GEMMA'S LAST NIGHT (LA NOCHE ANTES, DE GEMMA)

PARTE 14 - CONSUMIDA EN MIS SUEÑOS

NARRA GEMMA

Al día siguiente sería viernes, Agostina estaría a mi cargo los miércoles, jueves y viernes, solamente había un pequeño detalle que se le escapó a la Jefa. Yo tenía libre los miércoles.

Mañana hablaría con Agostina para ver si ella podría cambiar de día y venir los lunes, sería mejor.

Hoy terminé agotada en el trabajo, como me puse a recordar el día que falleció mi madre, la tarde se me hizo corta para terminar mi trabajo, la extrañaba tanto, extrañaba pasar el umbral de la puerta y verla con mil papeles en su escritorio, pasaba mucho tiempo haciendo correcciones de sus estudiantes, planificando sus clases, pero verla en cuerpo y alma en la casa era grato. La muerte es un asesino implacable, espera el momento más oportuno para cegarnos con la pena y el dolor. Es como una soga al cuello, quedamos luchando por respirar el mismo aire que nos mantiene la agonía con el recuerdo. Somo tan frágiles que lo mejor que podemos hacer es vivir con la presión en la garganta y aprender a respirar más bajito.

Me acosté esa noche y me consumí en mis pensamientos, me quedé dormida de a poco y caí en un sueño profundo.

***

Cuando abrí los ojos ya era viernes. Me pareció que en un pestañeo el día se me había ido, como si no hubiese descansado esa noche.

Fui rápidamente al trabajo, pasé por la misma carretera de siempre, donde ella había muerto siempre aceleraba al pasar por ese tramo, no quería recordar la imagen de mi madre tirada, fría, con la mirada apagada, necesitaba recordarla llena de vida, alegre, solo buenos recuerdos, ¿recuerdan que les dije que cada uno lucha con sus traumas a su manera? Bueno, pues yo creo que no luchaba, simplemente lo evadía. Nunca pasaba de noche por esa carretera, temía volver a pasar por lo mismo, aunque fuera otra la persona que encontrara.

Aceleré para llegar más rápido al trabajo, se me hacía tarde. Al llegar me vi en retrospectiva entrando con la jefa esa misma mañana que conseguí el empleo, mi corazón se aceleraba, quería detener el tiempo y salir corriendo de ese edificio e ir a lo de mi madre, ella estaría en la facultad dando clases, solo debía advertirle del peligro, detener el tiempo, o tal vez solamente darle el último abrazo antes que toda su existencia se borrara. Sin darme cuenta, caí de rodillas al piso, gruesas lágrimas caían por mi mejilla, mi mirada se nublaba, no podía distinguir mi entrono, no podía aguantar ver ese día, pasar dos veces por lo mismo y en ambos casos no poder hacer nada.

 Inmediatamente me levanté, estaba sudando y con la respiración acelerada, había estado llorando en mis sueños, pero díganme cómo no si había visto en fragmentos de nuevo ese día. Me senté al borde de la cama, de la mesita tomé un vaso y vertí agua en  él. Pero cuando lo hice vi cómo una gota de sangre caía y teñía todo el líquido en un color rojizo, me palpé la cara, atraje mis manos y la miré, no había explicación para esa sangre. Miré de nuevo el agua que tenía en el vaso y esta era incolora. Debía haber perdido los estribos en ese momento, pero no lo hice. Me infundí calma y serenidad.

Esa noche, tarde en conciliar el sueño de nuevo,temía dormir y despertar de nuevo a ese día, donde la desgracia no hacía másque personificarse y burlarse de mí. 

***

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Paty_flor