Capitulo 6

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—MINGYU —dijo su nombre en voz alta, abrazándose a sí misma, sintiendo el dolor y la humillación que evocaba su recuerdo.

Por eso intentaba no pensar en él, apartarlo de su mente. Pero aquella noche no parecía capaz de hacerlo.

Tenía veintitrés años cuando lo conoció y antes de él había tenido otras relaciones, pero ninguna de ellas importante.

Llevaba poco tiempo trabajando en Marchant Sung y su carrera estaba empezando cuando, por azares del destino, había sido invitada a tomar una copa en la empresa de su padre. Choi SungWon, uno de sus socios, celebraba su cumpleaños.

Se había fijado en Mingyu inmediatamente. Estaba con un grupo de hombres, pero él destacaba entre ellos, tan alto, tan moreno, tan atractivo. Cuando vio a Eunbi la sonrió de tal modo que ella había tenido que darse la vuelta, avergonzada.

— ¿Quién es? —le había preguntado a Choi Yuna, la hija del homenajeado y compañera de colegio—. El chico alto con el traje azul.

Yuna miró en la dirección que ella indicaba.

—Se llama Mingyu... no sé qué y es una especie de mago de la contabilidad. Mi padre dice que es... —no terminó la frase porque alguien se acercaba a saludarla. En ese momento, Eunbi sintió que alguien rozaba su brazo.

—Me llamo Kim Mingyu —sonrió el hombre a su lado—. Yuna tiene muy mala memoria para los nombres.

Eunbi sonrió, aunque se había puesto colorada.

—Sí, es verdad.

— ¿Trabajas para Saerom Group? Soy nuevo en la empresa, pero nunca te he visto por aquí.

—Es una empresa muy grande y tiene muchos empleados.

—Pero me hubiera fijado en ti —dijo él, mirándola con unos intensos ojos oscuros—. Lo sabes, ¿verdad?

—Sí —contestó ella, sorprendiéndose a sí misma.

Recordando aquel momento, y lo había hecho miles de veces, no podía habérselo puesto más fácil.

Una semana más tarde, estaban saliendo y, un mes más tarde, eran amantes y Eunbi descubría lo que era la pasión, entregándole su virginidad, consumida por nuevas y locas sensaciones que no había conocido hasta aquel momento.

Mingyu era un hombre experimentado, pero parecía feliz con su ingenuidad.

—Es un placer descubrirte cosas nuevas, cariño —le susurraba, mientras la enseñaba a dejar atrás sus inhibiciones.

Eunbi compartía apartamento con dos amigas, pero cuando Mingyu se lo pidió, se fue a vivir con él. Y, por primera vez, se dio cuenta de que sus padres no lo veían con buenos ojos.

—No es justo —protestaba ella—. Yerin y Taehyung vivieron juntos mucho tiempo antes de casarse. ¿Dónde está la diferencia?

—Cariño, apenas lo conoces —había dicho su madre, preocupada—. ¿Estás segura de que quieres comprometerte tan pronto?

—Quiero a Mingyu —había replicado ella.

—¿Qué ha pasado con ese otro chico al que estabas viendo, Yugyeom?

—¿Yugyeom? —repitió Eunbi, asombrada—. Eso terminó hace meses. Y tampoco os gustaba, por cierto —añadió mirando a su padre—. Tú decías que no tenía ambición, ¿recuerdas? Bueno, pues eso no lo puedes decir de Mingyu.

—Ni en sueños —dijo Jung DongHyun, irónico, mirando a su mujer con resignación.

Durante los primeros meses, Eunbi creía estar en el paraíso. Marchant Sung sólo ocupaba parte de su atención. El resto de su vida lo dedicaba a hacer feliz a Mingyu; cocinaba para él, cuidaba del apartamento. Quería convertirse en la esposa perfecta, para cuando Mingyu decidiera pedirle que se casara con él.

No Man For Her - EUNKOOK +18 (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora