𝘠𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘵𝘦𝘭𝘭 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘺𝘰𝘶. (𝘚𝘩𝘪𝘬𝘢𝘮𝘢𝘳𝘶 𝘕𝘢𝘳𝘢)

𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚝𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚞𝚗𝚘

Ｄａｎ

Salí del hospital luego de traer a Kakashi-sensei, ya que ha quedado muy agotado por el uso excesivo del Sharingan, hace apenas una hora que volvimos a la aldea después de rescatar a Gaara y del sacrificio de Chiyo.

—¡Dan-chan! —me detuve al oír esa voz.

—Yoshino-san, hola —le sonreí acercándome a ella.

—Querida, ¿Cuando volviste?

—Hace una hora, ¿Qué ocurre? —pregunté al ver que llevaba algo en su mano.

—El distraído de Shikamaru olvidó su almuerzo, ahora tengo que ir a buscarlo y tengo muchas cosas que hacer —solté una pequeña risa al ver su expresión molesta.

—Yo lo buscaré y se lo daré —Yoshino me abrazó con fuerza.

—Eres la mejor —me entregó el almuerzo—. Gracias, querida.

—No hay de qué, nos vemos —me despedí de ella y comencé a buscar a mi novio.

A lo lejos ví a Shikamaru, Chouji y Naruto hablando, mi compañero de equipo parece estar pidiéndoles algo que al parecer no le pueden dar.

—Hola, chicos —les sonreí colocandome junto a Naruto—. ¿Qué ocurre, Rubio?

—La abuela Tsunade quiere que nuestro equipo siga siendo de cuatro como antes, bajo el mando del capitan, pero no encuentro a alguien que quiera unirse —explicó un tanto alterado.

—¿Tendremos otra misión? —pregunté confundida.

—Sí, algo que Sakura-chan le contó a la abuela Tsunade.

—Ya veo. Por cierto, tu almuerzo —Naruto miró el paquete.

—Oh, gracias —Shikamaru lo miró con el ceño fruncido.

—Oye, ese es mi almuerzo —le dijo.

—Oh, cierto —soltó una pequeña risa—. Chouji, siempre comiendo, como en los viejos tiempos. Últimamente te has puesto más gor...

De pronto Shikamaru se arrojó sobre mi dando una media vuelta para que yo quedara sobre él protegiéndome de un ataque.

—Si querías terminar en esta posición solo debiste decirlo —Shikamaru se sonrojó por mis palabras.

—Que problemática —besé su mejilla.

Levanté la mirada y ví un león de tinta siendo golpeado por el enorme puño de Chouji.

Nos pusimos de pie y otro de esos leones se acercó por la espalda de Shikamaru. Hice unos sellos rápidamente y un chorro de agua lo golpeó deshaciendolo.

—Gracias —me sonrió—. Miren allá —dijo señalando con su mirada al otro extremo de la calle.

Hay un chico sentado mirándonos de una manera extraña y con un pergamino en mano.

—Creo que debemos interrogarlo, aunque tenga la banda de la aldea, un ataque así no es tan amistoso —dije molesta.

—Vayan, los cubriremos — aseguró Shikamaru.

—Muy bien —Naruto y yo corrimos acercándonos al sujeto.

Más leones de tinta salieron de ese Pergamino.

—Tu ve, yo me encargo —asintió.

Hice unos sellos y formé un látigo de agua con el que sujeté uno por uno estrellandolos contra el suelo mientras la sombra de Shikamaru me ayuda con los otros.

La Kunai de Naruto y la espada de ese chico chocaron entre ellas.

—¿Quien eres? —preguntó.

—Vaya, eres débil, parece que no tienes eso que te hace hombre —abrí de más los ojos al oír eso.

El chico dió un salto al ver que la sombra de Shikamaru lo quería atrapar.

—Nos veremos pronto, joven Naruto —y desapareció.

—Ese chico no me parece del todo confiable —mordí mi dedo pulgar de la mano derecha.

—¡Hola, Naruto! —parpadeé un par de veces y miré detrás de mí notando como Ino se acercó a sus compañeros.

Me acerqué a ellos con mis brazos cruzados.

—No olvides esto —le mostré el almuerzo a Shikamaru.

—Es verdad —lo tomó.

—Tu madre me mataría si se entera que no te lo dí —Naruto se acercó a nosotros.

—Ese chico es demasiado extraño —asentí.

—Pero tranquilo, seguro que sí tienes eso que te hace hombre —dije con una pequeña risa.

—¡Dan-chan! —se quejó.

—¿De qué hablas? —preguntó Shikamaru.

—Ese chico le dijo que no lo tenía —Shikamaru y Chouji soltaron una pequeña risa.

—Eres mala, Dan-chan —me sujeté del brazo de mi novio recargando mi cabeza en su hombro y le sonreí a Naruto.

—Solo bromeo.

—Deberíamos ir a reunirnos con Sakura-chan para conocer a nuestro nuevo capitán —formé un ligero puchero.

—Muy bien —miré a Shikamaru—. Nos vemos después, asegúrate de comer.

—Lo haré —pasó su brazo por detrás de su nuca y me miró sonrojado ante la presencia de sus compañeros.

Solté una pequeña risa y junté mis labios con los suyos con rapidez y después me alejé yendo con Naruto.

—Nos vemos —agité mi mano y comencé a correr.

Al llegar al lugar de encuentro solo estaba Sakura esperándonos, hasta que apareció alguien más.

—Tú —dijimos Naruto y yo al mismo tiempo.

—¿Lo conocen? —asentimos.

—Nos atacó cuando estábamos con Shikamaru, Chouji e Ino —conté—. E insultó a Naruto.

—Solo quería saber que tan fuerte era, pero ya veo que no es tan fuerte como creí.

—¿¡Qué dijiste!?

—Ya basta —una voz los detuvo.

—¿Quien es usted? —pregunté al darme cuenta de la presencia de ese hombre.

—Seré el nuevo capitán de este equipo, por favor, llámenme Yamato.

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