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Abigail tenía los nervios de punta, estaba en el avión camino a Italia.

¡Las tierras de los monstruos! Agradecía al menos no irían a Roma o Grecia por que si fuese así ya estaría más frita que una papa.

En estos momentos desearía tener el carro de su padre, o al menos la versión miniatura que teníamos en el campamento.

Aquel auto podía llevarte a cualquier lugar que tocara la luz.

Isabella estaba igual o peor que ella, pero por distintas razones. Alice Cullen finalmente le había explicado lo que estaba sucediendo, claro que la vampiresa se había sorprendido que conociera su secreto, y ella solo suspiró explicándole su ascendencia a grandes rasgos.

¿Acaso los vampiros no conocían de su existencia? Que aburridos.

Le molestaba un poco que Isabella tenía que salvar a su tonto exnovio suicida. Aunque no podía culparla, si alguien iba a morir a causa de ella se sentiría en la responsabilidad de salvar a esa persona.

No podría soportar que alguien se sacrificara por ella, o muriera por el simple hecho de que ya no estaba en el mundo de los vivos.

Así que, auqnue consideraba que Edward Cullen es un dramático, no merece morir porque penso que su hermana se suicido.

Y ahora iban con los Vulturi, los vampiros que mandaban en su mundo, o al menos así es como Alice les contó durante el viaje en el avión.

Ni siquiera iba a cuestionar como es que consiguió asientos de primera clase en un vuelo que literalmente compró dos horas antes de abordar.




☀️☀️☀️




-¿Esto es un auto robado? -Preguntó Abigail sorprendida por el Porsche amarillo.

-Pensé que por la situación no les importaría.-Contestó la vampira envuelta con una tela y lentes.

Abigail negó, no era la primera vez que robaban un auto, en una misión con un hijo de Hermès, Dylan, había hecho esas maniobras de película y habían usado el auto.

Recuerda que el chico le dijo que lo sabía, pero no porque fuese hijo de hermes, ella solo rio divertida. La rubia se dio cuenta que pronto llegarían al pueblo al verlo a la lejanía.

-Se que no es el momento para decirlo, pero el clima está perfecto. -Mencionó Abby admirando el cielo azul y el sol brillando en todo su esplendor.

-¿Puedes hacer algo para que no brille? -Preguntó Bella. -No se, taparlo con nubes o...

-Bells, tampoco soy una hechicera o algo por el estilo, no puedo crear tormentas. -Abigail negó divertida.-Déjaselo a un hijo de Zeus...

ABigail hizo una mueca, con todo eso de la profecia de los grandes siete y la gran batalla que también sucedió el año pasado, nop, no iba a ir a ese lugar de nuevo y sus amigos estaban de acuerdo con ella.

Su hermana soltó un suspiro en decepción.-¿Y conoces uno?

-Sí...-Dijo la chica encogiendose de hombros. -Pero ningún semidiós se acercaría nuevamente a la tierra donde todo comenzó, menos un hijo de los tres grandes...

La mirada de Abigail se volvió oscura, al recordar la misión tan loca qué habían tenido qué cumplir para salvar al mundo como lo conocian.

Todos habíamos sufrido, pero ahora había paz, relativamente.

Bella quiso preguntar más, aún más porque aún tenía muchas dudas del mundo al qué pertenece su hermana menor ya que siempre evitaba hablar de ciertos temas, pero en este momento Edward era más importante.

Sunshine (Twilight and pj)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora