~ Kaminari ~
– ¡Somos un gran equipo! –dice Kaminari feliz pues habían hecho un muy buen trabajo, aunque Mina había cometido un error en el entrenamientos habían sido los mejores lo cual era emocionante, se sentía un poco mal por el hecho de que Mina había sido regañada por Aizawa pero ella siguió todo el día en su natural estado feliz.
–Cállate no te creas tanto.
Puede que siempre le grite pero para ser sincero Bakugo le grita a todo mundo, y aunque le da un poco de miedo Kaminari sabe que confía en él, como en el examen de licencia profesional donde le dio parte de sus granadas. Aunque Bakugo jamás pueda admitirlo en voz alta él sabe que de verdad se preocupa por cada uno de ellos, sabe que de verdad los considera un equipo.
– ¡Vamos viejo!
Todo el día le molesto con el tema de ser un equipo, Bakugo lo negó pero cada persona en aquel salón sabía que el chico de quirck explosivo se preocupa por cada uno de ellos, aunque no puede admitirlo en voz alta.
~ Mina ~
A Bakugo realmente no le agrada nadie en el mundo, o más bien casi nadie, así que cuando ve a aquella chica que considera de su equipo al borde de las lágrimas no puede hacer nada más que quedarse a su lado.
–Sabes que esto no es necesario –dice ella mientras recibe el chocolate caliente que le hizo. –No debería importarte.
–No lo hace –miente, está en la habitación de la chica, le preparo un chocolate, le puso una manta y una película mientras espera que ella esté lista para hablar, está dispuesto a escucharla siempre.
Después de un tiempo en que los créditos recorren la pantalla Mina simplemente se quiebra, ha tenido ganas de llorar desde la mañana.
–N-no debería importar tanto –dice entre lágrimas. –Soy una heroína, soy fuerte.
–Entonces se jodidamente fuerte y acepta que te duele.
–Y-yo simple –no puede terminar. –No sé si seré tan buena –ese día en el entrenamiento de la mañana Mina había cometido un error, era algo simple pero están en la línea de trabajo que un error le puede costar la vida a alguien así que soporto el regaño de Aizawa y fingió que todo el día fue normal pero tenía ganas de llorar, su auto confianza siempre parecía estar elevada pero no siempre es el caso.
–Sí, la cagaste, aprende de está porquería y se mejor –no es un experto en el consuelo, las palabras amables no son lo suyo. –Tienes el jodido potencial para serlo, no me molestaría en tener a una perdedora en mi equipo –eso hace resoplar una pequeña risa de la chica rosa.
–Es la primera vez que admites que somos un equipo –su sonrisa eclipsa sus lágrimas.
–No le digas a nadie, no quiero que el cargador con patas se crea mucho.
–Es nuestro secreto.
~ Sero ~
La chica por la que sentía algo fingía estar bien mientras esperaba que las clases acabaran, seguramente para ir a su habitación y llorar sola, Sero no permitiría eso así que fue hasta allí para tratar de hacer algo pero al llegar pudo visualizar una cabellera rubio pálido que entraba como si de su casa se tratase, se preocupó claro, pero no podía hacer nada, no era él quien la consolaría, eso hacía que se sintiera un completo inútil.
–Así está bien, ella va a estar bien –dice para sí mismo sin pensar que realmente alguien lo va a escuchar.
–Pero estaría mejor que nos tuviera a todos –dice un chico rubio a lado de un pelirrojo que habían ido allí con el mismo propósito.
Después de algunos momentos de reflexión fuera del cuarto y calma dentro del mismo es que deciden tocar la puerta, los dos chicos de dentro se sorprenden al verlos pero la dueña de la habitación está sobre todo agradecida por su elección de amistades.
–Veamos otra película –dice sonriendo, al fin las lágrimas se habían ido. –Una de las malas que a Kaminari le gustan para burlarnos.
–Ustedes no saben lo que es buen cine.
–Tienes un gusto de mierda.
El resto de la tarde es ruidosa con cada una de las personas que integra aquel peculiar grupo, entre risas y un par de golpes cada uno de ellos sabe que daría su vida por otro, saben que estarán juntos incluso después de la graduación.
~ Kirishima ~
La noche había caído y le dolía un poco la garganta por todo el ruido de gritos y risas que hicieron, al asegurarse que la chica se encontraba mejor los muchachos decidieron retirarse.
– ¿Crees que duerma? –pregunto Kirishima, ya habían llegado a su piso después de todo su alborotado día, sabía que ahora iba a estar mejor pero simplemente no podía sacárselo de su cabeza.
–Ojos de mapache no es tan débil –se aproximaban a sus habitaciones, a ese momentáneo adiós que a ninguno le gustaba. –Iré a tu habitación –aseguro el rubio en lugar de preguntar.
–Eso no sonó a pregunta.
–No lo fue –eso solo provoco risas en el pelirrojo.
Dentro de su habitación no había nada en especial solo dos chicos que compartían sentimientos, estaban sentados en la cama de Kirishima sin decir nada en particular, solo querían sostener sus manos, lo habían estado evitando todo el día.
– ¿Has pensado en contarles?
–Les diré... Solo a ellos, los demás pueden irse al carajo, pero aún no.
–Sabes que lo aceptaran, además hoy te comportaste como un gran líder de este equi-po.
–No lo digas así –fingía molestia pero en realidad no lo tenía. –Además no pueden ser tan idiotas, ya deben sospechar algo, menos pikachu.
–Jaja de verdad los quieres, aunque sí, Kaminari no sospecha nada –estiro los brazos esperando que el contrario cayera en ellos, lo hacía siempre que estaban solos, deseaban contarles de su relación a sus amigos, lo harían juntos cuando ambos estuvieran listos.