—Me disculpas pero los libros siempre serán mejores que las películas.—se mofa entornando sus ojos. Me rio.
—¡Estás loca!—respondo de inmediato.—Que flojera leer todo y después ir a ver la películas cuando ya sabes que pasará...
—¡Joel Pimentel!—se queja.—Ese es el chiste de verlas. Además...dirás lo que quieras pero siempre que algún director de cine reconocido o no hace una adaptación cinematográfica nunca le es fiel al libro.—agrega enarcando una ceja.
—Aja...
—¿Ves como si es mejor el libro que la película?—pregunta como si fuese lo más obvio.
—No. ¿Ves tú como a los directores también les da flojera leer todo eso...?—me burlo y ella entorna sus ojos. Me rio de nueva cuenta y le tiendo mi mano.—Ven aquí.—le digo y ella la toma de inmediato.—Ven conmigo a casa...
—¿A tu casa?—cuestiona.
—No, tonta.—respondo de inmediato.—A tu casa.
—Me gusta estar aquí.—murmura.
—Fer...entiendo a la perfección lo que esta cabaña significa para ti, entiendo que te gusta mucho pasar tiempo aquí pero no es lo mismo pasar el día entero aquí que pasar la noche entera y sola...—le explico.—No quiero controlarte...simplemente me quedaré más tranquilo si sé que estarás en tu casa...
—Estaré sola de todos modos.—me recuerda.
—Sí, pero si necesitas algo al menos estarás donde todas las personas están. No aislada en una cabaña con un bosque en medio...—sus ojos me irán un momento, me ofrece una pequeña sonrisa y asiente lentamente.
—De acuerdo.—acepta finalmente.
—Además...el frio está aumentando...esta mañana cuando mamá encendió la radio dijeron que se avecinaba una tormenta de nieve para esta noche y no es por presionar pero estamos justo por la noche...
—No seas exagerado, apenas está comenzando a oscurecer.—se burla.—Eres un abuelito, Joel.
—¡Oye!—exclamo entornando mis ojos y ella se echa a reír de inmediato antes de dejar un beso sobre mis labios.—¿Vámonos a casa, si?
—Si.—asiente ella.
—¿Te ayudo con tu mochila?—cuestiono y niega de inmediato.
—Solo llevaré mi cartera, mi teléfono y mis llaves.—responde encogiéndose de hombros.—De todos modos prefiero dejar todo esto aquí.
—De acuerdo.—respondo en acuerdo.
Me pongo de pie y cuando ella tiene todo en la mano comenzamos a caminar a la puerta pero cuando la abrimos también nos damos que es demasiado tarde. La tormenta ha comenzado. Fernanda inspira profundamente y niega un poco.—Ay no.
—¿Qué pasa?
—Bienvenido a la tormenta de nieve, California.—murmura volviendo a cerrar la puerta.—Tendremos que esperar a que pase...
—¿Qué?
—Algo bueno de Jasper, las tormentas por aquí no duran mucho...pero eso sí, tendremos que caminar en la nieve de regreso a casa.—anuncia encogiéndose de hombros.
—¿Qué?—repito.—¿Estamos atrapados en verdad?—cuestiono.
—No. De broma.—replica y luego se ríe.—Si, Joel. Estamos atrapados aquí.—inquiere lentamente.—¿Quieres un poco de café y galletas de mantequilla?
—¿Y lo dices así de tranquila?—pregunto con preocupación. Fernanda se echa a reír de inmediato.
—No es tan malo.—murmura restándole importancia.—Estás preocupado porque nunca has estado en una pero cuando uno vive en Jasper se acostumbra a estas cosas. De todos modos no te preocupes, las tormentas aquí no duran demasiado así que estaremos bien.—hace una pausa.—¿quieres café sí o no?
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INVIERNO|Joel Pimentel (Completa)
FanfictionHasta el invierno más crudo se ve opacado por la calidez cuando llega la primavera.