HYUNA la encontró en la puerta y la miró con cara de angustia.
—Eunbi, ¿no pensarás marcharte? Jungkook quiere presentarte a SunHee. Por favor, espera.
—Lo siento, querida —dijo Mingyu—. La señorita y yo tenemos cosas que hacer.
Había pensado plantarlo en cuanto llegaran a la calle, pero Mingyu tenía otras ideas. Antes de que pudiera decir nada, se encontró a sí misma en un taxi de camino a un bar que Mingyu aseguraba iba a encontrar fantástico, —Las mejores margaritas de Seúl —dijo él.
—Lo siento, pero no me apetece beber nada más. Me duele la cabeza.
—Lo que necesitas es otra copa. Eso te lo quitará —insistió él. Una copa, se decía Eunbi, resignada. Y después, se marcharía. En el bar, lleno de ejecutivos, Mingyu pidió una margarita, pero ella insistió en—tomar una tónica—. Vamos, cariño, conmigo no tienes que hacerte la puritana.
—Eso es lo que quiero beber.
—De acuerdo —dijo él, tomando las dos copas y llevándolas a una mesa en una esquina—. Bueno, veo que mi querida Eunbi no lleva alianza —sonrió Mingyu, tomando su mano cuando estuvieron sentados—. Creí que papi te habría casado con alguno de sus ejecutivos.
—No —dijo ella, soltando su mano y luchando contra el impulso de limpiársela con la servilleta—. Mi padre deja que tome mis propias decisiones... y que cometa mis propios errores.
Un hombre más sensible se habría sentido tocado, pero no Mingyu.
—Entonces, ¿sigues trabajando para Marchant Sung?
—Sí —contestó ella—. Ahora soy socia.
—¿Socia? —repitió él con exagerada admiración—. Qué bien. ¿Sabes una cosa? Es asombroso que nos hayamos encontrado de nuevo —añadió. En realidad, no se habían encontrado, pensaba Eunbi. Les habían tendido una trampa—. Muchas veces me he preguntado qué sería de ti. Incluso había pensado en llamarte por teléfono, pero no estaba seguro de cómo reaccionarías. Y ahora; aquí estamos.
—Sí —asintió Eunbi, pensando que el dolor de cabeza que había usado como pretexto se estaba convirtiendo en realidad.
—¿Y qué hacías tú en esa fiesta? —preguntó él, con expresión de curiosidad.
—Llevando la bandera de mi empresa.
—Entonces quizá deberías haberte quedado para conocer a la formidable SunHee —dijo él—. Aunque no creo que ella necesite ayuda para elegir a la gente con la que va a trabajar —añadió con una sonrisa—. Es una mujer muy inteligente, aunque un poquito mayor.
—¿Qué quieres decir? —preguntó ella, sorprendida.
—Todo el mundo creía que elegirían a alguien joven como editora de la nueva revista, pero SunHee tiene más de cincuenta años. No los aparenta, pero se ha delatado llevando a su hijo como acompañante. Por muy joven que sea...
Eunbi tuvo que pasarse la lengua por los labios, que se habían quedado secos.
—Me estás diciendo que SunHee... es la madre de Jeon Jungkook?
—¿No lo sabías? —dijo Mingyu, sorprendido. En ese momento, Eunbi se levantó de la mesa—. ¿Dónde vas? —preguntó, tomándola del brazo—. Creí que íbamos a hablar del pasado...
—No, gracias —lo interrumpió ella, tomando su bolso—. La verdad es que no quiero hablar contigo de nada. Ni ahora ni nunca.
Cuando salió del bar, tuvo la suerte de encontrar un taxi inmediatamente. Con un poco de suerte, la fiesta seguiría en marcha y podría hablar con Jungkook. Enterarse de la verdad directamente de sus labios.
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No Man For Her - EUNKOOK +18 (Adaptación)
RomanceDespués de una desastrosa relación, Jung Eunbi, una ejecutiva de éxito, había abandonado la idea de volver a encontrar el amor. Pero entonces conoció a Jeon Jungkook... un hombre tan atractivo e inteligente, que parecía salido de una de sus fantasía...