Dan
—¿Estas segura? —preguntó Shizune a mi lado.
—Claro que sí. Espero convencerla con éxito.
—Bien, entonces, tu puedes —asentí con confianza.
—Yo puedo —Shizune se fue y yo me miré en el espejo—. Tu puedes, Dan. Tu puedes, eres Dan Senju, no le temes a nada.
Pensé un momento si eso es verdad.
—Bueno, le temo a solo a una persona y es porque podría matarme con un golpe —solté una pequeña risa y después me miré asustada—. ¡Y estoy a punto de ir a hablar con esa persona!
Traté de calmarme, al estar lista salí de mi habitación y me dirigí al piso de arriba.
Entré a la oficina de mi madre sin siquiera tocar y al estar dentro me detuve frente a su escritorio mirándola con el ceño levemente fruncido.
—¿Ocurrió algo? —negué—. ¿Estas lastimada? —preguntó sin mirarme.
—No.
—¿Entonces? —apreté un poco mis puños.
—¡Quiero que me entrenes de verdad! —dije con un tono elevado pero con firmeza.
—"De verdad" ¿A qué te refieres con eso? —apartó su mirada de los papeles.
—¡Nunca me entrenaste en serio! Cuando era niña solo me enseñaste cosas que incluso el más idiota puede aprender —mi madre miró a Shizune y ella sintió dándome la razón.
—¿Qué quieres lograr con eso?
—¡Quiero superarte, aunque me tome años, pero si no me entrenas no podré!
—¿Superarme?
—Como ya dije, mi sueño y meta es ser la Kunoicihi más fuerte de mundo.
—Eres tan testaruda.
—Lo sé —dije con orgullo.
—Bien, te entrenaré, pero no me tentaré el corazón, no contigo, te daré el entrenamiento más difícil y completo de todos, después de todo, eres mi hija, debo exigirte mucho más que a los demás.
—Estoy preparada para eso —sonrió sin apartar su mirada de mi.
—Comenzaremos mañana.
—Bien, nos vemos —salí de su oficina acompañada de Shizune.
Al estar afuera solté una suspiro recargandome en la pared.
—Lo hiciste bien —me animó.
—Creí que me golpearía en cualquier momento por hablarle así —admití con una de mis manos en el pecho.
—Yo también lo creí —la miré asustada.
—Creí que moriría sin cumplir mi sueño de casarme con un chico guapo y perfecto de un buen clan y tener tres hijos y tal vez un perro.
—Creo que exageras un poco —formé un gesto de confusión.
—¿Con el perro o con los hijos?
—Con tu muerte a manos de tu madre —dijo riendo.
—Oh, tal vez. Pero recuerda que es ella de quién hablamos.
—Tal vez tienes un poco de razón.
—Bien, apartir de mañana no habrá día en que no termine con más de cinco cosas rotas —levanté mi pulgar con mi sonrisa casi desvaneciéndose.
—Así es —me sonrió colocando su mano en mi hombro—. ¿Por qué quieres ser médico?
—Un equipo siempre tiene que tener un ninja médico —le guiñé—. Así será menos posible que uno muera.
—Tu padre estaría orgulloso de oírte decir eso —sonreí de lado con tristeza.
—Gracias —rasqué mi mejilla—. Tengo que irme, iré a comer algo.
—Bien, te veo luego —me despedí de ella y corrí fuera de la torre.
Decidí comer Dangos así que fui por un par de órdenes para comer en un parque. Me encanta la comida de esta aldea, toda es exquisita.
Tomé un dango y abrí la boca con emoción acercándolo.
—Hola —me detuve y miré a Sasuke sentado a mi lado para después regresar mi mirada al frente.
—¿Qué haces aquí? —pregunté metiendo un dango a mi boca.
—Te ví y decidí venir —escondí mis Dangos para que no los vea y me pida.
—Que lindo de tu parte —seguí comiendo—. Eres el único Uchiha vivo, ¿Cierto?
—No —lo miré sorprendida—. Hay otro.
—¿De verdad? —asintió—. ¿Quien?
—Itachi Uchiha. Mi hermano. Es quien asesinó a todo mi clan.
—¿Tu hermano? No puede ser —dije riendo—. He visto algunos archivos y en ellos dicen que él era de los mejores ninjas y con una gran voluntad del fuego.
—Pues están equivocados, es un asesino y yo lo mataré —abrí de más los ojos.
—¿¡Quieres matar a tu propio hermano!? —pregunté más sorprendida.
—Sí —me alejé un poco de él al escuchar su tono de voz—. Y cuando lo logre, reestablecere mi clan con alguien fuerte.
—¿De verdad? Wow. Seguro es alguien muy bonita.
Miré el cielo.
—¿Se conocen de antes? ¿La amas, ella te ama? —pregunté con emoción—. El amor es muy importante —giré a verlo, pero al hacerlo su mirada estaba fija en mi.
Solté un suspiro imaginando lo peor, vio mis Dangos y hora los quiere. Sasuke se comenzó a acercar.
—¡Mi espacio personal! —impacté mi puño en su rostro—. ¡Atrévete a volver acercarte sin mi permiso y verás!
Me levanté, tomé mis Dangos y me comencé a ir
—Idiota —me crucé de brazos molesta.
—¡Dan-chan! —me detuve y ví a Yoshino saludandome a lo lejos.
—¡Yoshino-san! —me acerqué con emoción y le sonreí—. ¿Está haciendo compras?
—Así es.
—¡La ayudaré! —tomé sus bolsas y comencé a caminar a su lado con emoción.
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𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)
FanfictionNo se aceptan copias o adaptaciones.