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"INTRUSO"

Abigail regreso a su hogar, debía terminar el año escolar en la preparatoria de Forks.

Fue durante el vuelo de regreso qué se quedo dormida y tuvo un sueño.

Ella estaba en el campamento media sangre conversando con sus hermanos cuando el panorama cambió con ella en un campo.

Ahora estaba con Paul riendo, pero un vampiro de ojos rojos apareció, se parecia bastante a aquel chico que conoció en Italia.

Pero antes de si quiera continuar con su sueño, todo se distorsionó y aquel campero y Paul desaparecieron.

Dejando aho a un adulto de cabellera rubia, con un lindo bronceado y hermosos ojos azules, era el gran Dios Apolo.

—¡¿Papá?! —Preguntó la rubia bastante sorprendida.

No le veía desde que por un castigo de Zeus, Apolo se había convertido en un mortal,junto con su hermano, Nico y otros mortales le habían ayudado para que se adaptará por un tiempo a su vida como mortal.

—Hey Abbydus. —Saludó el rubio. —No me gusta este sueño nublado, cambiemoslo un poco.

Aquel campo nublado paso a uno soleado.

—Oye no modifiques los sueños de las personas. —Se quejó, aunque tomó asiento junto a su padre, estaba emocionada y asustada qué le visitara en sus sueños.

—No es tan malo como lo piensas. —Se burló Apolo. —Sólo es molesto estar alrededor de Afrodita en estos momentos.

—Eso tampoco me tranquiliza. —Negó la rubia.

—Sólo quería advertirte Abbydus.—Apolo se encogió de hombros. —Debes de tener cuidado.

—¿Cuidado con que?

—Tu misma lo sabes.—Apolo sonrió. —Con esos vampiruchos qué brillan, claro que no tanto como yo.

La rubia se rió ante lo que había pensado la chica cuando había descubierto lo que sucedía con esos vampiros.

—¡Lo sé! —Asintió la chica. —Es curioso, pero agradezco no habernos cruzado con ningún vampiro, soy muy difíciles de deshacerse de ellos.

—Eso es porque hay un acuerdo Abbydus. —Le dijo con aquel apodo qué siempre usaba con ella. —Es simple, no causan problemas con nosotros y nosotros sin ellos.

Abigail asintió, aunque pensó que era algo injusto, ya que ellos se enfrentaba a muchos monstruos, pero la inmortalidad de los vampiros podría ser un problema, incluso para los Dioses.

—Mmm. —Soltó la rubia dejando caer su cabeza en aquel prado de flores.—Suena complicado, ahora solo quiero regresar al campamento y molestar a mis hermanos.

Apolo se río entredientes. —Extraño tus ofrendas, Abbydus cuídate.

La rubia asintió y Apolo acarició su cabello.

—¡Oh! Casi lo olvido. —Mencionó Apolo después de haberse dado la vuelta. —Afrodita me dijo que debes ir a Seattle.

—¿Seattle...? —Cuestionó la rubia, pero Apolo ya había desaparecido.

Abigail despertó, aún estaba en la avión y faltaba poco para aterrizar, pero sabia que no podría volver a dormir.

¡Carajo! ¿Ahora que misión debía de cumplir? ¿Ir a Seattle por parte de Afrodita?

Debía hablar urgentemente con su hermano...

No, eso sería preocuparlo demasiado, dijo que tenía asuntos que resolver en el campamento.

Sunshine (Twilight and pj)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora