El sonido de la bala saliendo disparada de mi arma resonó entre los árboles.
Le había dado justo en el ojo haciendo que el demonio chillará de dolor para luego caer muerto al suelo dejando a Ray libre.
Y ahora es cuando recalculo. Claro, el ojo. Que idiota.
– ¡No se está levantando! – comentó Emma impresionada mientras Ray se incorporaba.
– ¡Genial, corre! – dijo el azabache ya un poco adelantado por lo que las dos lo seguimos.
(...)
– Pongámonos en marcha – ordenó el viejo con su característica sonrisa de autosuficiencia.
Ya era el tercer día de recorrido. Los tres nos encontrábamos sucios y con ojeras aunque la que tenía ojeras aún más notorias era yo.
Me ofrecía para vigilar mientras los demás dormían así que estas son las consecuencias.
Mire de reojo a Emma la cual tenía cara de zombie, se le notaba a kilómetros lo que pensaba. "Dos días más..."
De estos tres días, ninguno pudimos dormir completamente. Por ejemplo, nos atacaron los demonios a mitad de la noche anterior mientras que el viejo se reía.
Nos encontrábamos en una situación en la que si nos llegamos a descuidar por un segundo, aunque sea durmiendo, moriremos. Al principio pensamos que también lo afectaría a él pero nada que ver, este viejo se mueve sigilosamente por las noches antes de que nos ataquen.
Aunque el lado bueno de que sea de esa forma, así de "especial", es que nosotros podemos observar y pedir prestadas sus habilidades.
Un ruido sordo hizo que volviera a mis sentidos y prestara atención a mi alrededor.
– Otra vez no... – murmure mientras dejaba salir un suspiro
(...)
– ¡Mira, ya estamos en A07-63! – comentó Emma emocionada mientras nos mostraba el holograma con nuestra ubicación – Parece que llegaremos incluso antes de lo esperado
Sonreí ya que el entusiasmo de Emma se me había pegado. Me estiré del cansancio, ya llevábamos dos días de "viaje".
Volvimos a retomar la caminata por lo que mire de reojo a Ray, también se le notaba cansado. Al parecer otra vez estaba pensando en algo molesto. Su mirada se había desviado al viejo y paso a fruncir levemente el ceño.
Apoyé mi mano en su hombro captando su atención por lo que me miró curioso, yo solo le dediqué una leve sonrisa y asentí segura.
Conociéndolo se estará llenando la cabeza de ideas estresantes como el por qué el viejo dejo de ponernos trampas luego del primer día o que estará planeando ya que su objetivo es matar a uno de los tres.
Ray agarró mi mano de su hombro y la coloco en su mejilla para luego cerrar los ojos y suspirar.
Me sonrojé levemente ante tal repentina acción.
Ray abrió los ojos y me miró fijamente, no desviaba la mirada y yo tampoco lo iba a hacer.
– (T/n)– las palabras de Ray se vieron interrumpidas por una pelinaranja
– uyuyui que hacen juntitos tortolos – se acercó Emma con una sonrisa pícara y las manos detrás de su espalda
Saqué mi mano de la mejilla de Ray rápidamente y desvíe la mirada avergonzada.
– Emma, tenemos que hablar. Mañana ese hombre– fue interrumpido otra vez por la misma persona.
– ¡Tadah! ¡La cena está servida! – comentó con una sonrisa risueña mientras sostenía una lagartija en una mano y unas frutas en la otra.
– Al parecer ya captaste el truco de encontrar comida en el bosque – le devolví una sonrisa orgullosa a Emma.
La pelinaranja asentía rítmicamente con sus ojos brillando.
Dejamos nuestras cosas en el suelo y prendimos una fogata para luego sentarnos alrededor de esta.
– Me preguntó cómo debemos hacer gupna a una lagartija – cuestionó Emma curiosa
Me encogí de hombros al ver que buscaba una respuesta en mi.
Emma siguió las instrucciones que Ray le iba dictando acorde al libro que había leído mientras que yo recosté mi cabeza en mi mochila. Apenas se podían ver las estrellas con tantos árboles rodeándonos.
– Fiuf, todos están sanos y salvos – comentó la de ojos verdes.
– ¿Qué? – dijo Ray confuso y yo giré mi cabeza en dirección a ellos para prestar atención.
– No estamos juntos ahora pero... Gilda y los otros en el refugio... y Phil y los niños que se quedaron en casa – comenzó a explicar – Antes de partir, ese hombre me preguntó si nuestra decisión era la correcta...
– Que le importaba, no? – chasqueé la lengua y Emma continuó.
– Desde el momento en que lo decidí, ya estaba asustada. ¿Es la decisión correcta? ¿Estamos cometiendo un error? ¿Es realmente buena idea ir a Goldy Pond solos? Temporalmente o no, ¿realmente debimos dejar el grupo de Phil atrás? ¿Y dejar que Norman... eso? – explicaba con una triste sonrisa
– Emma.. – murmuré preocupada. El que haya vuelto a mencionar esto me había hecho recalcular todas las decisiones que tomamos.
– No puedo volver a esto. Debo mirar hacia adelante. No puedo permitirme perderme a mi misma, lo sé. Pero, aún así... Estoy asustada. Si las decisiones que hemos hecho están mal, ese terror que él mencionó, sabemos lo pensado que es... "el terror de ver tus ideales, tus decisiones, matar a tus amigos...". Pero, qué pasa si pierdes a todos por tus decisiones? No puedo ni imaginar el horror, el dolor de ello.
La mirada de Emma se quebró, parecía a punto de derramar lagrimas.
– Me he estado preguntando sobre el significado de esa muralla, cubierta con la palabra "ayuda"... y mirar a este hombre por 3 días.. sigo pensando en ello. Ray, (T/n) – me tensé un poco al escuchar mi nombre – he decidido hablar con él. Entiendo lo que ibas a decir, pero... ¡Suficiente! ¡Me cansé de los juegos mentales! – terminó de decir decidida a ir a hablar en ese mismo momento con el viejo y los intentos de Ray de impedir aquello, no la detuvieron.
– ¡ESOO! ¡DILE DE TODO A ESE VIEJO EMMA! – la alenté mientras Ray me miraba con desaprobación
– Señor – captó la atención del mayor – antes de que sea mañana, sentémonos y tengamos una buena y larga charla – dijo decidida – voy a salvarle.
– ¿Que demonios?
Estallé en risas por la reacción del viejo ante las palabras de Emma.
ESTÁS LEYENDO
20194 | The Promised Neverland (cancelada)
Fiksi Penggemar(T/n) vive en el orfanato Grace Field desde que nació, no sabe nada de sus padres o familiares y eso es algo que comparte con todos los niños que viven ahí. A nadie le importa sus raíces, ninguno tiene esa duda. Todos prefieren vivir con ignorancia...