Mi error favorito{Pausada}

Capítulo 10

Es viernes, Daniel, Ellie, Kyle y su novia Kate(quien por cierto no lucía nada intimidante por su metro cincuenta y cinco de estatura) y yo estamos montados en el auto de Daniel conduciendo hasta las Zona Acres, donde la familia de Chloe vive y donde será la fiesta.

Ted no pudo asistir por sus padres, pero me siento segura teniendo a un grupo de amigos conmigo.

Cuando llegamos a la residencia de Chloe la cosa ya va muy avanzada, la música de David Guetta suena a todo volumen, toda la gente tiene un vaso en su mano y se escuchan gritos por doquier.

–Esto luce como un montón de niños ricos poniéndose borrachos–dice Daniel con cara de asco.

–Me gusta–dice Ellie con una sonrisa infantil.

Nos estacionamos y todos salimos. La casa es un bullicio de personas, pero el hecho de que sean tres amplios pisos ayuda.

–Creo que las bebidas están en la cocina–menciona Kyle.

–Vamos por unas–dice Daniel.

Él y Kyle desaparecen de nuestra vista rumbo a la cocina.

–¿Entonces la fiesta es de una amiga de tú escuela? –pregunta Kate.

Asiento. Kate es bonita, no del estilo adorable, bonita en sus propios términos. Peliroja y con ojos verdes y sin un rastro de maquillaje, su cabello ondulado no parece procesado en ningún sentido. Toda su belleza natura me da algo de envidia, yo tengo la piel algo tostada por el sol de california, mis ojos son café al igual que mi cabello lacio que me llega hasta los hombros.

–Sí, su nombre es Chloe…–digo. Y casi como por arte magia una Chloe muy maquillada y en un ajustado y corto vestido rojo aparece.

–¡Lariiii! –grita en tono cantarín y su voz denota que ha estado bebiendo mucho.

–Hola, Chloe…¿has bebido? –digo con voz incomoda.

–Solo unas cuantas cervezas–dice riendo–. ¿Él está aquí?

Claro que se refiere a Daniel.

–Sí, ha ido a por unas cervezas–respondo. Chloe se me ha colgado del hombro y Kate y Ellie nos miran alucinadas.

–¡Genial! –dice riéndose aún–. Ven, te presentaré a mi hermano.

Hice una seña a Ellie y Kate de que regresaba en un segundo y me deje llevar por la mano de Chloe hasta su patio trasero, donde sorprendentemente había más música y gente.

–¡Josh! –llamó en dirección a unos chicos al lado del DJ.

Una cabellera lacia se giró. Lo primero que observe fue su camisa polo color azul, que encaja realmente bien con su espalda, porque sí, este chico era alto.