El reloj de pared martillaba las horas, acompasado con el paso del tiempo, en un duelo por avanzar más a prisa jugaba con todo aquel que tuviera conciencia de su cometido. El cuadro sobre la pared mostraba una campiña hermosa. La sensación ocre, amarga y el sentimiento de pertenencia equivocaba hacían que todo fuera más caótico.
La extrañeza del entorno se convertía en una prisión sin escapatoria. La enfermera se acercaba a ella, estaba demasiado cerca para no ser notada, pero a la misma vez tan distante para ser alcanzada. La medicación hacía su efecto, o viceversa, nada era efectivo. La conciencia le venía a ratos, y la abandonaba por más tiempo de lo que quería. No podía pensar, no podía sentir nada, ni miedo, pavor o terror. La luz le encandilaba la vista, esa lucecita refractada en sus pupilas la molestaba, pero ella no podía decirlo, ni siquiera daba un reflejo. El doctor dejó el aparato que emitía la luz en el bolsillo solitario de su chaleco. Una segunda enfermera controlaba su gotero.
El sueño y la realidad confundían ambos su era y destino. La sensación era muy parecida a la realidad, el sonido que se oía, las máquinas tomando su pálpito, su pulso, las gotitas replicando un sonido tenue pero molestoso. EL sueño es muy parecido a la realidad, uno nunca sabe qué cosas son ciertas y cuáles una completa ficción. En los sueños las horas no pasan, el tiempo se detiene por eso no se necesita un reloj, no se necesita contar lo que uno hace, porque todo queda arrinconado en dimensiones. Existe un punto donde todo converge en simultaneo. La mente es como una gran pila de archivos, todo tiene un orden alfabético, pero a la vez puede estar todo enmarañado. La memoria se mezcla con el largo y corto plazo, confunden el sentido de las cosas, por eso al despertar la mayoría de las personas no recuerdan lo que soñaron, dónde estuvieron, que contemplaron. En los sueños puede hacerse bastantes cosas, entre ellas planificar lo que uno hará al despertar, pero todo se queda archivado en la sección denominada "futuro", y por eso al despertar de un sueño nos pasa exactamente lo que planificamos, pero como quedó en la sección de "futuro" creemos que es algo completamente premeditado por el azar, eso pasa porque el ser humano aún no termina de desarrollarse, no logra encontrar ese transpositor que conecte el sueño con la vida. En esa fase inconsciente se abren puertas todas las noches, y cuando abres la puerta equivocada, te das cuenta que nunca te lleva a algún lado, y al final despiertas con la sensación de no conocer el futuro.
Algunas personas sueñan en vida, y cuando duermen no sueñan porque viven en un sueño, es decir, esta es su realidad. Por eso, la mujer no podía despertar, porque estaba metida en un sueño y todavía no escribía lo que haría al despertar. Algunas veces las personas se complican, oyeron decir: ¡es un dormilón! Pero fíjate que en realidad no puede despertar, justamente por ser indeciso. Y eso pasaba justamente con ella. Se sentía cansada, derrotada, no encontraba un lápiz que le ayude a trazar su destino, y lo peor de todo es que en algún sueño pasado ella misma se había dejado en esa posición.
La vida muchas veces es un sueño, o viceversa, el sueño es una vida. Pero, lo cierto es que no importa cómo sea, lo importante es despertar.
El doctor hace una mueca de impotencia, lanza un suspiro de frustración, la paciente lo inquieta. Pero como la vida es un sueño, uno nunca sabe lo que los demás piensan.
-¿Continuamos con la misma medicación? -La pregunta inquisitiva lo hace analizar las condiciones.
-Continuemos hasta que responda. Me mantiene al tanto, mi guardia termina, pero soy el médico a asignado a esta paciente. Cualquier cosa me informa. -Le mostró un semblante más compuesto, y se marchó.
Era uno de esos pacientes con misterios que resolver, la ciencia necesitaba de más opciones para explicar su ser, su condición, su reducción a la nada.
-Aún no te rindas, aún no. Saldrás de esto. -La voz trataba de reconfortar a la convaleciente, o tal vez, trataba de infundirse ánimo a sí mismo, uno nunca sabe, con tantos pacientes que atender, algunas veces la esperanza tomaba sus maletas y se iba de viaje, y lo peor de todo es que tardaba muchísimo en volver.
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GEMMA'S LAST NIGHT (LA NOCHE ANTES, DE GEMMA)
Storie breviLa sangre corría por el asfalto nigérrimo; el sollozo de Gemma se hacía cada vez más desgarrador. Veía cómo todo se ralentizaba a su alrededor, era ese el fin donde la vida le pasaría la factura, y ella tendría que dejar incluso toda su historia c...