No Man For Her - EUNKOOK +18 (Adaptación)

Capitulo 16

     ENROSCADA en la mecedora, Melusine le dio los buenos días con una mirada de desaprobación.

—Tienes razón —susurró Eunbi, mientras preparaba una bandeja con platos, vasos, pan y batía los huevos en una taza. —

Estaba volviendo del salón, de donde había tomado una botella de vino, cuando oyó que alguien abría la puerta trasera y entraba en la cocina. Eunbi se quedó parada, sujetando la botella. Intentaba llamar a Jungkook, pero no le salía la voz.

—Aquí estás —exclamo Yerin, apareciendo en el pasillo—. No sabía si estarías, porque no he visto el coche. Por cierto, la puerta trasera estaba abierta. Ya sé que aquí no hay nada que robar, pero, cariño, podría entrar cualquiera.

—Yerin... —dijo Eunbi, tragando saliva— ¿qué estás haciendo aquí?

—¿Y qué haces tú, aún en bata, a esta hora del día? —preguntó Yerin a su vez. En ese momento, miró la bandeja que había en la mesa de la cocina y la botella de vino que su hermana llevaba en la mano—. Bueno, cariño, supongo que debo darte la enhorabuena.

—No es lo que piensas —dijo Eunbi, rezando para que Jungkook no apareciera de repente, desnudo.

—No, claro que no —replicó su hermana, haciendo un guiño.

—Anoche hubo una tormenta terrible y se fue la luz y... Como han pasado algunas cosas raras... pues, un vecino se ofreció para hacerme compañía.

—¿Qué vecino? ¿El fantasma del viejo Han? —Preguntó Yerin, encendiendo la luz de la cocina—. Mira, ya tienes luz.

—Menos mal —suspiró ella, incómoda—. Bueno, Yerin ¿y tú qué haces aquí? ¿Has venido con los niños? —preguntó, rezando para que dijera que no.

—No. Se han quedado unos días con la madre de Taehyung y he decidido venir a visitarte para conocer a ese novio o vecino o como lo llames. ¿Dónde lo tienes? —Preguntó, acercándose y bajando la voz—. ¿Atado a la cama?

—No seas absurda —contestó Eunbi, poniéndose colorada.

—Y tú no pierdas ninguna oportunidad —replicó Yerin, sonriendo—. Usa a los hombres y cuando te canses de ellos, tíralos como si fueran un zapato viejo. Ese es mi consejo. Por cierto, ¿te importaría ofrecerme una copa de vino?

—¿Vas a beber? Tienes que conducir —contestó Eunbi mientras buscaba un sacacorchos.

—Una copita no me hará daño. Y tenemos que brindar por tu emancipación del pasado —dijo su hermana, sentándose alegremente en la mesa—. Taehyung y yo pensábamos que no ocurriría nunca.

—Me encantaría que Taehyung y tú os metierais en vuestros asuntos —dijo Eunbi quitando el corcho con violencia.

—A nosotros nos divierte —dijo Yerin, aceptando la copa que su hermana le ofrecía—. Brindemos por el sexo, el tónico que alegra el corazón. Por cierto, cariño, tengo hambre. ¿Podrías prepararme unos huevos a mí también?

—Puede tomarse los míos, si quiere —dijo Jungkook desde la puerta. Estaba vestido, descubrió Eunbi con alivio, y llevaba en la mano su saco de dormir y la bolsa—. La verdad es que tengo que irme —sonrió, mirando a Eunbi—. Comeremos juntos otro día.

—Jungkook, te presento a mi hermana Yerin. Yerin, éste es Jeon Jungkook —dijo Eunbi con voz temblorosa.

—Vaya, no eres nada de lo que había imaginado —dijo Yerin, mirándolo de arriba abajo.