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El sonido de los galopes de un caballo era lo único que escuchaba. ¿Estaba durmiendo? Todo era negro, no estoy muerta, no?

Me incorpore rápidamente del suelo haciendo volar las sábanas con las que estaba tapada. Mire alrededor, una cueva? Ray?!

Busque con la mirada al azabache, este se encontraba aún dormido al lado mío. Suspire aliviada, aunque no sabía si podía estarlo.

Muchas preguntas rondaban por mi mente. ¿Quien era esa persona? ¿Por qué nos ayudó? ¿Donde estamos? ¿Donde están los demás? Y muchas más. Un dolor punzante apareció haciendo que toque mi sien en un intento de calmarlo.

Escuche al lado mío como Ray se removía entre las sábanas y sudor bajaba por su mejilla. Me acerqué y acaricié sus cabellos negros tratando de tranquilizarlo.

Segundos después abrió abruptamente sus ojos tomándome por sorpresa. Sus ojos inspeccionaban desesperadamente todo el lugar hasta que se encontraron con los míos. Eso pareció relajarlo por lo que se sentó al igual que yo.

– ¿donde estamos? – preguntó neutro

– no tengo ni idea – respondí de igual forma – Ven, salgamos de aquí.

Dicho eso me levante del suelo siendo imitada por Ray. Unos cuantos pasos nos llevaron a una lampara que se encontraba en el suelo, la tomé y continuamos caminando a donde nuestros pies nos llevarán.

– ¡whoa! – se tropezó Ray con algo. Alumbre hacia él sorprendiéndome al ver con lo que se había tropezado

– ¡Emma! – me arrodille al lado de ella mientras que abría los ojos – ¿que te pasó?

– (t/n), Ray – se incorporó rápidamente para luego tomarnos a los dos y abrazarnos – aún están vivos..

– Emma, no soy fácil de matar, sabes? – respondí con una sonrisa y a ella se le cristalizaron los ojos

– ¡Estoy fan feliz de que estén aquí! – nos volvió a abrazar. Sentía como se humedecía mi hombro.

– también estamos felices de verte, Emma – dijo Ray con una leve sonrisa

– ¡bien! – junte mis manos * – Emma – y hablé seria – ¿sabes donde estamos?

Emma no respondió. Se quedó callada dándome un claro "no lo sé".

– ya veo, entonces fuimos salvados a la vez pero en distintos lugares – reflexionó el azabache – un hombre encapuchado y una chica encapuchada.. – llevó su mano a su barbilla pensativo

– en estos momentos hay que preguntarse algo – volví a hablar – ¿quienes son? Y..¿realmente estarán de nuestro lado?

– creo que no son peligrosos, probablemente... – respondió Emma insegura

– creer no es suficiente. Hay que comprobarlo – refuté seria

– solo tengo un vago recuerdo de ella pero me quedó su voz – trato de recordar Emma – era tan amable y gentil. Como si nos hubiera estado cuidando desde antes.

– no te habrás enamorado de ella, no Emma? – la codeé mientras mis cejas subían y bajaban. Unas bromas de vez cuando no afectan a nadie, o si?

– ¡No! Pero su voz era tan hermosa y gentil

– Ese no es el punto ahora – interrumpió Ray – si ellos son enemigos no entiendo por qué estarían haciendo esto

Un silencio inundó el lugar por unos segundos.

– ¿No podría ser esto obra de Minerva? – preguntó emocionada la pelinaranja – solo escuchen, un humano que lucha contra la granja de niños..

– tendría más sentido si fuera así – saqué una manzana de mi mochila y comencé a comerla

– es posible, si. Incluso si él no está aquí, podrían ser sus camaradas – argumentó Ray

–oh ya vienen – comenté al escuchar pasos que se aproximaban.

Una débil luz se iba haciendo más grande dando a entender que se estaban acercando. Uno, dos, tres mordidas más y chau manzana.

La tire a quien sabe donde y preste atención a la pequeña figura que se encontraba delante de nosotros. Era la chica encapuchada. Wow no me la imaginaba tan minion, aunque tampoco soy una jirafa así que no tendría que decir nada.

– Disculpa.. – habló Emma primero

Aquella pequeña figura se acercó rápidamente y tomó a Emma de los hombros.

– ¡Estas mejor! – habló con un tono animado – ¡estoy tan feliz de que te hayas recuperado! ¿Como te sientes?

– em, si, bien. ¡Gracias! – respondió un poco ¿incomoda? Nah, es otra palabra pero no tengo ganas de recordarla.

– Hola si, me llamó (t/n) y me encuentro muy bien – hablé en tono de broma

– ¡oh si! ¡Lo siento! – se disculpó y sentí culpa. No pensé que lo iba a tomar en serio.

– ¿cual es el diagnóstico? – señale a Emma y Ray

– el sangrado se detuvo y parece que la fiebre también bajó. ¡Al parecer las hierbas medicinales funcionaron a la perfección!

– ya veo, ya veo – asentí repetidas veces

– no obstante a esos dos se les prohíbe hacer cualquier esfuerzo físico y trabajo duro. Si se llegaran a enfermar de nuevo sería muy peligroso...

– ¿escucharon bien? – les saqué la lengua mientras hacía el signo de paz

– todos hicieron un gran trabajo escapando de esa granja, ahora están a salvo con nosotros – volvió a hablar dulcemente – por favor relájense y descansen durante toda la noche, si? – dicho eso estaba a punto de retirarse

– espera – se detuvo – donde están los demás

– ¡Justo aquí! Acabamos de terminar de preparar la cena, vengan!

¡Cena es igual a comida así que yo voy! La chica comenzó a caminar y detrás de ella los tres la seguíamos.

Mi panza rugía a pesar de haber comida una manzana hace unos minutos. Aunque eso no llena a nadie a decir verdad.

– Disculpe pero.. – habló Ray – ¿quien es aquel hombre encapuchado que nos salvo? ¿Es tu compañero?

– ¿Te refieres a Sung-joo? Pues si, él también está aquí

– sung-joo – murmuró Emma pensativa

– entonces no se trataba de Minerva – suspire resignada

– ¿Minerva? – cuestionó la chica encapuchada

– William Minerva, ¿quizás has escuchado de él? – explicó Emma

Mire de reojo a Ray quien parecía estar pensando hasta que una sonrisa apareció de la nada. Estaba por preguntar algo hasta que vio algo que lo sorprendió.

Fije mi vista al mismo lugar donde había estado la suya. Mierda...

– oye, escucha – Ray se refirió a la encapuchada – Gracias. En serio gracias por ayudarnos. Nos sacaron de un verdadero problema

Me acercó a él y yo me incliné un poco en modo de agradecimiento.

– Debo decir que estoy verdaderamente agradecido. Solo me gustaría preguntarte una sola cosa. ¿Por qué nos rescataron? Dime... – Ray se tomó unos segundos y volvió a hablar – ¿Por qué ustedes los demonios protegen su ganado?

– qu– Emma se quedó sin palabras

– ustedes dos son demonios, verdad? – aquella sonrisa no desaparecía del rostro de Ray

– ¿a que te refieres? – preguntó la chica mientras que Ray me tomaba de la muñeca.

– ¿podrías seguir adelante y explicárnoslo entonces.. estimado demonio? – Si, atrás nuestro estaba el hombre que nos había salvado. Aunque ahora que sabíamos que eran daba más miedo.

– Emma.. – murmuré y la acerqué a mi.

(NT: ya me puse las pilas gg)

20194 | The Promised Neverland (cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora