NARRA AGOSTINA
La ciudad amanecía lentamente, destellos de la aurora se disipaban en el ocaso, el reloj biológico se llevaba un fragmento de la vida, todo iba acompasado a la cautivante melodía de lo humano.
- Solo dime si puedes ayudarme. – Podía sentir del otro lado de la línea el cansancio. - Ya sé, lo sé y no es mi intención comprometerte con una opinión infundamentada. Pero, tampoco puedo conseguirte una cita con ella... No puedo, ¿cómo crees que lo haré? No es que ella reaccioné conscientemente, lo hace todo por inercia, automáticamente. No, tampoco; no tiene a nadie cerca, solo a mí en estos momentos, necesito hacer algo antes que acabe mi periodo de adiestramiento. Temo que luego... sea muy tarde. ¡Por favor, -dije casi implorando- ¡ayúdame! – pronuncié las últimas palabras con la voz quebrada, realmente quería ayudarla y hacer algo que sea significativo en su vida. – He visto cómo la miran, he visto cómo la tratan, cómo murmuran, pero yo sé que su reacción no es normal, no lo puede ser... ¿Qué tome terapia? Está bien – solté un largo suspiro – debo cortar. Adiós.
Terminé más frustrada que antes, sabía que podía hacerlo mejor, pero todavía no descifraba cómo.
Otra vez era miércoles y estaba por llegar tarde a la editorial. Desde que conocí a Gemma, me cayó muy bien, su comportamiento era especial. En la cafetería hablamos de todo, me solté un poco más con ella, se lo debía se había mostrado tal y como era con sus virtudes e inseguridades con sus fallas y mejoras; había sido transparente como un cristal, delicada como un destello fugaz, había hecho todo lo posible por que yo estuviera a gusto. Estaba tan sola y aunque ella misma no lo aceptara era evidente que no superaba su pasado, tenía la mirada apagada, como dos arrancadores desconectados, siempre predecible, metódica, pero había más que nada un completo abandono en su ser. Me tiré en el sofá, y mientras la delicada mano del viento movía el follaje de los árboles la mañana me envolvía con su manto abrasador. Un escalofrío me sacudió y erizó cada uno de mis sentimientos. El reloj marcaba la hora en reversa, el tiempo se retraía en su eje y lo más tenebroso del mundo se movía en los bosques, el miedo, era un bicho experimentado y acababa de picarme. Me quedé mirando a la nada, barajando mis opciones. Algo encontraría que me hiciera ayudarla. Mientas tanto, lo peor que pasaría era convivir un día entero "con su otro lado, su otro yo".
Unas cuantas preguntas se quedaron latiendo al rojo vivo en mí, ¿qué le habrá pasado la noche antes a Gemma? ¿Qué era eso que no la dejaba avanzar?¿A qué respondía la anulación de todos los miércoles? Era el más grande acertijo que deseara resolver en mi vida.
***
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Paty_Flor
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GEMMA'S LAST NIGHT (LA NOCHE ANTES, DE GEMMA)
Historia CortaLa sangre corría por el asfalto nigérrimo; el sollozo de Gemma se hacía cada vez más desgarrador. Veía cómo todo se ralentizaba a su alrededor, era ese el fin donde la vida le pasaría la factura, y ella tendría que dejar incluso toda su historia c...