Era el primer verano desde que entró a la UA, quería salir con los idiotas de sus amigos pero no dijo ni una palabra y su orgullo le hace pagar el precio, ahora por no haber dicho que quería salir a algún lugar está solo en su habitación ¿Debería resignarse a pasar el resto del verano así o perder un poco de su dignidad?
No quiere llamar a nadie pero de verdad se aburre ¿Desde cuándo se hizo tan patético? Sabe la respuesta a eso, más bien era un ¿Desde quien? Conocé la respuesta a eso, Eijiro Kirishima ha entrado a un muy lento paso a su corazón, sin darse cuenta se enamoró de él, el pelirrojo entró como si de su casa se tratase.
Bakugo piensa que si va a perder su dignidad al menos va a ser por él, toma su celular y lo llama, mientras el tono lo mandaba a espera empezaba a dudar, un vip en su oído <<¿Porque no le mandé un maldito mensaje?>> Otro vip <<¿Porque él no me ha llamado?>> Pasa así por el que parece una eternidad, pero decide no colgar el teléfono, soportarlo, saber si está allí, después de un momento desde el otro lado de la línea suena un.
—¿Hola? —Katsuki se pone inexplicablemente nervioso.
—Hey pelo de mierda —¿Porque carajos llamó en primer lugar? —Estoy aburrido, salgamos a algún lado.
—¡Me encantaría! Pero estoy trabajando —eso molesta a Bakugo ¿Porque no lo sabía? —Aunque podrías venir y pasar el tiempo aquí.
—Bien, dame la maldita dirección.
Tarda un poco en llegar al lugar, es una modesta tienda de ramen, nada más que eso, entra sin más, no hay mucha gente y puede ver al pelirrojo sonriendo como siempre, lleva una banda en la cabeza, una camisa blanca y pantalones anchos, está sudando por todo el calor en la cocina, Bakugo quiere guardar esa imagen en su mente, en su corazón. Se sienta en la barra, saluda a Kirishima y se queda todo el día con charlas casuales, descubre que la tienda le pertenece a su familia y qué no le pagan pero es obvio que disfruta el trabajo, Bakugo se queda mirándole trabajar más qué otra cosa durante todo el día.
Cuando es momento de cerrar Kirishima decide acompañar a Bakugo a la estación del metro, solo es una estación lo que debe recorrer así que en realidad no están tan lejos el uno del otro.
—Vaya, empezó a hacer frío —dice casualmente. —¿Vas a estar bien Bakugo?
—Sí, no voy tan lejos —se forma un pequeño silencio entre ambos, eso no es común en ellos. —Oye... ¿Porque no hicimos planes para verano? —pregunta sin mirarlo, es el único con quién puede perder su orgullo un poco, pero al mismo tiempo quiere mantenerse firme.
—Siendo sincero —rasca su cabello algo nervioso de contestarle. —Es algo tonto pero... No quería ir a ti como siempre, por una vez quería que vinieras a mí, así que cuando viniste hoy me hizo feliz, lo siento mucho.
—¿Por Qué mierda te disculpas? Eres un idiota —de repente, como si estuviesen sincronizados ambos se detienen.
—Por haberme enamorado de ti —sus mejillas arden a pesar de la noche fría.
Sin previo aviso Bakugo se acerca, siempre ha sido veloz en sus ataques, y cuando toma el rostro de Kirishima para besarlo no es la excepción, solo es un beso, nada más simple que eso pero la mirada que recibe uno del otro decía mucho más.
—Si quieres que vaya hacia ti será mejor que te prepares.
—¡Cl-claro! —no puede evitar su tartamudeo. —¿Está bien si a veces voy yo?
—Haz lo que quieras —sus palabras son cortantes pero su rostro no deja ninguna duda de qué desea estar más cerca.
Se acerca tranquilamente, ya no duda nada, y le regala pequeños besos por todo el rostro, estaba bien si esa noche Katsuki perdía un tren o dos.