—¡Por favor!—suplica Israel juntando sus manos.
—No.
—¿Por qué no?—cuestiona entornando sus ojos.—Fer...es solo una fiesta. Además...es la primera vez que alguien nos invita a una fiesta en todo el tiempo que llevamos viviendo aquí. Es especial de alguna manera.—responde sin dejar de mirarme.
—¿En California ibas a muchas fiestas?—le pregunto enarcando una fiesta.
—Tan estúpidas como las personas que las organizaban, si.—murmura encogiéndose de hombros.—por favor, te lo suplico.
—Isra...—comienzo pero él me interrumpe.
—Por favor...si quieres me puedo poner de rodillas para que aceptes.—anuncia. Jason se ríe a su lado y luego niega lentamente.
—Deja de humillarte, Estados Unidos.—replica y mi amigo entorna sus ojos ignorando sus palabras.
—Anda, Fer...
—¿Porque simplemente no vas a esa fiesta con Jason?—le pregunto.
—Porque maldita sea, es condenadamente aburrido.—anuncia entornando sus ojos.
—Oye—replica el muchacho haciéndome reír.
—Bien...perdón, no quería lastimar su susceptibilidad.—responde antes de volver a mirarme a mi.—¿Por qué simplemente no quieres venir conmigo, Fernanda? ¿O es acaso que tienes algo más divertido que hacer un viernes por la noche?
—No.—murmuro y cuando sus ojos se quedan fijos en los míos siento mis mejillas arder.
—¿De verdad?
—Está bien, está bien.—replico finalmente.—Vamos a esa tonta fiesta...
—Si quieres le podemos decir a Joel que también venga...digo, después de todo es tu novio.—anuncia y automáticamente los ojos de Jason se posan encima de los míos.
—¿Joel y tú son novios?—cuestiona de repente pero toda la diversión que había en su rostro unos minutos antes se ha esfumado por completo.
—No realmente.—respondo.
—Vamos, Jason...deja que Fernanda sea la novia de Joel o de quien se le dé la gana.—anuncia encogiéndose de hombros.—De todos modos ella tiene derecho de ser feliz ¿no?
—Tengo que irme.—anuncio poniéndome de pie. Tomo mis cosas de inmediato y dejo salir un pequeño suspiro.—Los veré más tarde en la fiesta. ¿Vienes, no?—pregunto en dirección a Jason.
Sus ojos me miran fijamente y asiente lentamente sin decir nada más.—Los veremos, chicos.—inquiere Israel . Asiento lentamente y me alejo.
Todavía puedo sentir la mirada de Jason sobre mí pero no me importa. Apuro mis pasos para tratar de alejarme lo más rápidamente posible y cuando finalmente doblo la esquina del pasillo mi cuerpo choca abruptamente con otro.
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INVIERNO|Joel Pimentel (Completa)
Hayran KurguHasta el invierno más crudo se ve opacado por la calidez cuando llega la primavera.