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-Suena muy simbólico eso que dijiste. —Volvía a hablar Solar después de unos insufribles minutos de silencio. Taeyong tenía que quedarse a dormir, y como no había traído su pijama tiene que usar uno de su novia de mentira.— Eso de, "Taehee murió". —Enfatizó las comillas.

-Es lo primero en lo que pensé. —Se encogió de hombros.— Mi yo anterior murió cuando me inyectaron mi primer dosis de bloqueador de hormonas.

-Lo de tu padre no lo sabía... —Continuó con un tema de conversación distinto.

-Oh. Mi mamá no ha querido decirlo, casi nadie está enterado. Piensan que mi papá se separó de mi mamá, pero, él falleció de leucemia hace años. —Hizo una mueca de lamento.— Cuando chequearon que tenía leucemia, ya estaba muy avanzada. No pudo luchar contra ella.

Taeyong se notaba triste, pero ipso facto cambió su expresión. Él lo había superado.

-Oye. —Solar le llamaba, un poco más emocionada.— Sabes, Moonbyul trató de parecerse a un chico para venir a mi casa. —Estaba buscando en uno de sus muebles una pequeña foto que le había sacado a su novia el año pasado, esa tarde habían sido puras risas.— Mira. —Le mostró la foto.

Taeyong se reía con ganas de aquella foto

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Taeyong se reía con ganas de aquella foto. Una pose increíble de Moonbyul sosteniendo la perilla de la puerta principal, con un tipo de diario en la otra mano y un semblante de niño chulo que trataba de intimidar.

-¿La dejaste entrar así? —Preguntó aún tentado.

-¡Ni de broma! —Tomó una pausa para tratar de respirar con tranquilidad.— Ella estaba entusiasmada por ir y presentarse así, había comprado una de las mejores pelucas y toda su ropa era de marca. Pero, ¡No podía presentarse así!  Mi mamá se enteraría rápidamente que es una chica.

-Tampoco se ve tan mal. —Defendió Taeyong divertido.— Su voz es grave, así que podría pasar desapercibida.

-No conoces a mi madre. Ella, ella podría reconocer a una chica cuando la ve. Tarde o temprano la iba a descubrir.

-Especialista en reconocer si una persona es una chica.

-Y también en molestar. Tiene maestría y todo. —Bufó cansada de la madre homofóbica.— Ah, creo que odia más a las chicas que se visten de chicos. —Recuerda cada vez que su mamá tiraba un comentario desagradable de las chicas tomboy.

Taeyong, recordó que una época, creía ser una chica tomboy, pero estaba muy equivocado.

Él quería ser un chico.

Se dio cuenta a temprana edad, cuando se enteró que en esa antigua sociedad dónde el rosado era para niñas y el azul para niños, él elegía siempre el azul. Donde las muñecas eran para niñas y los coches para niños, él elegía los coches.

Sus amigos de la escuela eran sólo chicos. Odiaba los vestidos, el maquillaje. Era un antisistema.

Y por suerte sus padres supieron apoyarle y darle las mejores enseñanzas y la mejor educación para que hoy sea tal y como es.

-¿Cómo es tu relación con Moonbyul, noona? —Se animó a preguntar el coreano.

-Muy linda. Ella es, muy importante para mí. —Se acunó el rostro con ambas manos.— Al principio pensaba que ella estaba confundida y que no gustaba de mí, pero al pasar el tiempo me confundí yo y pensaba que estaba mal andar con ella, pero Byulie me demostró que yo estaba equivocada.

El coreano se alegró de saber que el amor existe. Él quería encontrar a alguien así.

Pero por alguna extraña razón, mientras Solar seguía hablando de lo linda y hermosa que es su novia con ella, sólo podía recordar a Yuta.

Un chico que movería mar y tierra por él. Y Taeyong también lo haría.

Cuando terminaron de hablar y se acostaron para tratar de dormir, Taeyong quería seguir conversando con ella.

-¿Porqué dijiste el año pasado que salías con alguien? ¿Era ByulYi Noona? —Inquirió en un susurro.

-Era uno de mis mejores amigos. —Comenzó a contar, ya casi dormida.— Pero luego dijo que gustaba de mí. ¿Cómo la pasaste el otro día con mis amigas? —Já, amigas.

-¿Te digo la verdad? —Solar asintió.— No me cayeron muy bien. —Era el típico grupo de chicas falsas que siempre tiran mierda a las espaldas.

-Lo sé, lo siento. Ellas son así. —Aún no podía entender cómo es que una chica como Solar saliera con ese grupo de chicas. Ninguna era de su agrado.

Moonbyul le había hablado de ellas, y de un chico que estuvo tres segundos con ellos. No recuerda el nombre pero tenía que cuidarse de él.

-Tú no cuadras en ese grupo, Yongsun noona. —Fue sincero.

-También lo sé, pero no tengo escapatoria. Para que mi mamá esté feliz, tengo que juntarme con ellas.

Transexual | YutaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora