Capitulo 15

598 59 0
                                    


Advertencia: Contenido adulto

   



  

  ESTABA soñando de nuevo. Unas imágenes oscuras y aterradoras que llevaron el sabor salado de las lágrimas a su boca. Huía de unas manos que intentaban agarrarla, nadando en un río lleno de hierbas que parecían querer sujetarla y llevarla al fondo. Haciéndola gemir de miedo.

Alargaba las manos hacia alguna parte, pidiendo socorro y, de repente, notó que alguien la sujetaba y la sacaba de allí. Su mejilla se encontró con la calidez y la fuerza de un pecho masculino.

—¿Jungkook?

—Estoy aquí —dijo él con voz suave—. No llores más, cariño. No pasa nada, estás conmigo.

Eunbi susurró su nombre de nuevo y se hundió en un océano de paz.

Después se despertó contenta al amanecer, oyendo el canto de los pájaros. Por un momento se quedó tumbada en la misma posición, disfrutando de la calma de la mañana, pero cuando intentó darse la vuelta se dio cuenta de que no podía moverse. Un peso parecía sujetarla a la cama. Mirando por encima de su hombro, vio que parte de su sueño se había convertido en realidad. Jungkook estaba a su lado, dormido, con un brazo sobre ella, sujetándola contra su cuerpo.

Nunca había dormido de aquella forma con un hombre. Nunca la habían abrazado con aquella ternura. Incluso después del sexo, Mingyu se daba la vuelta, buscando su propio espacio.

El sentido común le decía que ella debería hacer lo mismo y rápidamente. Que dormir con Jungkook era una cosa, pero despertarse a su lado era mucho más peligroso.

Intentó apartar su brazo, pero sólo consiguió que él aumentara la presión. Un murmullo soñoliento llegó hasta sus oídos y sintió el roce de los labios del hombre en su cuello. Después, casi inmediatamente, se dio cuenta de que había vuelto a quedarse dormido.

Esperaría un poco y después volvería a intentarlo, pensaba Eunbi cerrando los ojos y dejando que el sueño la venciera de nuevo.

Cuando se despertó de nuevo, la luz del sol se filtraba por las cortinas y estaba sola.

Jungkook se había ido, seguramente para evitarle el bochorno y ella debería sentirse agradecida, no decepcionada, se decía, molesta consigo misma y su debilidad.

Salió de la cama y fue hasta el cuarto de baño. Pero allí se encontró con Jungkook, el pelo húmedo de la ducha y una toalla sujeta a las caderas, afeitándose.

—Buenos días. ¿Has dormido bien?

—Pues... sí —contestó ella, poniéndose colorada hasta la raíz del cabello—. Siento lo de anoche. Normalmente, no soy tan cobarde.

—Nunca he pensado que lo fueras —dijo él, sin dejar de afeitarse. Lo hacía con movimientos rítmicos y estudiados y Eunbi pensaba que podría haber estado mirándolo todo el día—. Pero lo de anoche no fue la primera vez. He visto el miedo en tus ojos desde que llegaste aquí.

—Qué tontería. ¿Por qué iba a tener miedo antes de que ocurriera lo de las ruedas de mi coche?

—Eso es de lo que pretendo enterarme —contestó él—. Pero yo diría que tienes miedo de la vida.

—¿No me digas? Para que lo sepas, tengo una vida estupenda. Un trabajo que me gusta, una familia encantadora y mi propia casa.

—Qué bendición —murmuró él.

No Man For Her - EUNKOOK +18 (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora