You ( Gay )

Capítulo 20

''El destino te pone en el mismo camino que a otra persona, pero depende de los dos caminar juntos o no''

—Hola—dije tartamudeando un poco. Era un poco más alto que yo, delgado y con el pelo bastante corto a los lados pero más largo arriba, unos ojos miel claritos, iba con una chaqueta que le llegaba por debajo de la cintura de un color negro complementado con su capucha con pelitos marrones en los bordes, unos vaqueros oscuros y unas zapatillas negras, era muy guapo, ya está, pensé, seguro que no le gusto por estar gordo y ser pequeñito.

—Te he visto llegar, pero no sabía si eras tú, por eso te he llamado—dijo sonriendo, Dios , esa sonrisa, era tan perfecta como la de...No, alto, Max no podía estar siempre en mi cabeza, no.

—Ah—reí—, bueno...—dije mirándole con una sonrisa, no sabía que decir, su mirada inocente me ponía nervioso y notaba que se me subían los colores, mire a los lados intentando encontrar algo en mi mente para poder escapar de esa situación.

—Bueno, ¿qué tal?—Ian rio sin dejar de mirarme, se acercó más y me extendió la mano.

—Muy bien la verdad, ¿y tú?—dije sonriéndole mientras le apretaba la mano en forma de saludo.

—También, ¿vamos a dar una vuelta?

—Claro.

Empezamos a caminar por el ancho y largo pasillo que estaba al lado del lago, el ocaso estaba terminando y las personas que se encontraban allí eran cada vez menos. Él iba a mi lado, con las manos en los bolsillos y soltando vaho a causa de la respiración, me miro y yo fije la mirada en el suelo, ¿se habría dado cuenta?, me empecé a poner un poco nervioso, necesitaba fumar, así que me saque un cigarrillo y me lo puse entre los labios.

—Eres un mentiroso—dijo de repente mientras soltaba el humo y le miraba.

—¿Yo?—dije sorprendido—, ¿por qué?

—Porque me dijiste que no me ibas a gustar.

Sonreí y le extendí el brazo con el cigarrillo, este lo cogió y le dio unas caladas y después me lo devolvió, la verdad es que no sabía si fumaba o no en ese momento, pero bueno, resulto ser que sí. 

Ian era gracioso y simpático, hizo que me olvidara completamente del mundo durante esas horas que estuvimos dando vueltas en el parque, llevábamos...¿dos o tres meses hablando ya?, no lo recuerdo, pero lo que sí que recuerdo fue lo que paso al final de aquel día.

—No me gusta que esto se acabe, me lo estaba pasando muy bien—, dijo Ian con un donut mordido entre los dedos, me hizo gracia su reacción, parecía un niño pequeño.

—Ya..., pero mañana hay clase y tengo que volver a casa ya—sonreí levemente, estábamos en la salida de metro del parque, si, ese enorme pasillo ahora estaba iluminado y ahora ya no estaba el guitarrista, ahora estaba otro chico pero este solo cantaba, y muy bien la verdad.—Ten, mi donut, no quiero engordar más. —reí.

—Ya engordo yo por ti—rio Ian, para ser sinceros me gustaba, pero igual yo a él no. Nos quedamos de pie en la penumbra de la noche con las farolas y el gran pasillo iluminándonos, ah, y el chico cantando de fondo. —Espera un segundo.—dijo mientras devoraba los donuts.