Tiempo después
La cálida mañana de abril invitaba a reposar el espíritu en la hermosa vista que lanzaban los regios gigantes del bosque. La sonrisa traicionera de la serpiente colándose por las ramas del arbusto pintaban el aire con cierto toque de peligro que no hacía más que reavivarse con cada hoja que caía de los árboles.
En la lejanía de las casas la vida parecía tomar su curso normal. Este hecho, dejaba claro que las cosas muchas veces no son como parece; que hay miles de agujeros que no son cerrados y que el universo guarda mil secretos más, diariamente, como el misterio de una desaparición.
Con el ambiente dominado y avasallador de lo indescifrable, Agostina sostenía en sus manos al que fuera el último testigo con vida que viera a Gemma. Más que nunca se veía cansada, llorosa, pero a la vez con los ojos avivados por la fuerza de la intriga.
Ella, sostenía el último libro que Gemma hubo dejado lastimado y herido sobre la acera, antes de fragmentarse en la nada.
Si el libro pudiese hablar, si el libro pudiese contar la dirección que tomó su paradero; norte, sur, este o tal vez, el oeste. Tan valiosa información que tenía en sus manos, pero lástima que el único testigo sea de color agua marina y demasiado viejo como para recordar varias historias a la vez. El preciado libro de Gemma contenía solo los pensamientos de J. Austen, remontaba a la antigua Inglaterra, donde las llamas del orgullo y el prejuicio todavía se consumían en la hoguera cada día. La historia de los Bennet y los Darcy inundaban sus páginas, y al mismo tiempo olvidando el norte que hubo tomado Gemma.
Poco a poco, Agostina, comenzaba a odiar ese libro, su portada, sus personajes, la historia. Tal vez, Gemma en estos momentos estuviera viviendo encerrada en ese libro plácidamente con los Bennet; y ella ahí, tallando sobre el lienzo de la memoria todo lo que recordaba de la última vez que la vio.
A su memoria acudían sin prisas como hologramas el momento en que Gemma le había negado el saludo. Claro, ella tenía en parte la culpa, pero había que reconocer que al final, Agostina solo seguía instrucciones ¿qué culpa tenía de haber conseguido su empleo?
Como una auténtica desquiciada se consumía y renacía con las cenizas de la incertidumbre.
La verdad es que ella jamás igualó el trabajo de Gemma, y es que tampoco nunca trató de compararse. Reconocía que era más lenta para la lectura y que la corrección le costaba el triple por su falta de práctica. Recordaba a Gemma, sentada en el lustroso escritorio concentrada en su lectura, tachando grafemas y corrigiendo con una premeditada dureza lo que no estaba sentado en su sitio. La admiraba por su valentía y a la misma vez, sentía una gran pena por ella. De verdad, intentó hacer todo lo que estaba en sus manos para aclarar sus traumas, para apoyarla, para decirle que no estaba sola, que lo único que necesitaba era soltar el pasado y seguir, quería decirle que no podemos cambiar de camino solo para evitar los recuerdos, que lo mejor es afrontarlos de una vez. Pero, para Agostina, eso era algo raro de entender, ella nunca había perdido a nadie en la muerte, así que no tenía nada con que comparar el sentimiento de Gemma.
De todas formas, era inútil intentar cualquier cosa, el libro, por más que lo hojease y aporrease no estaba dispuesto a hablar, y mucho menos sin un abogado.
Las preguntas seguían rondando en su cabeza ¿dónde está Gemma? ¿Qué pasó de ella esa última noche que la luna la alumbró?
Agostina sintió que un escalofrío la recorría, la ráfaga de aire caliente entraba por su ventana, caminaba hasta su cuello y terminaba de sofocarla.
Un misterio que resolver, sí. Gemma desde el inicio había sido un misterio.
Gemma era como el agua cuando se agitaba; como la tierra que puede secarse; como el cielo justo antes de nublarse y, por último, como el fuego que en cualquier momento puede apagarse, y quizá esto último pasó, y Gemma estaba apagada. Tal vez por eso todo lo que la rodeaba era un completo misterio.
***
¡Hola, queridos lectores de Gemma!
Cómo están? Les mando cariños infinitos.
Por fin, hay nuevo capítulo para Gemma. Espero que ella siga viva, y que en algún momento logre aparecer.
Por favor, si te gustó el capítulo deja tu apoyo, y comenta la historia. Se me hace mucha ilusión leerlos.
Por cierto, perdón por el Spam con Orgullo y Prejuicio. Sepan entenderme. Ja, ja.
Atte.
PatyFlor
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GEMMA'S LAST NIGHT (LA NOCHE ANTES, DE GEMMA)
Short StoryLa sangre corría por el asfalto nigérrimo; el sollozo de Gemma se hacía cada vez más desgarrador. Veía cómo todo se ralentizaba a su alrededor, era ese el fin donde la vida le pasaría la factura, y ella tendría que dejar incluso toda su historia c...