[ Cuatro ]

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Seguía sin entender Coraline, talvez lo estaba malinterpretado o haber escuchado mal, por lo que río divertida, sabía que se trataba de una broma o así lo pensaba.

--- Coraline; Mamá es una broma muy buena.

--- Alexa; ¿Te parece broma que tenga tus maletas? Tienes 30 minutos antes de irnos.

La pequeña se vió muy nerviosa y triste ante el comentario de su madre, por lo que asintió sin aún entender nada. Su madre se giró dando la espalda a ambos para seguir su camino hacia su auto donde más tarde Coraline la seguiría.

--- Young Suk; Pequeña prométeme que a pesar de la distancia me seguirás queriendo, que a pesar de que no pueda viajar muy seguido te seguirás comunicando conmigo, en vacaciones iré por ti lo prometo, por lo pronto no olvides que papá te quiere mucho.

Las lágrimas del padre de Coraline se hicieron presentes ante sus últimas palabras, le dolía separarse de su hija más de esta manera tan inesperada, solo por unas fotografías inútiles e incluso un documento falso cosa que Alexa se negó a escuchar la versión de Young Suk, ignorandolo.

Al ver llorar a su padre la pequeña, salto a los brazos de su padre para abrazarlo y comenzar a derramar un llanto, no quería separarse de su padre y no verlo por mucho tiempo, aún faltaba para vacaciones, ella disfrutaba el poco tiempo que su padre le dedicaba ya que se la pasaba con ella, jugando, riendo, dándole mimos que ella amaba, su madre estaba siendo realmente cruel y egoísta.

--- Young Suk; Pequeña debes despedirte de Jungkook no te puedes ir así, lo lastimarías demasiado, aún queda tiempo, te amo mi niña hermosa.

Dejo un beso en la frente de la niña para después apuntarle la puerta, solo le quedaban minutos, Alexa en cuestión de órdenes era muy exigente por lo que Coraline no le gustaba desobedecerla, ella sonrió aún con lágrimas en los ojos para después depositar un beso en su mejilla para salir por aquella puerta a buscar a Jungkook tocando el timbre de su casa, mientras esperaba se mordía las uñas con ansiedad, no quería irse y dejarlo sólo menos de la manera en que su madre la estaba obligando.

Segundos bastaron para dejar ver a Jungkook abriendo la puerta, la niña se lanzó a abrazarlo llorando aún desesperadamente, el pequeño no lograba comprender así que correspondió a su abrazo sobando de su espalda para por lo menos así tranquilizarla un poco.

--- Coraline; Solo quédate así, no te muevas...

Habló la niña con la voz entrecortada, le costaba respirar por lo que habló muy bajó casi inaudible, Jungkook asintió dejándola así, mientras ambos disfrutaban de aquel abrazo.

--- Jungkook; ¿Que te paso? ¿Estás bien pequeña?

--- Coraline; Si, estoy bien, solo que no es nada fácil por explicar, necesito que hablemos.

Le dedicó la niña una sonrisa muy forzada aún con lágrimas en los ojos, no sabía cómo debía decirle o explicarle que de un día a otro no estaría para él, no podría ver sus sonrisas o sus risas, o simplemente no verlo más.

--- Jungkook; ¿Vamos?

Asintió Coraline tomando sus manos para dirigirse hacia a lado de la casa de Jungkook donde había un pequeño parque de juegos, ambos tomaron asiento en una banca, soltó un suspiro bastante pesado para comenzar a hablar.

--- Coraline; Me iré Kookie...

Habló con la mirada hacia abajo, no quería mirarlo ni verlo llorando por algo que no es culpa de ninguno, Jungkook levantó su mentón haciendo que ella lo mire, estaba sollozando al igual que ella.

--- Jungkook; Es una broma ¿Cierto?

--- Coraline; Pensé lo mismo, pero no lo es...

Negó la pequeña mirando a Jungkook, no sabía cómo explicarle, ni si quiera sabía si regresaría, o simplemente se mudaria, era algo difícil para ambos.

--- Jungkookie; Prométeme que el tiempo que te vallas no me olvidarás y seguiremos en contacto, seguiremos siendo mejores amigos, no romperás tú promesa, ningún chico, vendrás a visitarme o en ocasiones será al revés pero no nos olvidaremos.

--- Coraline; Nunca lo olvidaría, por nada en el mundo olvidaría que eres mi único y mejor amigo que eh tenido en mi corta vida, ningún chico te quitará tú lugar, las caritas serán por ahora nuestro medio de comunicación, hasta que ambos podamos tener algún celular o otro medio.

Los dos se abrazaron aún llorando, no querían separarse, era demasiado para ellos, no lo aceptaban, mucho menos estar muy lejos uno del otro, siempre han estado juntos y una separación así de imprevista dolía demasiado para ellos.

--- Coraline; Te quiero mucho Kookie...

--- Jungkook; No creo más que yo

Sonrieron hasta escuchar el sonido de un claxon los interrumpió era la madre de Coraline eso significa una cosa; Debian despedirse, muy poco tiempo para hacerlo, solo les quedaban minutos.

--- Coraline; Debo irme, mi mamá me espera, prometo regresar, despídeme de los chicos, te quiero mucho Kookie...

Dijo con la cabeza baja al ver a su madre esperándola en la puerta del auto, había bajado de él para esperar a Coraline, subió pero antes de encender el auto miró por la ventana de este, encontradose con un niño totalmente destruido llorando como si no hubiera final, el sonido del auto se hizo presente en segundos, la niña aún lloraba no quería irse, estando ahí tenía todo, ¿Cómo porque irse así de la nada? Se preguntaba mientras sus mejillas se humedecian.

--- Jungkook; OYE MOCOSA, ¡ME GUSTAS!

Un grito se hizo presente en el momento en que el auto avanzo era él, pero sus palabras le dolieron más que nada. Tardé, era tardé para responder ante ello, solo hizo que Coraline derramará más lágrimas.

Oye Mocosa, ¡Me gustas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora