Final 1/2

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Taehyung bufó. Claro que podía conseguir un yate, le regalaron uno, por increíble que suene, antes de tener su auto. Porque, bueno, Taehyung podía irse en el auto, pero no en el yate.

—¿Entonces puedo usarlo?

—Claro, mmh, puedes estar ahí, pero no moverlo.

—El punto es moverlo, Taehyung.

—Oh, bueno, le diré a papá, pero tengo que ir.

—Bien, puedes ir, pero no estar con nosotros.

—Sí, sí, no quiero ver tu culo desnudo.

Jimin sonrió, feliz de que su amigo haya aceptado.

—Entonces... ¿servicio romántico?

—Sí, ¿crees que sea mucho? —preguntó Jimin, sentado en la cama de su amigo con su celular en mano.

—Eh, no lo sé, para mí no, pero creo que Jungkook sería de los que son felices en cualquier lugar mientras esté su persona especial.

—Eso es lindo —suspiró, pensando en su novio y en qué lentes le gustarían. Quería comprarle unos nuevos, y aunque quisiera que fuera sorpresa, tenía que llevarlo para saber si necesitaban aumento o no.

—Lo es, entonces, ¿necesitarás pétalos o algo así?

—Estaba pensando en pétalos rojos y velas.

—¿Quieres poner velas y pétalos en un yate en movimiento?

—Bueno, pondría todo una vez estemos parados —dijo, acostándose y viendo el techo.

—¿Lo harán afuera? —Taehyung rio—, se te encogerán las bolas.

Jimin sonrió de lado cuando su amigo comenzó a reírse.

—Estaba pensando en tu precioso camarote.

—¿¡Quieres follar en mi preciosa Bibi!?

Jimin frunció el ceño y se incorporó sobre sus codos para mirar a Taehyung, quien estaba claramente alterado.

—¿Bibi? ¿llamas a tu camarote Bibi?

—Sí, amigo. —Taehyung se volvió a sentar, cruzando sus brazos y haciendo un puchero—. Ella es virgen, ¿sabes?

—No, no lo sé. —Jimin echó la cabeza para atrás y se rio.

—¡Ya basta! Solo no manches demasiado el lugar con tu asquerosa leche.

Jimin se rio más fuerte y se dejó caer en el colchón de nuevo. Respiró hondo después de cinco minutos, intentando calmarse. Taehyung lo miraba fijamente, sin expresión en su rostro.

—Y-Yo prometo... Ah, prometo no manchar todo el lugar con mi... l-leche.

Juró, poniendo una mano en su corazón antes de volver a reírse. Taehyung puso los ojos en blanco y se levantó.

—Bien, bien, ahora largo. Tengo que ver qué me pondré para mañana.

Taehyung caminó hacia su armario y abrió la puerta con el enorme espejo. Jimin se incorporó, poniéndose cómodo en vez de irse, y pensó que el armario de su amigo podría ser fácilmente su habitación. Cuando estuvo a punto de entrar, Taehyung giró y lo señaló.

—No quiero escuchar ninguna broma sobre armarios —sentenció y después entró.

—¿Crees que me estoy adelantando?, o sea, llevamos poco más de tres meses, ¿no crees que es muy rápido? ¿qué pasa si dice que no?

—Amigo, si dice que no, pues es no.

—Ya lo sé, no trato de decir que lo forzaré, Tae. ¿Pero no sería un poco incómodo?

—No será incómodo si tú quieres que no sea incómodo. Si dice que no, simplemente quédense ahí y métele la lengua hasta la garganta. A lo mejor sí vas un poco rápido, no lo sé, hay personas que no esperan exactamente a llevar un año para follar.

Eso lo calmó un poco. Jimin estaba listo para entregarse a Jungkook, pero no sabía si Jungkook lo estaba. Quería hacerlo especial, pero no quería que Jungkook se sintiera presionado a aceptar. Tendría que hablar con él antes de subir al yate de Taehyung.

Jimin suspiró, acomodando su corbata frente al espejo. Estaba en su cuarto, faltaban unos diez minutos para que su gradación empezara y Taehyung iba a pasar por él, después irían por Jungkook y luego por Namjoon.

Era normal estar nervioso, ¿no? Se graduaría y además estaba intentando hacer pasar su relación a otro grado. Si Jungkook se espantaba y decidía que se había equivocado respecto a Jimin, estaría devastado.

Miró el traje sin saco que usaba, era negro y típico, lo único distinto era la corbata con flores como estampado. Escuchó su celular sonar y supo que Taehyung había llegado.

—Hey, ¿nervioso?

—Un poco-mucho —respondió, entrando al auto. Jimin miró a su amigo y levantó una de sus perfectas cejas—. ¿Te perdiste en la década de los ochenta? ¿qué pasa con tu traje?

—¿Qué? —Taehyung miró el traje verde que estaba usando y frunció el ceño—. Resalta mis ojos.

—Como sea, vámonos.

—Tranquilo, pequeño saltamontes. Llegaremos a tiempo. Nadie llega justo a la hora, eso no es cool.

Jimin sonrió un poco, pensando en cómo había conseguido un amigo así. Cuando llegaron a casa de Jungkook, Jimin pudo sentir sus bolas pegarse a su cuerpo por los nervios y el miedo.

—Wow, mira al pequeño conejo, se ve bien.

Jimin lo miró y salió del auto. Sonrió, notando la corbata de flores junto con el típico traje. Jungkook le sonrió tímidamente, acomodando su cabello detrás de su oreja. Jimin notó que no traía lentes y que sus ojos estaban un poco rojos. Levantó su mano, esperando hasta que Jungkook la tomó.

Se odió un poco por sonrojarse.

—Te ves bien, muy bien —murmuró sin poder evitarlo. Sus manos se encontraron en la cintura de Jungkook y lo trajo para un pequeño beso.

Jungkook murmuró un agradecimiento antes de un cumplido. Las manos de Jimin temblaban mientras se sentaba atrás junto a su novio. Cuando pasaron por Namjoon, Jimin se preguntó qué tan amigo era de Taehyung.

La escuela estaba muy bien decorada. Se supone que el baile de graduación o ponerse un traje era para los de último año, pero realmente no, a los de último año le daban un viaje y el baile se lo quedaban los demás. Jungkook miró asombrado todo el lugar, él había desistido de ir desde que estuvo solo el primer año, pero ahora estaba ahí.

Y eso lo hacía feliz. ¿Estaba en un cuento de hadas? sí, lo estaba. Y Jungkook se lo había ganado.

La primera hora fue buena, lástima que Jungkook realmente no se sentía cómodo como para bailar. Pero nadie lo obligó a hacerlo, Jimin se quedó a su lado y ni siquiera pareció que había pasado una hora. Jungkook se preguntó más de una vez por qué las manos de Jimin no dejaron de temblar.

Pero en algún momento de la noche, Jimin decidió llevarlo a otro lado. Jimin se guardó los detalles del lugar, por lo que Jungkook no preguntó. Se emocionó cuando escuchó y olió el agua y la arena. El viento era suave en su piel, estaba fresco y el cielo tenía demasiadas estrellas esa noche.

Jimin paró y dejó que Taehyung lo pasara, Namjoon iba detrás de él.

—Escucha, Jungkook —comenzó, parándose frente a él—, no quiero presionarte de ninguna forma, así que si te sientes incómodo, no importa el momento, solo dilo, ¿sí?

Jungkook asintió, nervioso por qué no sabía que pasaba. Caminaron por el muelle hasta llegar a un pequeño, pero elegante yate. Jungkook jamás había visto uno y cuando tuvo que subir, casi se cae de los nervios. Jimin lo tuvo que mantener de la mano por los primeros minutos, pues el movimiento del agua era demasiado para Jungkook.

—Taehyung. —Jimin se paró y fue con su amigo cuando dejó a Jungkook sentado. Él y Namjoon estaban en la proa—. ¿Tienes agua?

Taehyung levantó la ceja.

—Claro, ¿qué no ves a tu alrededor?

—No seas imbécil.

El chico popular [JIKOOK] #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora