Capítulo 18

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''O sigues a delante, o te hundes''

Las siguientes semanas fueron más de lo mismo, ir a casa, ir a la academia a la que me habían apuntado, ir al gimnasio y ver a los tíos que hacían ejercicio, la verdad es que tenía muy buenas vistas, ir al instituto y poco más, aunque ya estábamos en noviembre y se acercaba el cumpleaños de Max.

—¿Qué haces? —le pregunté a Naia en clase, estaba escribiendo algo en una cartulina y tenía un papel de regalo envuelto en algo pequeño.

—Una dedicatoria para Max—me miró sonriendo—, hoy es su cumpleaños.

—¿Es hoy? —dije sorprendido, sabía que era por noviembre pero no el día en concreto.

—¡Si! —dijo emocionada—, se me hace mayor ya—se pasó el dedo por el ojo fingiendo que le caía una lágrima.

—¿Cuantos cumple? —reí.

—Dieciséis.

—¿Desde cuándo os conocéis tú y él?—pregunté curioso.

—Desde que teníamos dos años o tres, ya ni me acuerdo—rió—, es como mi hermano.

Dieciséis años, y pensar que le conocí por U.N.I. hace casi tres años...

Toco el timbre y Naia recogió rápidamente, ahora apenas se hablaba con Eva, no sabía por qué así que mientras salíamos al patio y subíamos al otro patio que estaba un poco más arriba, no vacile en preguntarle.

—¿Tu y Eva estáis enfadadas?

—No lo sé...-me dijo mirando al suelo—, es muy mentirosa y ha jodido mucho a varias personas que me importan.

—Ah...O sea que es una falsa ¿no? —añadí.

—Demasiado, y se lo he dicho, pero ella cree que no—dijo mirando—, y eso me jode, es mi amiga pero no voy a dar la cara por ella cuando le digan sus cuatro cosas a la cara.

Seguimos andando y llegamos al patio de arriba, los demás estaban donde siempre, sentados en el suelo, al lado de las pistas de voleibol, estaban sentados en círculo y habían más personas que las anteriores veces.

—¡¿Quién se hace viejo hoy?! —gritó Naia dejando la mochila en el suelo con la cartulina y el regalo en una mano mientras Max se levantaba sonriendo para abrazarla, Dios, esa sonrisa era increíblemente perfecta. —Felicidades grandullón.

—Gracias—rió Max.

—Toma—dijo Naia dándole sus regalos—, no leas la cartulina ahora, que me da vergüenza—rió—, pero si quieres abre el regalo.

—¿Que será? —dijo vacilón mientras la miraba y rompía el papel de regalo. —¡Oh!, justo lo que había pedido—rieron los dos, no sé muy bien porque, pero le había regalado un gorrito de color gris y negro bastante bonito. —Gracias enana, te quiero.

—Y yo a ti—volvieron a abrazarse.

—Felicidades—dije de repente, Max me miro y se puso un poco serio, durante estas semanas había estado un poco distante, y eso había hecho que me enfadase con él varias veces.

—Gracias—dijo sonriendo y dándome la mano.

—Max, que no te libras, ¿dieciséis no?, ven aquí—dijo Naia poniéndose a su lado y empezando a contar mientras tiraba de sus orejas fuertemente.

—¡Hija de puta! —soltó este con el último y posiblemente más doloroso tirón de orejas.

Naia reía.

 —¡Bueno, recuerda que el próximo cumpleaños es el tuyo, y sabes que yo no olvido las cosas —reí, pero segundos después analice lo que había dicho, 'no olvido las cosas', ¿nunca se habría olvidado de mí?, entonces...¿por qué me ignoró durante tanto tiempo y me daba ilusiones de conocerle en persona y luego me las quitaba?

You ( Gay )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora