You ( Gay )

Capítulo 11

'Ojala pudiera volver atrás'

Un pie delante de otro, andando, con gente alrededor, así me encontraba mientras caminaba por el metro para llegar al instituto, con los auriculares puestos y la mirada concentrada en ninguna parte, Dylan me hablaba poco por lo que paso en fin de año, fui un gilipollas por haberle besado, no tendría que haberlo hecho, y ni si quiera sabia porque lo hice. 

Iba caminando sin ganas por los pasillos del metro, me pare en el andén que se empezaba a llenar poco a poco, vi el marcador y faltaba un minuto, cambie de canción y seguí en mi mundo, ¡ah si!, también llevaba conmigo la mochila verde fosforito que me regalo mi hermana, las personas empezaron a amontonarse en el borde del andén, había mucha gente y cuando el metro llego, no había menos, estaba más lleno aun, así que me quede de pie mirando como las personas salían y entraban al mismo tiempo, parecían hormigas correteando por todas partes, estaba en mitad de una gran multitud pero me sentía solo. Empecé a caminar hacia un banco de metal que había en el andén, no quería ir como un atún enlatado, así que me senté a esperar el próximo. Cuando el metro se fue, mire en el marcador para ver cuánto iba a tarde el siguiente, tres minutos, tres minutos que me pase comiéndome la cabeza, viendo a las personas caminar mientras pensaba en Dylan, en Lara, en mí, ¿qué coño me pasaba?, pensaba que ya no era así, pensaba que ya no me gustaban los chicos, creía que sabía lo que quería, pero no fue así, me equivoque, una vez más.

Sin darme cuenta, otra vez habían personas en el andén, pero menos que antes, el metro entraba en la estación y las puertas se abrieron, las personas entraban y yo seguía sentado, no había nadie más en el andén, entonces reaccione y me metí en el vagón rápidamente.

Las siguientes semanas se me pasaron rápido, supongo, apenas me entere, estaba tan metido en mi mundo que no prestaba a tención a lo que pasaba a mi alrededor, David nos hablaba de su fiesta, que si había sido la hostia y eso, Emma seguía igual, siempre sonriente, Dylan, bueno, Dylan me saludaba pero ya no era como antes, donde antes había abrazos y apretones de manos, ahora como mucho había un saludo desde lejos, se supone que era mi mejor amigo, pero me estaba dando la espalda casi por completo. 

Recuerdo, que una tarde cuando volví a casa, mi hermana estaba muy contenta, y no sabía porque. 

—¡Enano! —grito Lia nada más pasar la puerta, mi cara fue de confusión.

—¿Hola? —pregunte asustado y ella rio. 

—¿Quien tiene un local? —dijo acercándose a mí con una sonrisa que le invadía el rostro—¿Eh? ¿Eh? —dijo señalándose a sí misma y yo empecé a sonreír. 

—Felicidades—me quite la mochila y fui a darle un abrazo, me alegraba tanto por ella, por fin iba a cumplir su sueño.

—Muchas gracias—sonrió animada. 

Esa misma tarde, en la cena, mi padre la volvió a decir sus bonitos comentarios como de costumbre, pero Lia estaba tan emocionada que ni le escucho, mi madre se alegraba por ella, al igual que yo.

Pero días después, mi padre la tomo conmigo, como de costumbre. 

—Tú—dijo mi padre señalándome—Se te va a acabar la tontería.

—¿Ahora qué he hecho? —dije confuso

—Que no has hecho, retrasado—dijo soltando el humo de su cigarrillo.

—¿Que? 

—Te vamos a cambiar de instituto—mi padre empezó a sonreír, entonces un agobio enorme empezó a invadirme, nuevo instituto, no, no quería ser el chico nuevo, no, me tendría que separar de mis amigos, para los pocos que tenía...No quería, no.