𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚟𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚌𝚒𝚗𝚌𝚘

Ｄａｎ

Dos meses después.

—¡Ah! —detuve su golpe con mi mano y le solté uno con mi puño.

La miré mientras mi respiración agitada trata de volver a la normalidad.

—Las peleas de Lady Tsunade y Dan-chan son sorprendentes —escuché a Sakura hablar con Shizune—. Es muy fuerte.

—Es hija de Lady Tsunade, era de esperarse que heredaría esa fuerza —dijo mi tía. 

—Es suficiente —avisó mi madre.

Me dejé caer al pasto y miré el cielo mientras me recupero.

—Dan-chan —Sakura me observó y soltó un suspiro—. Eso fue sorprendente.

—Estoy bien, solo tengo que descansar —me senté.

—Tienes costillas rotas —dijo sorprendida.

—Vaya, creo que estaba muy concentrada tratando de ganarle que no lo noté —hablé mirando a mi madre quien parece no estar tan cansada como yo.

Miré el suelo pensando en mi entrenamiento.

—Tengo que ser más fuerte que ella, y mejorar mi resistencia —murmuré con un ligero tono de molestia.

—Estoy segura que lograrás superar Lady Tsunade, es buena la forma en la que peleas y esa fuerza, además, es sorprendente como entrenas todos los días con Kakashi-sensei, con nosotras, tu sola y aún así tienes tiempo para estar con Shikamaru —sonreí de lado.

—Gracias —mi madre se acercó a nosotras mientras Shizune comienza a curarme.

—Es suficiente por hoy, vayan a descansar —asentimos.

Nos pusimos de pie y comenzamos a irnos.

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—Dan —levanté la mirada al oír esa voz tan conocida.

—Pasa —me senté en mi cama dejando mi libro a un lado.

La puerta se abrió y por ella entró Shikamaru con su típica expresión.

—Hola, vago. Iba a ir a tu casa —su mirada pasó por toda mi habitación.

—¿Todo eso es tuyo? —preguntó sorprendido.

—Son todos los dibujo y pinturas que he hecho desde que comencé —se acercó más para ver todos.

—Son muy buenos —sonreí de lado por su halago.

Su mirada se puso sobre un dibujo en específico, un dibujo que hice de él.

—Lo hice una vez que te quedaste dormido cuando fuiste a ver las nubes.

—Que aprovechada —me puse a su lado—. ¿Por qué escondes todo esto?

—Cuando era más pequeña y hablaba con los niños de mi edad sobre las nubes o mis dibujos solo se burlaban de mí —solté un suspiro—. Así que los golpeaba, pero desde entonces dejé de mostrar mis dibujos.

—Son unos idiotas, eres muy buena.

—Gracias. ¿Qué haces aquí?

—Vine para pasar tiempo contigo, Lady Tsunade me dió unos días libres.

—Genial, yo iba a ir a tu casa a estudiar un poco —me arrojé a su espalda—. Vamos —besé su mejilla y comenzó a caminar con dirección a su casa.

—¿Cómo es que te la pasas comiendo y no pesas mucho?

—No lo sé, ¿Genética? pero lo agradezco.

Al llegar Yoshino me recibió con felicidad, pasamos al comedor y ella fue a la cocina.

—Tu clan es muy sorprendente —dije con una sonrisa llena de emoción mientras él sujeta mi mano. 

—Si tú lo dices —lo golpeé con mi codo a lo que él solo soltó una pequeña risa y pasó su brazo por mis hombros.

—Deberías estudiar sobre esto —señalé el libro—. Es parte de la historia de tu clan.

—Es mucho que leer —rodé los ojos con una sonrisa y negué.

—Eres un perezoso —murmuré acercando mi rostro al suyo.

—Y tu una problemática —solté una pequeña risa y besé sus labios rápidamente.

—El clan Nara es más increíble de lo que creí, me encanta.

—Tienes suerte de estar conmigo —arqueé una de mis cejas.

—Tú tienes suerte de tenerme como novia —le guiñé—. Soy hermosa e inteligente.

—¡Shikamaru, no molestes a Dan! —gritó su madre saliendo de la cocina.

Colocó algo de beber en la mesa.

—Madre, no la estoy molestando —contestó mirándome con una sonrisa.

—Dan, querida, me encanta tenerte en casa —se sentó frente a nosotros.

—Gracias por recibirme siempre, es muy lindo de su parte —ella soltó una leve risa.

—Es un placer. Tu compañía es muy agradable.

—Ya estoy en casa —Shikaku-san entró al comedor y nos observó—. Hola, Dan.

—Hola, Shikaku-san —me sonrió mientras se sienta junto a Yoshino.

—Solo dime Suegro —me sonrojé mucho mientras ambos ríen y noté que Shikamaru estaba igual de rojo.

—Que fastidiosos son —se quejó.

—¿Qué te parece? —preguntó Shukaku señalando con la mirada el libro.

—Increíble, la enciclopedia médica del clan Nara es muy sorprendente —dije pasando la hoja del enorme y grueso libro.

—Lo es, tiene registro de muchas cosas que nuestro clan ha descubierto, en casos de emergencias es un gran apoyo para el equipo médico —contestó el padre de Shikamaru.

—Es fantástico que una gran ninja médico vaya a ser parte del clan Nara —dijo Yoshino con emoción—. Y una muy inteligente y fuerte.

Shikamaru y yo nos miramos y después apartamos la mirada apenados.

Luego de pasar la tarde en casa de Shikamaru, él me acompañó a la mía.

—Ya que no tendré misiones por unos días, quiero mostrarte algo mañana —habló mientras caminamos tomados de la mano.

—¿Qué cosa? —lo miré curiosa.

—Un lugar que es del clan Nara. Mañana lo verás.

—Muy bien.

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