Abigail Swan no solo tiene problemas por ser una semidiosa, pero todo empeora cuando descubre que su hermana mayor está saliendo con un vampiro.
¡Por los Dioses! ¿No puedo tener un año normal?
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Abigail Swan adoraba el sol de Jacksonville, ella sin duda no podía creer que Bella no quisiera volver con ellos a la ciudad.
Todo por su novio, ah Afrodita había hecho de las suyas con su hermana.
De eso ya había sido casi el mes, ya había pasado el cumpleaños de su hermana y se lo habían perdido ya que su hermana mayor continuaba en Forks, claro que eso no impidió que le enviará su regalo por correo.
Ella se mantuvo con su madre, pero cuando recibieron la llamada de Charlie, donde decía que Bella no estaba bien.
Eso realmente respondía el hecho que no había llamado desde hace mucho tiempo.
Según su madre le había explicado, el novio de Bella la había vuelto a dejar y ahora ella había caído en una depresión.
Otra razón para odiar a Edward Cullen.
Fue que Abigail tuvo que tragarse todo su odio por el clima de Forks y tener que viajar al lugar con el clima más deprimente de todo el país.
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—¿No olvidas tu cepillo de dientes? —Le preguntó su madre, mientras corría por toda su habitación.
—Mamá, no te preocupes estaré bien. —La tranquilice.
Claro que sí se preocupaba, la suerte de los semidioses no es la mejor, pero la horquilla en su cabello es de gran ayuda.
Gracias a su amigo Elliot, un hijo de Hefesto, (Dios del fuego y los herreros) había logrado hacer que la Horquilla se convirtiera en un arco y sus flechas.
—Ah claro, siempre lo olvido, mi hija siempre tan madura. —Su madre resopló. — Cuídate, por favor. —Le pidió.
René no sabe que su hija es una semidiosa, y que su padre divino es Apolo, el gran Dios del sol. Cuando finalmente fue al Campamento mestizo, su madre nunca le ha contado de la vez que conoció a Apolo y bueno la procrearon, tampoco es algo que quiera saber porque después de todo ella había Sido una de las razones por la cual sus padres de divorciaron.
René siempre ha sido un espíritu libre y quedarse en Forks no estaba en sus planes, claro que eso hizo que Bella y ella tuvieran que crecer más rápido de lo normal.
Hubo un tiempo que Abby le guardó rencor a su mamá, pero eso ya se sentía hace siglos. Había finalmente aceptado a su madre irresponsable como algo normal, y Bella, bueno ella nunca podría tener rencor hacia mamá.
Cuando se enteró de su ascendencia fue difícil, pero decirle a su madre que consiguió una beca en un campamento en Nueva York fue malditamente fácil.
Aun perdida en sus pensamiento se despidió de su madre y Phil, y se encaminaron al aeropuerto.
☀️☀️☀️
Las horas en el avión se le hicieron eternas y cuando finalmente llegó a Port Ángeles, debía de esperar a Charlie, quien la recogería y llevaría a Forks.
—¡Abigail! —Entre la multitud logró reconocer a su padre. Ella lo consideraba así porque fue él quien la crió y vio crecer.
—Charlie.—Le sonrió y abrazó.
—¿Cómo has estado?
Abigail de antemano conocía que Charlie no es muy comunicativo, pero siempre hacía el intento de no hacer incómoda la conversación. La chica habló hasta por los codos durante todo su viaje hasta llegar a Forks.
Charlie simplemente asentía a todo lo que su más parlanchina hija decía, porque sin duda Abigail era igual a René en cuanto personalidad.
Se supone que su visita a Forks sería momentánea, en lo que su hermana se recuperaba y ella la convencía de regresar a Jacksonville.
☀️☀️☀️
Abby y su padre intentaron de la mejor manera no hacer mucho ruido, se suponía que todo sería una sorpresa para su hermana.
—Belli-bells —Saludó cuando estuvo frente a ella.
Su hermana tenía un estado deplorable, tenía unas enormes ojeras y parecía que no se estaba alimentando correctamente.
Esto es mucho peor de lo que imagino.
—Abby. —Bella estaba sorprendida de ver a su hermana ahí, saliendo finalmente de su ensoñación abrazó a su hermana pequeña.
Ambas se abrazaron y Charlie observó la escena, esperaba que al menos Abigail sería la única que podría sacar a Bella de su depresión.—¿Pero qué haces aquí? —Preguntó cuando se separaron.
—Pensamos qué si no querías ir a Jacksonville, yo vendría a Forks. —Le expliqué.
—¿Entonces te quedarás por un tiempo?
Desgraciadamente, pensó la chica al ver que el clima en Forks no cambiaba.
—Así es. —Asintió. —Charlie ya me ha inscrito en el instituto, así que tendrás un poco de Abby por un buen rato.
Bella sonrió después de meses de no haberlo hecho, tal vez la presencia de su hermana menor podría arreglar su corazón roto.
Al menos eso es lo que la rubia esperaba, porque por mucho tiempo solo eran Bella y Abby contra el mundo, cosa que con los años fue cambiando, Abby encontró más personas con las cuales identificarse, como lo son sus hermanos y todos sus amigos semidioses que compartían al menos algo en común, y eso era el que siempre serían perseguidos por monstruos, principalmente, no olvidemos la dislexia y el TDHA.
Claro que este tiempo en Forks, al menos de una forma positiva esperaba recuperar el vínculo con su hermana mayor.
