Tres semanas, sólo tres semanas tenía antes de que Jade se fuera y no solo de la escuela ¡sino del país! Aún tenía que hacerle mi pequeño y tal vez para ella estúpido y ridículo presente.
Ayer al llegar a casa me encontré con la soledad de mi hogar, a decir verdad extraño a Trina aunque es muy fastidiosa sabía como reconfortarme o por lo menos distraerme cuando me sentía fatal.
Tomé mi celular 7:35 aún tenía 10 minutos antes de irme a la escuela, mamá me preguntaba siempre porque es que estos últimos meses llego tarde a clases, la razón es Trina, pero no se lo diré porque cuando mi loca hermana se fue, yo fui la primera en celebrarlo aunque en realidad estaba triste no quería que ella lo notara. No hizo falta buscar entre mis contactos puesto que su número ya estaba entre mis recientes y favoritos así que solo hizo falta un toque en la pantalla para que una foto mía con Trina apareciera de fondo y los tonos de espera fueran todo lo que se escuchara.
—Veo que me echas de menos mas de lo que quisieras, hermanita— su voz resonó al otro lado del interlocutor.
—¿Qué, estas ocupada?— dije en un tono jocoso.
—Si— afirmó tras un suspiro.
—¿Tienes examen?— pregunté alarmada.
—No. Estaba dormida— chilló
—Trina— reprendí alejando el celular de mi oreja por poco me dejaba sorda.
—Tori tengo que descansar, este cutis no se mantendrá así de sano por si solo— sonreí ya me estaba imaginando sus gestos.
—Trina ya van a ser las ocho— la puse en altavoz para desenredar mi cabello, aunque sea tenía que peinarlo, digo, no es como que usara tanta producción en mi arreglo diario.
—Debo dormir por lo menos mis 12 horas diarias.
—¿Que eres, acaso un koala? Aparte ¿estas segura que te mudaste para estudiar?
—Por supuesto, hermanita, tengo notas excelentes, pronto seré una gran estrella de Broadway.
—Pensé que estabas estudiando diseño de modas.
—Y es por eso que seré una gran estrella, haré los mejores vestuarios, todos me amarán— su voz tan pretenciosa me hizo rodar los ojos.
—Te creo— fui sincera, en sus últimos meses en HA había logrado diseñar muy buenos vestuarios y maquillajes que nos dejaron con la boca abierta a todos.
—Lo sé, soy fantastica— estaba segura que se estaba checando el manicure.
—Te extraño, Tri— eso salió sin pretenderlo, jamás se lo había mencionado.
—¿Te pasa algo?— su voz sonó preocupada.
—No, es solo… Que me haces falta.
—¿Alguien te esta molestando? Porque si es así juro que…
—Trina, no es nada, solo te echo de menos— tal vez si me pasaba algo pero todavía no sabía bien que.
—Y yo a ti Tori, y a tu plancha para el cabello y a tu maquillaje, sobretodo ese labial color vino, oh por dios ¿aun lo tienes cierto? Me veo demasiado diosa con él.
—Si, aun lo tengo— reí.
—Bien ahora cuelga porque mamá llama por la noche para quejarse de que te la pasas llegando tarde a la escuela.
—Bien, te hablo después, te quiero Tri.
—Yo también me quiero— rodé los ojos— y a ti también porque somos geneticamente algo así como similares.
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Las cartas no son anticuadas *Jori* (COMPLETA)
FanfictionLos personajes aquí mencionados no me pertenecen.