HYUKJAE escuchó asombrado todo lo que Eunbi tenía que decirle sobre Park Kyung.
—Es lo mismo que me habían contado sobre él —dijo el hombre—. Gente con la que ha tenido algún enfrentamiento se ha encontrado con archivos borrados de su ordenador, negocios que no han salido repentinamente, campañas de descrédito, toda clase de miserables venganzas. Pero ésta vez se ha pasado. Supongo que se había acostumbrado a hacer lo que le daba la gana sin que le ocurriera nada y se ha vuelto arrogante y descuidado —añadió, irritado—. Pero éste es un asunto para la policía. Supongo que Yeji estará dispuesta a poner una denuncia.
—Espero que sí —suspiró Eunbi—. Me temo que ha pasado mucho miedo.
—Los matones siempre eligen a sus víctimas entre los más débiles — dijo HyukJae—. Y tú no pareces estar bien en absoluto. Te ha afectado mucho todo esto, ¿verdad? —preguntó. Eunbi murmuró una evasiva—. ¿Y qué ha pasado con Jeon Jungkook? ¿Vamos a encontrarle un arquitecto? Ya sabes que preguntó por ti especialmente.
—Es que soy una chica muy lista —dijo ella, segura de que HyukJae no entendería la ironía.
—¿Cómo os conocisteis?
—Tiene una casa cerca de la de mis padres —contestó ella. Qué sencillo había sonado, se decía. Pero tenía que ser así, tenía que reducir el asunto a su esencia y quizá, de ese modo, podría aprender a soportarlo.
—¿Conoces a su socia? —Preguntó HyukJae—. Es una criatura preciosa — añadió—. Si yo no estuviera casado... —salió diciendo del despacho con una sonrisa pícara. Eunbi se quedó sentada en su asiento sin moverse.
¿Soportarlo?, se decía. Nunca, jamás, podría soportarlo.
El tiempo pasaba. Días, semanas. Eunbi se metió de lleno en el trabajo, entrevistando a clientes que deseaban ampliar su plantilla de trabajadores y a nerviosos candidatos que deseaban un puesto mejor.
A veces, casar a los unos con los otros, era fácil. Pero encontrar al candidato idóneo para Jungkook le estaba resultando imposible, quizá porque ponía en ello demasiado esfuerzo.
La lista de candidatos que había confeccionado era buena, pero le faltaba algo. Jungkook podría elegir a cualquiera de ellos, pero necesitaba una estrella. Alguien especial.
Casi había desesperado de encontrarlo cuando Choi YeonJun fue a verla. No tenía ni la mitad de experiencia que el resto de los candidatos, pero sí tenía ese algo. Su currículum no era demasiado grande, pero sí impresionante.
—Acepté el trabajo en una compañía ya establecida porque pensé que era lo que tenía que hacer —le confió—. El problema es que no es que estén establecidos, es que están ahogados en cemento, y cemento de los setenta, que es lo peor. Yo lo que quiero es diseñar buenos edificios y sé que puedo hacerlo.
Cuando terminaron la entrevista, Eunbi lo incluyó en la lista y dibujó una estrella al lado de su nombre.
Llamó al teléfono de la oficina de Jungkook y la secretaria le pasó la llamada inmediatamente.
—¿Jungkook? Tengo cuatro nombres para ti. Tres hombres y una mujer. Y creo que uno de ellos es el candidato perfecto. ¿Cuándo quieres entrevistarlos?
—Cuanto antes, mejor. ¿Qué te parece el lunes de la semana que viene? —preguntó él. Afortunadamente, su tono era tan profesional como el suyo, aunque el simple sonido de su voz la había hecho temblar.
—Estupendo. Pero necesitarás un par de días.
—Muy bien. ¿Cómo estás tú, Eunbi?
—Bien —contestó ella.
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No Man For Her - EUNKOOK +18 (Adaptación)
RomanceDespués de una desastrosa relación, Jung Eunbi, una ejecutiva de éxito, había abandonado la idea de volver a encontrar el amor. Pero entonces conoció a Jeon Jungkook... un hombre tan atractivo e inteligente, que parecía salido de una de sus fantasía...