[Capítulo 12 – Ciudad Zwielicht]
*Ciudad Zwielicht*
[Gabin]
Caminando entre las calles del mercado Negro de Zwielicht, podía ver toda clase de baratijas y alguna que otra cosa que se vendía como alimento, en este caso eran alguna clase de órgano humano metido dentro de un frasco, exponiéndose a mitad de las mesas en los negocios o en los escaparates. Había un hombre tuerto, regateando el precio de la lengua de una niña con el vendedor. Hasta donde habíamos llegado.
Suspirando con cansancio, siguió caminando sin mirar ningún rostro en particular, y se dedicó a contar sus propios pasos entre las sucias calles. El mercado Negro se encontraba entre los peores lugares de la ciudad y solo algunos tontos pobretones Vivian ahí, volviendo esa pocilga su hogar. “Un techo es un techo” se dijo a sí mismo. Algunos de los vendedores eran ex criminales que se encontraban terminando su condena, y buscaban ganar algo de plata para poder conseguir alguna clase de droga o armas, más lo segundo que lo primero. Había adictos por todas partes, pero en el cuerpo de un vampiro era muy raro que pudiera drogarlo, necesitaban hacerlo fluir por el organismo con una máquina, ya que ellos no tenían un sistema circulatorio en función.
Las nuevas drogas del momento y que se vendían por todo el mercado y parte de las zonas libres, eran la träumen (sueño – alemán) y reise (viaje). Malditas drogas que solo entorpecían a los vampiros nuevos, volviéndolos locos. Aún seguían siendo experimentales, pero su distribución era mayor en los círculos nocturnos y habían tenido un gran impulso ahora que el Consejo tenía problemas mejores de los que encargarse en las otras 4 ciudades vecinas. Las negociaciones de una paz estaba pendiendo de la decisión de los Raleigh, la ciudad estaba hecha una caos, pero ¿Por qué simplemente destruirla? Si ellos mismos la habían mandado a erigir.
Simplemente no había una concordancia en nada de lo que estaba pasando, aunque si alguien lo sabía era Bateman, ese loco científico que permanecía siempre en la maldita torre de CrossingDNA corp. Haciendo sus experimentos y tomando decisiones por debajo de la mesa de los Sabios, poniendo en peligro la vida de todos los demás.
Llego a su objetivo, una pequeña casa con dos grandes ventanas, de ladrillos rojos y donde sobresalía un pequeño cartel con la insignia de CERRADO. Obviamente no estaba cerrado si lo habían mandado. Cubriendo su rostro con la máscara, que cubría por completo toda su cabeza, tomo la pequeña bomba entre sus manos, jugueteando con ella entre sus manos, la lanzo a través de una ventana, rompiendo los vidrios, escucho las protestas molestas del otro lado y después de unos segundos ambas ventanas se rompieron, cristales cayendo por todas partes. Dio una fuerte patada a la puerta y esta cayo, una nube de humo verde llenaba todo el lugar, aunque ellos no respiraran y el oxígeno no fuera esencial para ellos, el que ingresara al cuerpo ese tipo de humo verde hacían que los músculos se volvieran rígidos y perdieran la movilidad, sus sentidos se confundieran, dejándolos indefensos.
SIN TESTIGOS. Recordó a Celo diciéndole, tomando las dos armas Paralyse debajo de su capucha, comenzó a disparar sin pestañar, a todas partes a todo aquel que se moviera o no, los disparos no estaban para paralizar, no, estaban para matar. Un tipo se levantó del suelo, chorreando sangre el pecho y trato de alcanzar a Gabin, quien sacando los dos cuchillos debajo de la manga, salto encima de él y los clavo en ambos costados de sus hombros, aplico un poco más de presión y ambos brazos del sujeto cayeron al suelo.
Pisando la gran cantidad de sangre y de líquidos químicos regados en el suelo, tomó la pequeña botella llena de Nitrinium (explosivo potente que solo necesita de aire para volverse volátil y quemar todo a su paso – no existe) lo arrojo hacia el otro lado de la habitación y en segundos la pared se llenó de unas llamas color verdosas.
ESTÁS LEYENDO
Labios Helados, Lengua Caliente
VampirLa humanidad ha caído, quienes dominan el mundo son los seres sobrenaturales; vampiros. Después de años de pelear contra ellos, los pocos grupos de resistencia comienzan a caer y con ellos, la esperanza de la humanidad por su supervivencia. Los...