comparado a las que ustedes vieron. El bosque de la plantación ni siquiera se le acerca. Esta es la tierra en la que ellos.

– Aunque estas armas no salvarán nuestros traseros supongo que es mejor que salir desarmado – comentó (t/n) apuntando al hombre con una pistola – pium – imitó el sonido de una bala

– No los ayudaré con esto. Escojan algo que crean que los ayudará a sobrevivir – finalizó el hombre y le entregó un arma a Emma la cual le tomó por sorpresa el peso.

– ¿Que piensas? – le preguntó Ray

– Bueno... creo que algo más liviano sería mejor – dijo Emma

– O-Opino lo mismo – dijo dificultosamente la ojicafe debido a que se encontraba cargando una M60.

Emma y Ray rieron ante aquella escena y ayudaron a (t/n) a dejar el arma en el piso.

– Fiuf – la ceniza masajeo sus manos aliviando el dolor – de todas maneras, recuerdan lo que nos enseñó Musica, no?

Emma y Ray asintieron. Musica les había aconsejado que si, por alguna coincidencia, se encontrarán con un demonio, no lo desafiarán, si no que la mejor opción sería que huyeran.

– Quiero evitar cualquier cosa que podría hacer difícil el huir – agregó Emma – incluso si no pasa, creo que es mejor viajar livianos...

– cierto – apoyó el azabache para luego perderse en sus pensamientos analizando todo.

(T/n) decidió no interrumpirlo por lo que se alejó un poco.

– ¿Y tu, viejo? ¿Que arma llevarás? –

– No quiero explicar. Mira y aprende – respondió arrogante.

Una vena se marcó en la frente de (t/n) junto a una sonrisa forzada.

La chica analizó lo que llevaba el hombre mientras Emma se acercaba a hacer lo mismo.

Él llevaba un arma grande junto a dos municiones. Ningún revólver, solo un cuchillo.

– Escojan lo que quieran y vengan arriba. Solo toquen algo en el piano para volver – dijo mientras subía una escalera para luego seguir subiendo e irse por completo.

– Y~ se fue – habló (t/n) volviendo a lo que estaba haciendo antes. Buscar un arma.

– En serio, no va a ayudarnos? – se cuestionó Ray molesto.

– Ray, llevare un cuchillo conmigo – manifestó la pelinaranja – En realidad quería llevar esta porque se veía muy fuerte pero.. – Emma sostenía una bazuca en sus brazos – es demasiado pesada y, de todas formas, no podría sostenerla adecuadamente.

– Si, eso es correcto – comentó Ray mientras una gota caía por su sien.

– ¡RAY! ¡EMMA! – gritó (t/n) a lo lejos. Preocupando a los nombrados quienes se acercaron a ella rápidamente.

– ¿(T/N)? – exclamó el azabache buscándola con la mirada

– ¡Por aquí! – la chica salió de una acumulación de cajas con las manos detrás de ella. – Miren lo que encontré – dicho eso reveló lo que traía en sus manos – TADAAN

Era un arco. Mediano y de color negro.

– Woow, donde la encontraste? – preguntó Emma maravillada.

– Oh, estaba por ahi – la ojicafe señaló a un lugar repleto de cajas – supuse que preferirías usar esto a cualquier otra arma.

– ¡Uhm! – asintió Emma recibiendo el arco y observándolo – pero aún así usaré el arco de Sung-joo, es liviano y me estoy acostumbrando a él

– Oh, es verdad. Me había olvidado de eso – dijo (t/n) recibiendo el arco otra vez y dejándolo arriba de una caja cercana – ese arco nos servirá para cazar comida también

– y puedo reusar las flechas cuando consigamos recuperarlas además de que con el cuchillo puedo hacer nuevas! – comentó Emma emocionada

– ¿Un cuchillo? Es una buena opción – añadió (t/n) acercándose a un estante donde habían varias pistolas

– Si, un cuchillo es útil para muchas cosas así que tu vas con un cuchillo y un arco – habló Ray refiriéndose a la pelinaranja – y tu, con...

– Este bebé – mostró un arma pequeña pero no tanto como para ser una pistola – es rápida, liviana y de corto alcance. No creo que un arco y un cuchillo sean suficientes para por lo menos distraer a un demonio salvaje y menos a uno inteligente. Oh, y me llevare esta daga también – sacó dicho objeto de la funda que colgaba de su cintura – Y tu, Ray?

– En el caso de que nos encuentren y nos arrinconen, quiero tomar una pistola o algo, solo por si acaso – reiteró acercándose a (t/n) en busca de lo anterior– quizás una estas... cualquiera que se vea fácil de usar

Ray estaba a punto de tomar una pistola que se encontraba en la esquina, una negra en específico, pero fue detenido por la mano de (t/n).

– Esa no, es muy pesada y se nota que los disparos son lentos. Elige esa – (t/n) apuntó a una plateada que se encontraba en el medio

Ray asintió e hizo caso. Ella tenía razón. Esa pistola se veía mucho más cómoda

– ¿Solo una? – cuestionó Emma

– Con la de (t/n) serian dos para nosotros tres – respondió – más munición extra ya es bastante pesado, no?

– Pero Ray, ese hombre no tomó ningún arma pequeña cómo está – dijo Emma mirando atentamente la pistola que Ray había elegido – ¿no significa que debe ser muy débil para nuestras necesidades?

– Puede ser pero, echa un vistazo a eso – se unió (t/n) señalándole una parte de la pistola a Emma

La pelinaranja lo observó comprensiva.

– Nosotros... – añadió la ojicafe – sobreviviremos y volveremos con nuestra familia, ténganlo por seguro, Emma, Ray – finalizó (t/n) tomando las manos de los nombrados delicadamente

Estos dieron un pequeño saltito de sorpresa para luego sonreír cariñosamente.

– ¡Lo haremos! – respondieron el azabache y la pelinaranja al unísono

– Si!

20194 | The Promised Neverland (cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora