[Capitulo 18]
[Randolph, Charlie, Alo, Kaden, Abby]
La tensión era palpable, Kaden solo se mantenía mirando a los dos superiores mirándose de una forma nada agradable. Tragando en seco, viendo quien daría el primer golpe. Abby pensaba intervenir, pero sabía que esto tendría que pasar en cualquier momento, además quien mejor que Alo para hacer a Randolph reaccionar. Ella también estaba herida por lo de Jason, pero aun así tenían que pensar en la Guarida. Todos contaban con ellos, sus guardianes.
Randolph apretaba los puños, tensando el cuerpo, esperando por la respuesta de su hermano. Si decía algo erróneo en contra de Jason sería capaz de darle un golpe. No le importarían los lazos de sangre. Alo era su hermano, pero Jason era un tema diferente, era su pareja, su única pareja.
- Me refiero, ¿crees que él querría que los miembros de la Guarida resultaran heridos? – suavizo su expresión, notando la tensión por parte de Alo, quien no dejaba de mirarle fijamente, sus manos apretadas a ambos costados. Dándose cuenta que no era el único afligido por lo de Jason, todos los demás weres estaban inquietos, molestos.
- … - tenía que tomar decisiones. Era el alfa y como tal debía comportarse, ese puesto no se lo habían dado solo porque fuera un buen chico. Todos confiaban sus vidas a él.
Charlie intervino en la discusión, que había cesado de su atmosfera asesina, volviéndose un poco más un momento incómodo.
- Alo tiene razón. No es nada personal, alfa. Solo… quiero respetar sus deseos. Por favor. No hagas que me vuelva alguien que no cumple sus promesas. – apretaba sus manos, mordiéndose el labio, tanto que sangraba. Apretando los ojos. Sin poder mirar a su Alfa. Charlie era alguien joven, pero digno de confianza. Por eso mismo Randolph podía dar fe que no le mentiría sobre aquello.
Colocando su mano sobre el hombro de este, lo atrajo contra su hombro, reconfortándolo, revolviéndole los cabellos de encima.
- Está bien. Deja de llorar. Tenemos que darnos prisa o los vampiros llegaran hasta nosotros. No podemos permitir que ellos lleguen a la Guarida. ¿verdad? – limpiándole la lagrima que se deslizaban por encima de sus pestañas, hasta caer como una gota pequeña. Charlie abrió los ojos, limpiándose la nariz moqueante con el dorso de la mano, asintiendo con un movimiento de cabeza.
Randolph se giró hacia su hermano, quien solo levanto las manos, negando con la cabeza. Esbozando una media sonrisa, los ojos igualmente cristalinos que los demás miembros del grupo.
- No tienes que decir nada, sé que eres un cabezota. Date prisa, preparare a los chicos para irnos.
- Alo…
- Necesitas despedirte de él apropiadamente, hermano. Lo siento. Yo también te falle como beta. Se supone que esta clase de cosas no pasarían en mi guardia y mira. Lo lamento.
- No fuiste el único, hermano.
- ¿estarás bien?
- Tal vez. No sé.
- Te dejare a solas con él. Charlie, vamos, tenemos que darnos prisa. Límpiate esos mocos, ¿Qué eres, un crio?
Viéndolos alejarse, sus compañeros lo dejaron completamente solo. Con la única compañía que era el cadáver de su difunta pareja.
Girándose, volvió a colocarse de rodillas, solo que esta vez levanto el cuerpo de Jason, sosteniéndolo en sus brazos. Comenzó a alejarse del grupo de weres que estaban preparándose para irse.
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Labios Helados, Lengua Caliente
VampireLa humanidad ha caído, quienes dominan el mundo son los seres sobrenaturales; vampiros. Después de años de pelear contra ellos, los pocos grupos de resistencia comienzan a caer y con ellos, la esperanza de la humanidad por su supervivencia. Los...