Toda la clase de primer año habían decidido ir juntos al festival de la ciudad, tanto la clase A como la clase B, alguien dentro de ambas clases debió prever el desastre colosal que sería, los representantes de ambas clases trataban de calmar a sus respectivos compañeros, Midoriya trató de ayudar a Iida en un principio pero después de ver a Uraraka en kimono quedó fuera de combate, mientras ella se quedó cuidándolo podían ver a Monoma y Denki peleando mientras Shinso y Jiro observaban divertidos, Kendo termino noqueando a la mitad de su clase y Awase trataba de acercarse a Momo, pero ella estaba ocupada tratando de hacerle entenderá Todoroki que no le rompería la mano a nadie si trataba de ayudar a calmar a ambas clases, Iida estaba a punto de llorar cuando perdió de vista a Hagakure, por el quirck de la chica sería difícil encontrarla, entre tantos problemas nadie noto que la chica invisible no era la única que faltaba, quizá porque ya había bastantes gritos no lograron distinguir que un chico que siempre gritaba no estaba allí.
Bakugo y Kirishima habían escapado de la situación tan pronto como pudieron, ahora estaban entre los arboles alejados del festival, la espalda del rubio era empujada con fuerza contra un árbol, mientras se acercaba lo más que podía a su novio, Kirishima por su parte se esforzaba para no aplastar al chico de bajo de él, casi siempre sus besos eran algo momentáneo o simple pero ninguno de los dos pudo resistir el impulso de tocar al otro en cuanto lo vieron en yukata, solo era ropa, ambos lo sabían pero inevitablemente cuando el escandalo comenzó fueron arrastrados por sus impulsos a la obscuridad formada por el pequeño bosque.
– ¿Dónde mierda estás poniendo tu mano? –se quejó Katsuki tras sentir como una mano baja lentamente por su espalda, no es que no lo disfrutara, simplemente lo sorprendió.
–Perdón, me deje llevar, trataré de controlarme pero tú puedes hacer lo que quieras –dijo alejando sus labios y juntando sus frentes, esos gestos eran los que más le gustaba a Bakugo de salir con Kirishima.
–Lo haré –dijo tocando por primera vez el trasero de su novio. –Tienes mi permiso de hacer lo que quieras por hoy –antes de que el pelirrojo pudiera agradecer o decir cualquier otra cosa Bakugo ataco sus labios nuevamente, podían escuchar el escándalo de sus compañeros pero ningún sonido que alguno de ellos hiciera les importaba, solo quería concentrarse en él otro.