Capítulo 3

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''Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es admirable''

Cuando me senté en el pupitre estaba nervioso, había estudiado todo el verano así que me lo tenía que saber. Es increíble como la conversación que tuve con Max hace unas noches, de alguna manera me haya puesto tan contento, pero no sé porque me hacía sentirme así, si a mí que le gusten los chicos me daba igual, supongo, no sé, lo único que sé es que el profesor acababa de entrar en clase en silencio, nos repartió el examen mientras decía que guardemos silencio, ya que todos estaban hablando de sus veranos, me habían preguntado dos amigas que tal fue el mío, y yo me limitaba a contestar que me pase estudiando casi todo el tiempo, solo ellas me lo habían preguntado, no es que tuviera muchos amigos, siempre había sido muy tímido y siempre se habían metido conmigo por mi físico, desde llamarme luchador de sumo hasta albóndiga con patas, algunos comentarios duelen, pero ya estaba acostumbrado, odiaba mi físico y que todos me lo recordaran no ayudaba. Ese día tenía los cuatro exámenes casi seguidos, quitando un descanso de una hora, así que me tenía que quedar allí hasta la hora de comer.

Cuando acabe tres de ellos, salí fuera, mi hermana me había dado cuatro cigarros, uno para cada examen, pero ni los había tocado, así que saque uno y lo encendí mientras me dirigía a un parque que había detrás del instituto. Cuando llegue me senté en el césped, al lado de un árbol, me tumbe en su tronco y me dispuse a sacar los apuntes del siguiente examen de la mochila, mientras buscaba la hoja que me faltaba, mi móvil vibro, lo mire y era un mensaje de U.N.I., lo desbloquee y mire quien era, Max, al ver esto sonreí delante de la pantalla.

—Hola ¿Qué tal van los exámenes? —me había escrito con un emoticono sonriente.

—Buenas, he hecho tres y me han salido bastante bien. —le escribí animado.

—Me alegro.

—¿Qué tal los tuyos?

—Solo he tenido uno—puso emoticonos riéndose—, francés, bastante bien supongo.

—Odio estudiar francés.

—Ya somos dos. —más cabecitas calvas amarillas riendo.

Max era muy majo, llevábamos unos cinco meses hablando, y cuando recibía un mensaje suyo no me importaba nada más, no sé, era raro de explicar. Me pase casi toda la hora que tenía libre hablando con él, hasta que vi que era ya la una menos cinco, tenía que ir hacer el último examen, así que me despedí de Max lo más rápidamente posible.

—Tranquilo, luego hablamos y suerte.— dijo despidiéndose.

Volví a sonreír a la pantalla con ese mensaje, lo sé, era gilipollas por sonreírle a una pantalla, pero en si no sonreía por la pantalla, sino por la persona que había detrás de ella.

Salí de hacer el último examen satisfecho, era el que mejor me había salido de los cuatro, mientras caminaba hacia el metro me sacaba otro cigarrillo como premio. Cuando llegue a casa entre a mi habitación a dejar la mochila y luego salí al salón, mi hermana estaba poniendo la mesa y cuando me vio sonrió.

—Dime ¿Cómo te ha ido? —me dijo entusiasmada.

—Muy bien, o eso creo— reí.

—Me alegro enano, ya verás cómo apruebas, anda siéntate.

Me senté y luego mi padre salió del baño, se sentó en la mesa delante de mí.

—¿Qué tal te han salido? —me dijo serio.

—Pues muy bien, me dio un ataque de nervios cuando hice el de francés pe... —empecé a parar porque mi padre empezó a leer el periódico, siempre me pregunta por algo y luego me ignora por cualquier cosa, mire hacia mi derecha y vi a mi madre que salía de la cocina con dos platos, uno para mí y otro para mi padre, detrás de ella mi hermana llevaba otro dos.

You ( Gay )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora