Sunshine (Twilight and pj)

19

"SEATTLE"

Abigail caminaba de un lado atro, debía ir a Seattle porque no quería desatar la furia de cierta Diosa del Amor.

—¿Qué es lo que tiene más inquieta de lo normal? —Preguntó Alice mirando a la hija de Apolo en la escuela.

—Desde el otro lado de la escuela puedo sentir tus nervios. —Dijo Jasper con su tipico semblante, pero la rubia sabia que estaba bromeando.

—Sólo quiero mantener mi trasero divino a salvo, pero los Dioses parecen querer lo contrario. —Contó la chica a los vampiros. —No quiero sonar descortés, pero Alice... ¿Recuerdas tu vida de humana?

La sonrisa de la Cullen no desapareció, pero parecía que ese era un tema difícil. —Antes no lo recordaba, pero tuve que investigar.

—Mmm ya veo. —Dijo Abigail asintiendo. —Es solo que...

La rubia miró a los ojos dorados de la vampiro, porque sentía que realmente la chica tenía una relación con su padre.

—Sólo creo que si no eres mi hermana, entonces recibiste la bendición de mi padre, cosa que es muy rara, los Dioses no bendicen a los mortales desde hace siglos.—La rubia en verdad se sentía curiosa en ese aspecto, además había algo más que le rondaba por la cabeza, ¿Si un semidios era convertido a vampiro realmente sobreviviría a la ponzoña? ¿O nuestra sangre divina lo impediría? 

Alice sonrió. —No lo sé, tal vez seamos hermanas.

Abigail sonrió de lado. —Aunque ahora que lo pienso... te falta esa aura de surfista qué consume marihuana.

No mentía, todos sus hermanos sin falta tenían ese aspecto de surfista despreocupado y hippie.

—¿Eso te incluye a ti?

—Desgraciadamente. —Asintió la Swan divertida.—Acá entre nosotras, también nos encanta filosofar, pero no con los hijos de Atenea esos son unos sabelotodo insufribles

Ambas chicas continuaron hablando hasta que tuvieron que separarse por las distintas clases qué tenían, ya que Alice esta un curso mayor a ella.






☀️☀️☀️

Abigail admiro todos los birretes qué tenían en el cuadro subiendo las escaleras de la casa de los Cullen, en serio que estos vampiros tienen el humor muerto.

—¿Impresionante?

—Lo es. —Asintió la Swan hacia el doctor de la casa.

—Yo... —Dijo inesperadamente. —Yo relamente quiero graduarme, e ir a la universidad... en realidad quiero ser doctora.

—Eso es grandioso. —Dijo el Cullen. —Puedes pedirme cualquier consejo o lo que necesites...

—Gracias señor Carlisle...

—Sólo Carlisle.

Abigail sonrió ahora volviendo a ver los birretes. —Es solo que temo no poder cumplirlo...

—¿Temes por la profesión?

—Para nada, está en mis venas la sanación. —Abigail sonrió con amargura recordando la batalla de Manhattan donde no pudo salvar a muchos de sus amigos del campamento y cada vez que las personas llegaban a la enfermería del campamento. —Para nosotros es todo un reto si quiera terminar la preparatoria, la disléxica y nuestro TDHA no ayudan mucho.