La sangre corría por el asfalto nigérrimo; el sollozo de Gemma se hacía cada vez más desgarrador. Veía cómo todo se ralentizaba a su alrededor, era ese el fin donde la vida le pasaría la factura, y ella tendría que dejar incluso toda su historia c...
Una hora después de correr terminé agotada y sudorosa, lo mejor sería una ducha con suficiente agua caliente, me tomé un sobrecito de vitaminas para evitar contraer algún resfriado después de estar corriendo con este clima quería evitar al máximo cualquier enfermedad o malestar que me hicieran ver cosas donde no las había. Más tarde la noche comenzó a arreciar con un mal temporal, la garúa de la mañana se convirtió en un viento huracanado de los mil terremotos, hasta que las gotas asesinas que iban cayendo una por una acribillando la ciudad con su inevitable contacto fue formando un raudal que arrastraba todo a su paso. Cuando prendí la televisión pude ver las noticias.
El sócalo del noticiero decía ¡ULTIMO MOMENTO!
De fondo se escuchaba:
- La tormenta ha dejado consigo multitud de destrozos (con el vídeo proyectado podía verse la densidad del agua, y toda su fuerza). Los televidentes han enviado videos de cómo está el raudal en estos momentos, vamos a verlos. - dijo la presentadora, he inmediatamente apareció un vídeo donde un hombre pedía auxilio, intentaba salir de su vehículo que era arrastrado por las aguas tempestuosas, la calle estaba cubierta de agua, mientras seguía diluviando del cielo. Los bomberos acudieron al llamado de rescate, pero ya era tarde, el hombre fue arrastrado al caer por la ventana del vehículo en su intento de escapar. Me imaginé en su lugar, arrastrada por las aguas, ahogándome, magullada por los golpes que recibía al atracar bajo el agua con toda clase de objetos, me sentí de pronto ya no como una persona ahora era un pez, que nada en esas aguas, pero algo brillante me atrajo hacía la realidad de nuevo y me volví a fijar en la televisión.
En otros vídeos se veía cómo el agua se había colado hasta la entrada de la mayoría de los hogares en no sé qué vecindario...El motivo era un colapso en el sistema del alcantarillado, al parecer el municipio estuvo desviando fondos municipales para este arreglo y lo que pagaron en cambio había colapsado ya que era un trabajo pésimo.
Apagué el aparato que emitía las señales y tomé un libro "Cumbres borrascosas", era un libro digno de leer con el fresquito que se colaba a través de la ventana abierta, a pesar de la calefacción encendida, esa ventana dejaba entrar un viento muy brusco, así que mientras me dirigía a cerrar la ventana vi cómo gotitas de sangre caían sobre mi libro... me toqué la nariz y ahí estaba el motivo de esas gotas, cerré la ventana y fui directo al baño, me miré al espejo y la sangre había desaparecido, mi mano no tenía ningún rastro de ese líquido carmesí y mucho menos el libro. Estaba desvariando, no había descansado bien, y mi mente podía estarme jugando una mala pasada.
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Aunque no quisiera admitirlo, me asusté en gran manera.
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¡Hola, lectores! Gracias por haber leído este capítulo.
Por favor, comenta qué te está pareciendo la historia. Gemma es una chica realmente valiente, más adelante sabrán por todo lo que ha pasado.
