𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚘𝚗𝚌𝚎

Ｄａｎ

Caminaba en compañía de mi equipo de regreso a la aldea luego de tener mi misión número... ¿Cinco? Sí, mi misión número cinco con mi querido equipo.

—¡Al fin de regreso! —dijo Naruto con una sonrisa—. La abuela Tsunade nos ha dado muchas misiones.

—Lo sé, creo que nos presiona para saber si puedo con esto —Naruto pasó su brazo por mis hombros.

—Pues lo estás haciendo muy bien, Dan-chan —sonreí por sus palabras.

—Gracias.

—Iré a dejar el reporte, ustedes pueden irse —Kakashi se despidió y se marchó.

—Oigan —nos llamó Naruto—. ¿Alguna vez se han preguntado que esconde debajo de esa máscara?

Los cuatro nos miramos.

—Siendo sincera, tengo mucha curiosidad —admiti.

—Yo igual —dijo Sakura.

—Tonterías, yo me largo —Sasuke comenzó a irse.

—¿Y si sus labios son... Muy carnosos? —Sasuke detuvo su paso ante las palabras de Naruto.

—Continúa, ya casi cae —dije con una sonrisa.

—¿Y si tiene dientes grandes? —volvió a decir.

Sasuke se giró y se volvió a acercar a nosotros.

—Ya sé, invitemoslo a comer ramen, tiene que quitarse la máscara para comer —sugerí.

—Buena idea —me apoyó Sakura.

—¡Misión: Máscara, comienza! —los cuatro corrimos en su búsqueda.

Minutos después ya estábamos en Ichiraku, los cinco juntos. Teuchi le dió un tazón a Kakashi mientras nosotros observamos atentos.

—Que raro, que me hayan traído a comer —comenzó a hablar haciendo que los cuatro nos pusiéramos nerviosos—. ¿Y bien? Planean algo, ¿Cierto?

—¿P-p-pero por qué? —preguntó Naruto muy nervioso.

—Kakashi-sensei —hablé con una sonrisa nerviosa—. Se merece esto por todo lo que ha hecho por nosotros—. Todos Asintieron con una sonrisa igual que la mía.

—Bueno, supongo que puedo comer —tomó unos palillos.

Los cuatro lo miramos con suma atención sin querer perder el mínimo momento.

Kakashi separó los palillos, puse mi mano sobre el brazo de Sasuke por instinto y lo apreté con emoción. Kakashi-sensei comenzó a bajar lentamente su máscara. Contuve la respiración sin dejar de hacer presión sobre el brazo de mi compañero.

—¡Hola, Sasuke! —el equipo de Ino se puso frente a nosotros cubriendo a nuestro maestro.

Los cuatro gritamos.

—¡Quítate de ahí, Ino-puerca!

—¡Quítate, Vago! —lo tomé de su ropa.

—¡Diablos, no puedo ver nada!

—Hecho, estuvo rico —todos nos detuvimos.

Ino y Sakura se tenían sujetadas mientras Sasuke y Naruto tienen sus brazos alrededor del cuello de Chouji, y yo tengo a Shikamaru del cuello de su ropa y con mi puño en alto.

—¡Qué rápido! —dijimos los cuatro.

—¿Pasa algo? —negamos con una sonrisa sin movernos.

—Ay, no, claro que no, ¿Por qué piensa eso? —preguntó Sakura.