Capítulo 8: Verdades - Parte 2

190 19 20
                                    

Antes del inicio de la batalla.

–Buenos días Mari. –Ethan entra por la puerta sosteniendo algo. Había preparado toda una bandeja para mí, para así lograr que mi apetito despertara, pero mi desconfianza era más grande que la necesidad de comer que sentía. –Te traje algo para desayunar.

–No tengo hambre. –Me crucé de brazos, y el suelta un suspiro. Me negaba a comer, y su preocupación decoraba su pálido rostro, sus ojos reflejaban su angustia por negarme a alimentarme.
–Marinette, debes comer algo por lo que más quieras, sé que ayer no cenaste.
–Si cené. –Respondía de forma monosílaba. Me negaba si quiera a hablar. Estaba en una habitación con una persona la cual tenía una obsesión insana hacia mí, comandado por una loca que no sé qué diablos quiere de mí.
–Al menos un poco, ¿sí? –Pone todo encima de la cama en la que estaba sentada dándole la espalda, él se acerca hacia mí y al observar bien mi rostro, sus ojos delatan su tristeza hacia mi aparente descuido. –¡Mira esas ojeras! ¿Acaso te quedaste despierta toda la noche?
–¿Como voy a dormir tranquila si fui raptada por un par de psicópatas por un problema que ni siquiera es mío? –Lo miré enfurecida, cosa a la que él retrocede de donde estoy. –No es justo, quiero que me liberes, ¡me quiero ir! –Me levanté abruptamente de la cama, pero al instante siento todo a mi alrededor dar vueltas, mis pies se tambalearon ante la debilidad que sentía, y de inmediato, él me sostiene para evitar así caer al suelo. –Suéltame...
–Estás demasiado débil Mari, por favor siéntate un momento y desayuna algo. Sé que estuviste enferma y no quiero que te descuides por culpa mía. –Gentilmente ayudó a que me sentara en el sillón que daba vista a un ventanal enorme junto a una mesita donde volvió a colocar la bandeja. –Si tanto miedo tienes de que esté adulterada, me la comeré contigo.

Sentándose en el suelo, tomó una manzana y empezó a darle mordidas, observé el contenido y no voy a negar que todo parecía delicioso, un té de frutos rojos que decoraban la fina porcelana de la taza, unas tostadas al estilo de nuestra amada patria, con el montón de frutas recién lavadas. Tomé la otra manzana y de forma tímida di una pequeña mordida, acción que hizo que mi acompañante se tornara más tranquilo. –Bon appétit mon ange.

–Gracias por el desayuno
–Es lo mínimo que puedo hacer luego de haberte hecho tanto daño
–¿Por qué haces todo esto? –Lo miré a los ojos provocando en él un leve sonrojo
–Ya te lo dije, quiero que me ames, aunque tenga que acabar con el mundo. –Dijo aquello con sus ojos cerrados. –Estoy consciente de que no es la manera más apropiada para acercarme a ti. Pero ya estoy encerrado en esto, no tengo opción.
–Claro que la tienes. Dejándome en paz, por ejemplo. Solo debes hacer lo que es correcto.
–Es más complicado de lo que crees, esta mariposa negra nada más puede ser purificada por Ladybug, quien hace meses no ha dado señales de su existencia. No puedo abandonar a ella. Hawk Moth está dispuesta a cualquier cosa... Digamos que, estoy aferrado a ella por el hecho de que así puedo asegurarme de que no te haga daño.
–¿Qué quieres decir con eso?
–Esa mujer, quien está detrás de la máscara de Hawk Moth, te odia. No sé por qué, no sé qué tan grave sea la situación entre ustedes, Ni quiero imaginar de lo que ella es capaz si te descuido un instante. Y no es solo contigo, también con Ladybug.
–¿Yo que tengo que ver con Ladybug? –Pregunté ya que todo lo que me decía me parecía incrédulo.
–Quiere robar sus aretes, junto con el anillo de Chat Noir, para así tener el poder absoluto, no sé qué clase de deseo pedirá, pero dice que tú eres la clave para que los héroes intenten rescatarte. –Levanta su cabeza para así mirarme a los ojos con un rostro totalmente nuevo que nunca había visto en él. –De verdad no pensé que este asunto se extendiera a tal nivel Marinette. Nunca pensé que te ibas a ver involucrada en este problema...
–Claro... –Miré hacia la ventana deseando poder salir de aquél cómodo –En vez de excusarte conmigo, ¿porqué no simplemente te deshaces de esa cosa? –Refiriéndome así al akuma
–Si lo dejo ir, se multiplicará y podría ocasionar un caos akumatizando a los ciudadanos completamente al azar. Piensa esto, Marinette. Imagina a un montón de parisinos convertidos en copias de Diversehate persiguiéndote, de pensarlo mejor me mantengo atado a este caos. Ladybug no está acá para purificar ese akuma, y Hawk Moth puede aprovecharse de ello. Al final, puedo ser un villano ante tus ojos, pero estoy consciente del descontrol que podría causar...

Melodías en tu Memoria ~ [Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora